NovelToon NovelToon
El Reino De Los Engaños

El Reino De Los Engaños

Status: En proceso
Genre:Amor en la guerra / Secretos de la alta sociedad / Pretendiendo ser otra persona / Romance
Popularitas:708
Nilai: 5
nombre de autor: Gianna Viteri (gilover28)

El Rey Arturo y su hermana de sangre, Neferet, compartieron un amor prohibido que dio origen a dos gemelas. Para ocultar su romance ilícito y evitar el castigo de sus padres, idearon un plan desesperado: Neferet se llevó a una de las niñas, mientras Arturo confió la otra a una madre adoptiva, una princesa de un reino lejano. Dieciocho años después, las gemelas han crecido en mundos separados, ignorando la existencia de la otra. Pero cuando el destino las cruza, una cadena de secretos, mentiras y traiciones sale a la luz. En El Reino de los Engaños, nada es lo que parece...

NovelToon tiene autorización de Gianna Viteri (gilover28) para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 5

Sade

Entramos a la sala principal e hicimos una reverencia rápida. Mi padre se acercó a mí y tomó mi mano.

—Les presento a mi hermosa hija Sade —Me conformé a sonreírle— Sade él es James.

Me acerqué con lentitud al príncipe y vi su precioso cabello castaño al igual que sus ojos. Me sonrió y plantó un delicado beso en mi mano.

—Encantado de conocerte, princesa Sade —Me di cuenta que Milos no despegaba la vista de James. Él se aseguraría de comprobar que fuera una buena persona para mí.

—También es un placer para mí —Reí con amabilidad.

—Me gustaría que compartamos un lindo paseo por el jardín  de este palacio a solas —Le pidió permiso a mis padres y estos aceptaron, así que no tuve otra opción que ir con él.

En silencio, caminábamos. Era atractivo a simple vista, pero no parecía del tipo de hombre que me gustaban. Me harté del silencio y dije:

—¿El reino del que vienes se encuentra muy lejos de éste? Lo siento, sin embargo jamás he escuchado hablar de Enchanted Forest —Le sonreí tímidamente y él paró de caminar.

—Demasiadas personas no conocen nuestro reino porque es demasiado lejano, así que no eres la primera persona de la que escucho algo como eso.

—Oh, me reconforta escucharlo —Hice una pequeña reverencia— ¿Cuál es tu edad? Yo acabo de cumplir dieciocho hace poco.

—Tengo veinte años —Me sonrió— Cuéntame ¿Estás contenta con la decisión que nuestros padres están a punto de tomar respecto a nosotros?

—Permíteme serte muy sincera —Solté un largo suspiro antes de responder— No se siente nada agradable que te digan que un rey pretende que te cases que su hijo, al que desconoces por completo. Espero que puedas comprender mi incomodidad.

—Claro que comprendo cómo te sienes ya que me siento igual.

—Estamos condenados a que tomen decisiones por nosotros. Condenados a fingir la felicidad y a fingir amar a alguien. Condenados a una maldita vida llena de falsas emociones.

—Por algo mi reino lleva por nombre El Reino de los Engaños ¿No lo crees? No me parece que todo sea una simple  coincidencia.

—Por supuesto que no es una simple coincidencia —Me sonrió y supe que me agradaría mucho al tener una actitud tan tranquila.

—Sade...Sé que esto que voy a preguntar te parecerá un tanto atrevido, pero me doy cuenta que te ha sucedido algo. Tu rostro no tiene una expresión tan buena, es una mezcla de tristeza y miedo.

Si James, quién no me conocía, notaba mi actitud no sé que sería de mí con mis padres. Sin querer, solté una ligera lágrima y me la limpié de inmediato.

—¿Qué pasa? ¿Te estás sintiendo bien?

—Solamente acabo de darme cuenta que mi vida entera es una mentira, una cruel mentira. Me siento débil, sin ganas de luchar por dar un paso más. No sé que me pasa, sólo que no quiero decírselo a nadie.

—No es necesario qué me des una explicación de por qué te has estado sintiendo de tal manera. Tú puedes sentirte en libertad de pedir mi ayuda siempre.

—Oh, es muy amable de tu parte.

Regresé al castillo un rato después para ir al baño y me encontré con mi padre dándome una terrible. mirada

—¿Qué te sucede? ¿Por qué llorabas frente al príncipe? —Me interrogó — Si mal no recuerdo te sentías bien antes de ir al pueblo ¿Acaso has visto algo que no querías ver?

Al escuchar eso, tragué saliva y desvié mi mirada. ¿Qué se supone que le diría? Pues ya no confiaba en él como para decirle la verdad.

 Rey Arturo

Mi corazón abandonó mi pecho al ver como mi hija lloraba frente al príncipe. Recordaba a la perfección que ella salió del castillo con una preciosa sonrisa así que no entendía el por qué se sentía tan mal ahora mismo. Lo único que pasó por mi mente en ese momento fue que pudo haberse encontrado con su hermana gemela o con su propia madre.

—Padre...No he visto nada en particular, sólo me he sentido mal de repente

—Dime qué has visto en el pueblo, Sade —Le exigí una respuesta al ver su rostro de pánico— ¿Qué demonios viste en ese maldito pueblo?

Evitó verme a los ojos y respiró con pesadez. En sus ojos, había rastros de algunas lágrimas que salieron de ellos. Ella estaba en shock y tenía que descubrir la razón. Ingrid apareció en el pasillo con una sonrisa junto a mi hijo Milos, ambos venían entrelazando su brazo con el del otro.

— ¿Qué está sucediendo aquí? —Ingrid cuestionó con una sonrisa torcida— Nosotros veníamos a avisarles que hay algo que nuestros visitantes quieren decirnos.

—No sucede nada aquí, madre —Mi hija cambió su semblante a uno más serio de la nada para que su madre no se diera cuenta de la situación— Entonces deberíamos irnos a ver que desean comentarnos nuestros invitados especiales.

Sade se dio la vuelta y empezó a caminar y su madre fue detrás de ella. Milos pensaba hacer lo mismo, sin embargo lo detuve antes de que tuviera oportunidad:

— Quédate un rato conmigo, Milos —Le ordené y asintió con desconfianza.

—Está bien, padre ¿Para qué quieres que me quede a tu lado cuando hay alguien que necesita decirnos algo importante? Jamás tenemos conversaciones a solas...

—¿Qué carajo hicieron Sade y tú al llegar al pueblo? Vi que ella estaba llorando y contándole un par de cosas al príncipe James. No comprendo su estado debido a que antes tenía una enorme sonrisa en el rostro y juro que moría de alegría.

—No sé nada al respecto, padre —Su expresión era fría y su mirada estaba clavada sobre la mía.

Lo observé con atención y me fui acercando a él con suma lentitud. Al sentir su respiración cerca, lo tomé del cuello y lo amenacé:

—Si no me dices la verdad absoluta respecto a lo que ha pasado con Sade para que se sintiera de tal manera, te prometo que te mataré con mis propias manos —Le susurré y me percaté que nadie nos observara.

Rió con fuerza y eso causó que mi ira aumentara. Lo tomé del cuello más fuerte y volví a decirle:

— ¿Quién te crees para reírte en mi cara? ¡Dime quién te crees! —Alcé un poco el tono de mi voz y después me arrepentí de mi acción— Sólo no hagas que pierda la paciencia contigo.

—Padre no puedo creer que me hayas amenazado, aparte...Quién debería amenazarte soy yo —Volvió a reír y se zafó de mi agarre sin problema— En estos días, he descubierto muchas cosas sobre ti que causarían que tiembles del miedo sin alguien se enterara de ellas...

Los nervios invadieron mi cuerpo de la nada y me alejé de él ¿Qué podría saber mi hijo sobre mí? ¿Cómo demonios podría saber algo cuando yo ocultaba todo con tanta precaución?

—Te estás muriendo del miedo por dentro, lo veo en tus ojos —Sonrió tímidamente— Por favor, te pido que no me des una buena razón para usar aquello que dije hace unos cuántos segundos en tu contra.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play