Roxanne Salvatore cayó en una trampa y termino perdiendolo todo, lo único que le quedaba eran sus amados hijos a quien intenta proteger de su padre, Valentino Russo, el causante de toda su desgracia.
¿Será capaz Roxanne proteger a sus hijos de la maldad del mundo? ¿Podrá evitar los encuentros con su ex esposo Valentino? ¿Será capaz el amor revivir después de tantas mentiras?
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Atrapado
– Realmente no tienes vergüenza en perder el tiempo ¿verdad? – dijo Diana, una compañera de trabajo de Roxanne – Ya no eres una ricachona para que otros hagan tu trabajo– No toleraba para nada a Roxanne, criticaba sin piedad cualquier falta o error.
–Tuve que ir al baño– Dijo sin mirarla y siguiendo con su trabajo donde lo dejó.
–¿Por diez minutos? No trates de verme la cara de tonta, fuiste a perder el tiempo por hay para no tener que trabajar–
– No tengo porque explicarte nada, solo eres una oficinista al igual que yo – dijo irritada Roxanne.
Diana era una empleada que estaba acostumbrada a ser considerada como el reemplazo de Guido cuando este no estaba presente por lo que todos la respetaban como tal, se ofendió mucho con la forma cortante en cómo le hablaba y se fue refunfuñando hasta su escritorio, sus compañeras la siguieron para comenzar a susurrar sobre Roxanne entre ellas.
– ¿Quién se cree que es esa pelada?.
– Es toda una arpía.–
Los murmullos llegaban hasta el cubículo de Roxanne, quien ya se había acostumbrado al parloteo de esas mujeres sin nada mejor que hacer pero no tenía tiempo para esas brujas, tenía que concentrarse en atrapar a Guido.
Roxanne esperó impacientemente hasta la hora acordada debes en cuando miraba a Maria para ver cómo estaba, la pobre se la veía nerviosa mirando a cada rato el reloj con miedo, como si quisiera llorar. Mientras que Guido estaba como un triunfador por la oficina. Cuando llego la hora, Roxanne los observó a los dos, Guido le hizo una señal a María para después salir de la oficina, mientras que Maria salió 5 minutos después de él, Roxanne apenas la vio salir se levantó para seguirla con rapidez pero en la puerta fue interceptada por Diana y otras dos compañeras.
– ¿A dónde crees que vas? ¿Acaso vas a dejar tu trabajo nuevamente? – Diana se veía molesta, Roxanne quedó confundida con las acciones de Diane pero tampoco tenía tiempo para entenderlas.
– Como te dije no tengo porque darte explicaciones– Dijo mientras intentaba pasar la barrera de mujeres.
– ¿Quien demonios te crees para estar entrando y saliendo de la oficina? Deja de actuar como si tuvieras poder alguno – Dijo mientras empujaba a Roxanne–
Sorprendida por el asalto, Roxanne quedó sorprendida pero se rió de repente.
– ¿Hola? – dijo con sarcasmo– ¿Acaso no eres tú quien está tratando de ordenarme lo que tengo que hacer? ¡Tu! eres la que se cree la dueña de este lugar, quítate de mi camino– Se le estaba agotando la paciencia.
– Te la pasas paseandote todo el dia, te voy a reportar de recursos humanos.-
–¡Bien ve y diles lo que tengas que decir pero no te metas en mi camino!- Le dijo Roxanne enojada, mientras se movían a empujones entre las mujeres.
– ¿Qué crees qué hacer? – las tres tuvieron que moverse al no poner contener a Roxanne, se quedaron muy molestas al ver cómo se iba.
Roxanne salió corriendo de la oficina, no podía creer lo imbéciles que eran sus compañeras y la pérdida de evidencia que había tenido, estaba realmente enojada con ellas. Corrió lo más rápido que pudo hasta la sala de reuniones que quedaba a bastante distancia de su oficina, se detuvo unos segundos enfrente de la puerta para recuperar el aire perdido tras la carrera, lo que le permitió escuchar un leve gemido dentro de la sala. Roxanne se asustó en ese momento, la sangre se le fue al piso al escuchar aquello, se acercó con cautela y apoyó la oreja en la puerta, contuvo la respiración para obtener una mejor audición.
– Eres increíble– dijo una voz masculina.
Fue lo único que escucho decir, lo siguiente fueron leves gemidos eróticos de un hombre que le revolvieron el estómago a Roxanne, se alejó rápidamente de la puerta y se agarró el estómago. Era obvio lo que estaba ocurriendo adentro, Roxanne tomaría esto como una oportunidad de hacer echar a Guido, el reglamento prohíbe las relaciones sexuales dentro de la empresa y el hostigamiento que tenía grabado podría salvar a Maria del despido. Tomó aire y preparó su cámara para comenzar a grabar, lentamente abrió la puerta lo suficiente para que ella fuera capaz de ver, fue entonces cuando gemidos se hicieron más intensos y el asco se hizo más fuerte en Roxanne. Dio un fuerte suspiro y se preparó mentalmente durante unos segundos para lo que iba a ver, una vez que estuvo lista se asomó con su teléfono sin hacer ningún ruido, grabando y apuntando a las siluetas que veía. Cuando Roxanne vio lo que estaba pasando adentro, se dio cuenta de que nada la había preparado para ver esto, quedó tan sorprendida con lo que encontró que su mandíbula se abrió como nunca antes lo había hecho.
Dentro de la sala de reuniones se encontraba Francisco Moretti de pie mientras recibía muy felizmente, sexo oral de otro hombre, Ricardo Esposito, uno de los ejecutivos de la empresa. No podía creer lo que estaba viendo, se quedó congelada en el mismo lugar sin dejar de grabar ni un solo segundo.
En el momento en que su mirada se cruzó con la de Francisco, sintió como se le baja la presión y perdía la nocion de la realidad, fue entonces cuando pudo reaccionar, salió corriendo a toda prisa hasta al baño de damas, encerrándose por completo. Se dejó caer en el inodoro, se llevó las manos a la cabeza y comenzó a reírse de la extraña situación, estaba incrédula ante lío en el que se había metido, su intención jamás fue captar algo asi o atrapar a su jefe en su privacidad solo quería ir en contra de Guido. Comenzó a entrar en pánico por su situación, ese hombre podía despedirla y arruinar su carrera, Roxanne estaba segura que su hermano no la ayudaría de nuevo además de no querer tener contacto con él. Parecía que cambiar de empleo era la decisión correcta que debía tomar, pero su orgullo y comodidad no se lo permitieron.
En estado de alerta y llena de terror Roxanne continuo con el día laboral, estaba tan asustada de que Francisco la llamara que ignoraba por completo los murmullos de sus compañeras furiosas con ella todavía, al fin terminado el día, se fue corriendo a su casa con miedo, pasó toda la noche pensando en que va a hacer en caso de que la despidan, o cómo hará para conseguir otro trabajo decente sin ser reconocida, casi no pudo dormir por la ansiedad.
A la mañana siguiente los temores de Roxanne se hicieron realidad el personal del ceo la interceptó en la entrada de la empresa.
–Roxanne Salvatore el CEO quiere verte en su oficina ahora mismo–
Roxanne trago con fuerza ante aquellas palabras, sabía que este sería su final, se fue resignada hasta la oficina del CEO.
Al llegar a la puerta Roxanne suspiró resignada mientras la secretaria la hacía pasar. La oficina de Francisco era bastante grande y acomodada, tenía las persianas abajo y dejaba entrar muy poca luz, Francisco se encontraba sentado en su escritorio leyendo unos documentos con suma seriedad.
–Buenos días señor Moretti ¿En qué puedo ayudarle? – dijo nerviosa Roxanne.
– Roxanne Salvatore, 35 años, divorciada y con dos hijos, con una antigüedad de casi 3 años, buena trabajadora pero tiene una mala reputación entre sus compañeros, constantemente tiene quejas de ella en recursos humanos, es conflictiva y genera tensión– Decía Francisco mientras leía el reporte de Roxanne enfrente suyo.
Roxanne comenzó a sudar frío mientras escuchaba aquello, estaba aterrada y no sabía qué decir.
–No sería sospechoso que te despidieran esta semana- dijo mirándola con seriedad– Estas en la cuerda floja, Salvatore, si sabes lo que te conviene guardaras silencio, si un solo rumor de mi o de algún ejecutivo se empieza a escuchar, cortar la cuerda donde estas parada– Amenazó seriamente Francisco.
– Señor no quise mirar nada de lo que vi ayer, pero le prometo que de mí no saldrá nada…. con una condición– esta era la oportunidad de un intercambio.
–¿Mantener tu trabajo no es suficiente? – levantó la ceja por el atrevimiento.
–Por supuesto que sí, pero esto le ahorra a la empresa una demanda por violacion– Dijo con ansias– Despida a Guido Rissi y yo no diré absolutamente nada de lo que vi.
–¿Eso es todo? – Francisco estaba incrédulo ante la petición, lo tenía contra las cuerdas a él también pero a ella no le importaba nada más, Roxanne solo asintió. –Está bien será entre estos días, ahora vete–
Roxanne salio de la oficina victoriosa, sentia que habia logrado su cometido y que las cosas mejorarían para todas, se fue tranquila a trabajar, en los siguientes dias Guido fue despedido con causa de acoso sexual que fue captado por las camaras de seguridad y fue remplazado por alguien mucho mejor que el.
Roxanne se quedó más tranquila los siguientes días, el ambiente laboral sin Guido había mejorado bastante, su nuevo jefe la trataba con respeto y ahora sentía que podía respirar en paz. Pero las cosas no se quedaron así por mucho tiempo.
–Buenos días Roxanne – Ella levantó de inmediato la mirada y se encontró con los ojos color miel de Francisco Moretti.
nadie es tu culpa por no confiar en ella todos ustedes la orllaron a hacer eso