PRIMERA PARTE DEL LIBRO TERMINADA. NO ESPEREN UNA NOVELA TIPICA, LAS MIAS DAN DOLORES DE CABEZA Y LOS HACE PENSAR MAS DE LO QUE DEBERIA!!!
ESCRIBO CON AMOR Y ESPERO RECIBIR LO MIMO DE USTEDES, SI SIENTEN QUE LA NOVELA ES LARGA Y TEDIOSA, LOS INVITO A ABANDONARLA. PERO, NO TOLERO INSULTOS NI FALTAS DE RESPETO...
LAS QUIERE...
JESS QUEEN
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Cap 5
Mi encuentro con Preston.
Corrí detrás de él, sintiendo la adrenalina en cada fibra de mi ser. Su desesperación por vivir era palpable, pero mi hambre era más fuerte. Aunque era veloz, no podía igualar mi velocidad. Mis pies apenas tocaban el suelo, y el viento susurraba a mi alrededor mientras lo seguía.
De repente, el venado saltó una grieta que marcaba la frontera entre el reino de mi tío y el territorio del alfa Logan. Me detuve en seco.
—¡Maldición! —murmuré entre dientes.
Miré a mi alrededor. La oscuridad era absoluta, y el olor a lobo no estaba presente. Era un riesgo, pero el hambre me impulsó a seguir. Salté la grieta y retomé la persecución, mis pasos silenciosos como los de un fantasma.
El animal giró bruscamente, desapareciendo entre los árboles, y antes de que pudiera reaccionar, choqué contra algo, o más bien alguien. Perdí el equilibrio, casi cayendo al suelo.
Levanté la vista, y mis ojos se encontraron con los de Preston, el hermano de Amber. Estaba sorprendido, claramente intentando procesar lo que veía. Retrocedió un paso, frunciendo el ceño.
—¿Karin?
Mi corazón se aceleró, pero no de miedo, sino de confusión. ¿Qué hacía aquí? Antes de que pudiera pensar en una respuesta, giré sobre mis talones y corrí de regreso a la grieta, saltándola con agilidad. Pero no me fui. Me quedé al otro lado, observándolo. Sabía que no me atacaría, pero tampoco podía dejarlo sin respuestas.
Preston cruzó la grieta, deteniéndose frente a mí. Sus ojos estaban llenos de preguntas, pero también de algo más: preocupación.
—Pres... —Tragué saliva, sintiendo un nudo en la garganta. Shayde, mi demonio interior, estaba inquieta. Su energía se revolvía en mi interior, molesta por la presencia del lobo.
"No le digas nada", susurró Shayde.
"Confío en él", le respondí mentalmente. "Es mi amigo".
"Tu tío no estará de acuerdo".
—No le digas a nadie que me viste. Es lo mejor para todos —dije finalmente, mi voz más firme de lo que esperaba.
Preston me miró fijamente, sus ojos tratando de descifrarme.
—Eres una vampiro ahora. ¿Quién es tu creador? ¿Te obligaron? —preguntó, su tono bajo pero intenso.
Negué con la cabeza.
—No, Pres. Cuando tu alfa me rechazó, no me dejó explicarle... yo...
"No lo hagas",insistió Shayde.
"Tiene derecho a saber", pensé.
—Cuando Logan me rechazó... —tomé aire—, yo ya era diferente. Soy una híbrida, mitad loba, mitad vampiro.
El ceño de Preston se frunció aún más.
—Antes olías a humana.
—Porque estaba bajo un hechizo que ocultaba mi verdadera naturaleza. Pasar como humana era para estar a salvo.
El rencor que había intentado enterrar durante dos años floreció con fuerza en mi interior. Las palabras salieron cargadas de rabia.
—Pero nosotros te queremos, Karin. No nos importa que ahora seas...
—Soy la princesa, sobrina de Aston Reed. Una vampira. —Escupí las palabras como si fueran veneno.
Preston asintió lentamente, pero no había rechazo en su mirada. Para mi sorpresa, sonrió.
—Iba a decir “especial”.
El nudo en mi garganta se hizo más fuerte. Sus palabras me desarmaron, pero no podía permitirme bajar la guardia.
—Lo siento, Karin —dijo finalmente, bajando la mirada por un momento antes de volver a levantarla. Su expresión era seria, decidida. —Tengo que decirle dónde estás, quién eres en realidad. La manada está al borde del colapso. Logan te necesita. Todos te necesitamos.
Las palabras golpearon con fuerza.
—Yo no tengo manada, Preston. Por favor, no se lo digas. Tú y tu familia pueden venir a verme las veces que quieran si mantienen el secreto, pero...
—Lo siento, no puedo hacer eso.
Un crujido de ramitas secas rompió la tensión. Una ramita seca se quebró una vez mas bajo los pies de alguien, de otro lobo. Me tensé al instante, mis sentidos alerta.
—¿Es ella? —preguntó una voz masculina detrás de Preston.
No necesitaba verlo para saber quién era. Su presencia era inconfundible, y su olor de Beta me invadió como un torrente. Preston giró hacia él, confirmando lo inevitable.
—Lo es. Y también es la mejor amiga de tu compañera, ella es Karin Reed. Nuestra luna y mate de Logan.
No dije nada. Simplemente corrí de regreso a la mansión, dejando que las emociones me invadieran mientras atravesaba el bosque a una velocidad sobrenatural. Entré por la ventana de mi habitación, aterrizando con un suave impacto. Todo mi cuerpo temblaba, una mezcla de furia, ansiedad y algo que no quería reconocer: miedo.
Abrí el refrigerador de mi cuarto y saqué tres bolsas de sangre. Bebí cada una de ellas con rapidez, mucho más de lo habitual. Necesitaba calmarme, aunque fuera momentáneamente. La sangre, espesa y fresca, me llenó, pero no logró apaciguar el caos en mi mente.
Preston iba a contarle a Logan dónde estaba y quién era en realidad.
Y Logan vendría.
De eso estaba segura.
Me dejé caer en el sillón junto al ventanal, mirando el bosque que se extendía más allá de las murallas del castillo. Miles de preguntas se agolpaban en mi cabeza, pero la que más me torturaba era simple: ¿Por qué?
¿Por qué Logan seguía buscándome después de todos años? ¿Por qué no me dejaba en paz si él mismo me había rechazado? Había aceptado su decisión, había dejado atrás mi vida con la manada. La conexión entre nosotros debía haberse roto. Lo sentí esa noche, el dolor punzante cuando pronuncié las palabras de aceptación.
“Hay una razón por la que Lina está dormida, Karin.”
Shayde, mi demonio, se manifestó en mi mente, su tono grave y autoritario, como siempre.
“Ella aún siente dolor, pero no es por su rechazo. La conexión no se rompió. Lo que experimenta es el tormento de estar lejos de su compañero. El estúpido perro también lo siente. Eso explica por qué sigue buscándote.”
La explicación hizo que un nudo se formara en mi garganta. ¿Hasta ahora me lo dice? Lina, mi loba, está dormida, pero su amor por Logan seguía vivo. A pesar de todo, ella lo ama.
“Despertará,”continuó Shayde. “Ella lo ama. Si él vuelve a ti, ella volverá también.”
“No quiero verlo,” respondí con firmeza.
Shayde se rió suavemente en mi mente, un sonido oscuro y burlón.
“Creo que ya es tarde. Preston seguramente ya le habrá informado a Logan que estás aquí y quién eres. Vendrá, Karin. Y cuando lo haga, no será bueno para nadie.”
Me levanté del sillón, ignorando el peso de sus palabras. No podía quedarme inmóvil, esperando lo inevitable. Necesitaba actuar, aunque fuera para mantenerme ocupada.
Me duché rápidamente, dejando que el agua caliente arrastrara algo de mi ansiedad. Cuando salí, me sequé con prisa y me dirigí al armario. El vestido negro que mi tío había enviado seguía sobre la cama, su tela brillante reflejando la luz tenue de mi habitación. Me lo puse, sintiendo cómo se ajustaba a mi cuerpo con una precisión casi incómoda.
Los tacones altos eran elegantes pero letales, una metáfora perfecta para cómo me sentía esa noche. Me maquillé con cuidado, resaltando mis ojos lila con un delineado oscuro y sombras plateadas que brillaban bajo la luz. Recogí mi cabello en una coleta alta, dejando mi cuello al descubierto, como dictaba la etiqueta en las ceremonias vampíricas.
El enfrentamiento podía esperar. Ahora tenía una fiesta que atender.
Cuando estuve lista, tomé mi chaqueta de cuero y mi bolso. Al salir de mi habitación, el vehículo real de mi tío ya me esperaba en la entrada principal. Las luces de la limusina negra brillaban en la oscuridad, y uno de los guardias me abrió la puerta con una ligera inclinación de cabeza.
—Princesa, buenas noches. — Su voz era grave, casi solemne, como correspondía al tono formal del reino.
Me acomodé en el asiento trasero, cruzando las piernas y tratando de aparentar una calma que no sentía. Mientras el vehículo se ponía en marcha, mi mirada se perdió en el paisaje que pasaba rápidamente. Las sombras de los árboles eran como fantasmas que me recordaban todo lo que estaba por venir.
Logan.
Su nombre rondaba mi mente como una maldición. ¿Qué haría si realmente venía a buscarme? ¿Qué diría? Por más que intentara ignorarlo, una parte de mí temía enfrentar el pasado, temía las respuestas a esas preguntas que tanto me atormentaban, pero a lo que más le temía era a los sentimientos que enterré cuando mi loba decidió retirarse a dormir.
Shayde permanecía en silencio, pero su presencia seguía ahí, observando, esperando. Era un recordatorio constante de lo que era ahora, de lo que nunca podría volver a ser.
Mientras el vehículo avanzaba hacia el castillo, donde la fiesta de la luna de sangre estaba a punto de comenzar, una certeza me invadió: la calma que sentía era solo un espejismo. Pronto, todo cambiaría. Y yo tendría que enfrentar lo que había tratado de dejar atrás.
Lina se removió, estaba despertando.
“Él lo sabe, y se dirige hacia aquí.”Shayde estaba molesta, pero también estaba feliz de recuperar a su amiga. Ella y mi loba se querían, no les importaba ser diferentes entre ellas.
Preston Bombon...