Yo, Lyra Vance, la autora que una vez dio vida a este mundo de pesadilla, ahora soy su prisionera. Ironías del destino, ¿no? Siempre me había fascinado la idea de trascender los límites de la realidad a través de la escritura, de crear mundos donde la oscuridad y el horror se entrelazaban en una danza macabra. Pero nunca imaginé que mis propias creaciones se volverían contra mí, que me arrastrarían a las profundidades de mi propia imaginación retorcida.
Fui Lyra, la escritora que tejía historias de terror con palabras afiladas como cuchillas. Pero ahora, soy Zephyr, la última víctima de mi propia pluma, condenada a un destino cruel y despiadado. Mis ojos, antes llenos de vida y curiosidad, ahora reflejan el terror que me rodea, la certeza de un final inminente, si no cambio el rumbo de la historia que yo misma escribí
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Capitulo 5
Llegar a la ciudad fue como participar en un torneo medieval, pero sin la gloria. Dos horas de viaje en un carruaje que parecía querer acabar con mi vida antes de tiempo. Con el estómago bailando tambor, y el corazón a punto de escaparse por la boca. Leonor, por su parte, se lo tomo con buen humor, como si mi sufrimiento fuera una comedia digna de ser representada en la corte.
Pero lo más inquietante, y que me puso la piel de gallina, no fueron los movimientos bruscos del carruaje, sino el silencio tenebroso del bosque que hay que pasar para llegar a la ciudad principal del ducado, es decir, su capital. Sentí en todo momento las miradas ocultas entre los árboles, como si los espectros nos acecharan desde la penumbra, a la espera de un paso en falso.
Por un instante, el miedo retrocedió ante la magnificencia de la ciudad. Un viaje en el tiempo materializado en piedra y ladrillo, donde la grandiosidad romana se fusiona con la elegancia griega en un abrazo cultural. El templo, imponente en su solemnidad, domina el paisaje urbano, mientras que las calles, testigos de siglos de historia, resuenan con el trajín de la vida cotidiana. Mercaderes ofrecen sus productos en puestos improvisados y tiendas establecidas, creando un mosaico humano de intercambios y trueques. La ciudad, un laberinto de experiencias y oportunidades, me llama a explorar sus secretos y cumplir mi destino.
El templo se alza ante mí, mi primer objetivo en esta nueva vida. Busco a alguien que pueda guiarme en el arte de la magia, la fuerza que palpita en mis venas y que Zephyr ignoró por completo. Ella, prisionera de las convenciones sociales, prefirió aferrarse a la idea de un matrimonio ideal, un sueño que se desvaneció como polvo de estrellas cuando la comprometieron con una bestia. Los rumores fueron suficientes para ella; el miedo a lo desconocido la paralizó. Pero yo soy diferente. La magia que me llama es la llave para forjar un nuevo destino, para mí y para esta historia que me ha atrapado y condenado a tener que morir otra vez, si no hago nada para impedirlo.
"Mis queridos padres" no estarán precisamente encantados con la idea de que aprenda magia, pero dada su falta de interés en mis asuntos, confío en que tardarán en darse cuenta. Y si me descubren, siempre podré alegar que lo financio con mis propias mesadas. ¡Después de todo, mi futuro esposo es el Emperador de las Bestias! No creo que ese orangután malhumorado se apresure a rescatarme cada vez que un monstruo decida que soy un bocado apetitoso, así que más vale que aprenda a defenderme sola.
__Señorita Moreau, ¿está segura de querer un maestro de magia? Le recuerdo que está a menos de un año de cumplir dieciocho años y nunca ha practicado la magia. El proceso podría ser largo y doloroso, dependiendo de su tipo de magia__.
El líder del templo frunce el ceño ante mi propuesta de entrenar mi magia, pero ya me he encargado de ablandarlo con unas monedas y una mirada de "víctima indefensa". Tengo menos de un año para dominar mis poderes, mi boda se acerca y no pienso depender de nadie para sobrevivir. Si ese orangután gruñón cree que voy a dejar que me conviertan en el plato principal de una bestia salvaje, ¡se equivoca!.
Conozco a mi prometido de pies a cabeza, después de todo, yo lo creé. Sé que no es un hombre fácil, pero tampoco es invencible. No voy a repetir los errores de la Zephyr original, que se dejó llevar por la pasividad y la resignación. Yo tengo el control de esta historia, y voy a usarlo para cambiar mi destino.
El entrenamiento mágico es importante, pero también lo es la supervivencia. Mi ropa actual es un obstáculo, no una ayuda. Necesito algo que me permita moverme con agilidad y defenderme si es necesario. Le pregunto a Leonor si conoce alguna tienda de ropa que haga diseños personalizados. Quiero algo cómodo y funcional, que me permita desenvolverme con facilidad en este mundo peligroso, que para mi desgracia yo misma cree.
__Señora, las tiendas de moda tradicional no creo que le interesen. Solo hacen vestidos pomposos y asfixiantes, como los que usted ya no quiere usar. Pero hace poco abrió una tienda nueva, propiedad de una baronesa. Ella ofrece diseños... digamos, poco convencionales. Han causado controversia por ser diferentes, atrevidos y con menos capas de tela. Quizás le interese echar un vistazo__.
La revelación de mi dama de compañía me ha alegrado por dos razones. La primera razón es la posibilidad de tener un guardarropa a la vez elegante y funcional, y eso un gran alivio. Necesito ropa que me permita desenvolverme con libertad en este mundo, sin renunciar al estilo de la época. No estoy dispuesta a romper las reglas de la moda por simple capricho, pero tampoco voy a sacrificar mi seguridad y comodidad por seguir convenciones sociales absurdas. La segunda razón, y quizás la más importante, es la posibilidad de que haya otra alma de mi mundo atrapada en esta historia. ¡Saber que no estoy sola en esta situación sería un gran alivio!.
Emocionada, le pido a Leonor que me guíe a la tienda de la baronesa. El camino es corto, y en unos minutos nos encontramos frente a un espectáculo indescriptible. De repente, nos encontramos frente a una construcción que parece un casino de Las Vegas en pleno siglo XIX. Luces, colores, ruido... ¡Es como si la baronesa hubiera traído un pedazo de Las Vegas a este mundo! Y el nombre, "Las Vegas", ¡iluminado con luces de maná! ¡No puedo evitar reír!. ¡No pude evitar soltar un grito de alegría al ver la fachada y el nombre de la tienda! ¡Esto confirma que no estoy sola en esta locura! ¡Alguien más de nuestro mundo ha terminado atrapado en esta novela!.
La felicidad se tornó en un recuerdo fugaz al oír los gritos desgarradores que inundaron el ambiente. La gente corre sin dirección fija, presa del pánico, mientras los dueños de los locales cierran sus puertas a toda prisa, buscando protegerse de lo que fuera que estuviera causando tal conmoción.
Mi cuerpo se movió por inercia, como si estuviese en trance. A pesar de los intentos de Leonor por detenerme, la arrastré conmigo hasta quedar frente a frente con la bestia que ha desatado el caos en la ciudad.
maldita sea
hijos de la tostada
que paso aquí 😔