Victoria Casani es una chica de 24 años con poca vida social, su día a día se basa en ir a la universidad y forjar su carrera a base de esfuerzo y dedicación, ella sueña con ser arquitecta, ella vive con sus padres Carmen que es de Asendencia Mexicana y Lorenzo que es Italiano, también con su hermano mayor Gabriele, viven en la hermosa ciudad de Florencia- Italia.
Leonard Loannou tiene 38 años, es un excelente decano de diseño arquitectónico y hace poco se unió a (Università degli Studi di Firenze, UNIFI) en Florencia, el es de origen Griego, pero decidió mudarse a este nuevo país, ya que le llegó una excelente oferta de esta universidad, a la que por mucho tiempo estuvo aplicando, pero hasta hace unas semanas se le dió la oportunidad gracias a su excelente perfil profesional.
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CAPITULO 5
LEONARD LOANNOU
Tengo 38 años, nací en Salónica- Grecia, soy arquitecto, pero no ejercí mi carrera, hice un Magíster en Diseño Arquitectónico, mi vocación siempre fue la docencia, y terminé por aplicar en una de las mejores universidades de Italia Università degli Studi di Firenze, UNIFI, me rechazaron en un par de ocasiones, pero gracias a un amigo y colega aceptaron mi solicitud, mudarme de país Siempre fue mi sueño, mi relación familiar es un poco disfuncional, mi madre y mi padre son divorciados, pero siguen viviendo juntos, son peleas constantes, hasta por la cantidad de veces que respiran ellos discuten y eso me enferma.
Además, soy el mayor de 4 hijos, y mis hermanos son demasiado peculiares, soy muy organizado, meticuloso y sobre todo me encanta verme bien, y ellos son todo lo contrario, había intentando irme de casa en varias ocasiones, pero la manipulación de mi mamá me hacía volver, pero ya no más, por eso decidí forjar mi futuro lejos de ellos.
El primer día de clase una de las alumnas casi me choca su auto con el mio, tengo que ser sincero, ella iba a tomar ese lugar en el parqueadero, pero yo tenía demasiada prisa y ella era muy lenta, así que me hice en su lugar, en el momento por su altanería y grosería no me hizo sentirme culpable, pero en el trascurso del día le pedí disculpas, lo que hice no estuvo bien, además sería mi alumna.
Hablé con el Director de la facultad de arquitectura, le pedí un lugar exclusivo en el parqueadero, él accedió de inmediato, luego recordé a aquella chica, le comenté a él y al saber de quién se trataba no puso ningún impedimento, me envió con su secretaria y ella se encargó de darme las tarjetas con los lugares remarcados, ella tendrá la zona de parqueo 07, la mía será la 08.
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Hoy ella tenía un poco de afán por ir a su siguiente clase, pero la hice quedarse, debía entregarle la tarjeta, ella me agradeció y se fue corriendo, está chica me parece un poco misteriosa, no es para nada mi tipo de mujer, pero desde que la conocí no sale de mi mente, verla como una fiera pelear por un espacio y luego en clase tan concentrada, callada y apartada de los demás, es como si fuera una persona reprimida o con doble personalidad.
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Después de una larga y extenuante jordana laboral, recogí todos mis materiales de trabajo, los guardé en el Locker, tomé mi maleta y salí hacia el parqueadero, del otro extremo vi como aquella chica corría a buscar su auto.
- No sé por qué corre, su auto no se va a ir sin ella-- dije y en voz alta y uno de los estudiantes que aún estaba en la facultad me escuchó.
- Ella es así profesor, un poco extraña, usted simplemente ignórela -- me aconsejó, yo sonreí y me fui en dirección a mi auto.
Ella salió primero y luego yo me fui rumbo a mi casa, estaba realmente agotado, mientras conducía me di cuenta de que tomamos la misma ruta, ella iba dos autos más adelante, no preste más atención y seguí mi trayecto como normalmente lo hago, cuando giré el auto para entrar en la calle donde estoy viviendo vi el auto de ella parqueado, yo vivo 5 casasx más adelante, mientras dejaba mi auto en el parqueadero la vi subiéndose de nuevo a su auto, luego procedió a guardarlo en la cochera, ahí confirme mi duda, no solo la tengo de estudiante, también es mi vecina.
Entré y tomé una ducha, estaba realmente cansado, luego me acosté a dormir.
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Ya llevaba dos semanas dando clases en la universidad, los chicos son bastante participativos, la señorita Casani no es muy activa, pero les he dejado varios trabajos y es la que mejor los realiza, llegué a pensar que ella no es la que los hace, pero menos mal no se lo dije sin antes averiguar, la he visto en dos ocasiones en la biblioteca de la facultad, siempre se hace en la misma mesa que está ubicada al lado de una de las ventanas, pasé por casualidad por ese lugar y vi como manejaba el programa, lo hacía muy bien, le falta un poco de práctica y experiencia, pero me quedo claro que sí los realiza ella misma.
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Estaba sentado en mi escritorio cuando una de las alumnas se acercó torpemente y tropezó, haciendo que la mesa se moviera y todo el café fuera a dar a mi camisa.
- Decano, discúlpeme, no lo hice adrede -- se disculpaba la chica.
- no te preocupes, traigo una camisa de cambio -- me puse de pie -- chicos, por favor sigan realizando los planos, en un momento regreso, estaré en la sala de profesores-- dije y salí.
Fui a la sala de profesores, no había nadie, así que tomé de mi locker la camisa y fui al baño, desabotone mi camisa manchada, la lavé con un poco de agua para que no se fuera a manchar y tomé la camisa limpia, me la iba a poner, pero sentí un olor muy fuerte a café.
- Necesito sacar este olor de mi cuerpo-- dije y en ese momento recordé que la sala estaba vacía, entonces salí y fui al locker a sacar unos pañitos húmedos que siempre cargaba en caso de necesitarlos, los tomé, di media vuelta al escuchar la puerta abrirse.
- Y-yo...yo, lo siento-- dijo la señorita Casani y dió media vuelta, esto me causó mucha risa.
- creo que ya tienes la edad suficiente para haber visto siquiera el torso de un hombre-- dije en broma, ella giró su rostro y paso de la vergüenza a la ira, tenía una mirada asesina.
- usted no sabe nada, asi que no asuma cosas que no sabe profesor -- dijo y caí en cuenta de mi error-- ¿y no se piensa vestir?-- me preguntó, ya iba a responder cuando escuchamos unos pasos en el pasillo.
Alguien se dirigia a la sala de profesores, Victoria me miró asustada, entonces yo me acerqué a ella, la tomé de la mano y la llevé al baño conmigo.