Massimo Russo tenía que cumplir con su destino , él no lo había elegido ,pero su vida había sido escrita hace muchos años.
Su padre había sido asesinado,su madre tuvo el mismo destino, solo que antes había Sido abusada sexualmente antes.
Su abuela Carlotta los había criado a su hermano pequeño Pietro y a él. Pero no hubo día que no relatará esa historia una y otra vez, y lo había preparado para su venganza toda su vida. Había llegado el momento.
y lo haría con la hija de su peor enemigo la familia Ferrari. La bella y inocente Sofía( o era lo que creía) era hermosa pero la destruiría para matar a esa familia.
Solo haría justicia por sus padres como su abuela se lo había pedido .Pero ¿que sucede si el amor hace de las suyas en la vida de ambos? ¿Podrá cumplir lo que planeo?
Veremos en esta nueva historia que sucede ...entre los protagonistad...
Lealtad , venganza , amor ,destino...
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CAPÍTULO 4: “Inicio del Juego"
El sol ya estaba asomando sobre Roma, pintando el cielo de naranja y rosa. La ciudad despertaba lentamente, con el ruido de los coches, micros, gente caminando, en bici y el aroma del café recién hecho llenando el aire de los diferentes bares y café de la zona.
Para Sofía, este no era un día cualquiera; era el inicio de su aventura universitaria, un nuevo capítulo en su vida que se abría y sabía que vendrían experiencias inolvidables. O eso creía, hasta que el recuerdo de ese día en el restaurante la asaltó, haciendo que se sienta incómoda y recordaba ese rostro, aunque ella no lo quisiera.
Bueno basta Sofía se dijo, tema terminado.
Respiró hondo, sintiendo la emoción del primer día mezclada con un leve temor. Hoy dejaba atrás su hogar, su familia, para volar sola, para construir su propio camino.
Sus padres Marco y Andrea estaban orgullosos y emocionados, la habían acompañado hasta la puerta de su nuevo departamento, no era muy grande pero para ella sola esva súper bien se decía, y era lo que iba a poder pagar. Porque además de comenzar a estudiar , también empezaba su nuevo trabajo en una de las empresas de su padre, pero aunque él renegó y se enojo, ella le dijo que empezaria de a poco,para ir ganando el respeto y su lugar ahí .Lo haría como secretaria no como jefa por ser hija del dueño.
-"Grazie di tutto, mamma, papà. Vi voglio bene," les dijo, abrazándolos con fuerza. "Ci vediamo presto."
Con una sonrisa y un nudo en la garganta, se despidió y salió a la calle. Decidió caminar hasta la universidad, disfrutando del ambiente de la ciudad. No quería depender de un chofer ni aceptar el auto que su padre le había ofrecido. Quería ganarse su independencia con su propio esfuerzo, trabajando y estudiando, demostrando a sí misma que era capaz de alcanzar sus sueños.
Mientras iba caminando, iba recordando.La noche en el restaurante había sido una salida de chicas con Antonella. Celebrando el inicio de la facultad, del trabajo, por eso habían elegido un local con encanto en el barrio de Monti. Risas, pasta deliciosa y vino espumoso llenaban la velada. Pero la tranquilidad se había roto cuando Antonella, siempre impulsiva,haciendo de las suyas como lo hacía siempre ,había fijado su atención en una mesa donde estaba un grupo de hombres sentados en una mesa cercana.
Antonella, con los ojos brillando de picardía. "El rubio está muy bueno. Creo que voy a ir a saludar."
Sofía había intentado pasarla. "¿Antonella, por favor, no hagas tonterías. Estamos aquí para celebrar, no para estar con hombres"
Pero Antonella, que jamás escuchaba ni menos obedecia, se había levantado y se había dirigido con paso firme hacia la mesa de los hombres. Sofía, avergonzada y preocupada, se había levantado rápidamente para seguirla.
Al llegar a la mesa, Antonella se había presentado con su habitual tono y sin ningún inconveniente ni vergüenza. " Soy Antonella."
Uno de los hombres, un tipo moreno con una mirada intensa, y los ojos más bellos que ella conociera. Le había querido estrechado la mano.
-"Soy Massimo" con tanta seguridad, confianza en él mismo.
Obvio que ella no le dió su mano, no le conocía.
Fue entonces cuando Sofía había visto a Massimo por primera vez. Su mirada, intensa y penetrante, la había recorrido de arriba abajo, haciéndola sentir desnuda y vulnerable. A pesar de no haberle indicado se sintió acalorada y nerviosa, Sofía había sentido una conexión inexplicable con ese hombre, una atracción que la asustaba y le gustaba muy a su pesar. Estaba bipolar se decía ella.
Después de unos breves intercambios con su amiga, Sofía había logrado convencer a Antonella de retirarse.
Le había dicho:-"Antonella, por favor, no seas tan impulsiva. No todos los hombres a los que te acercas son buena gente," le había retado luego Sofía, eres muy atrevida y no piensas.
-"Ay, Sofía, eres demasiado virgen. Hay que vivir la vida y arriesgarse un poco," había respondido Antonella, encogiéndose de hombros y solo le sonrió.
Pero la sensación de la mirada de Massimo sobre ella había permanecido durante toda la noche, no pudo dormir casi, al recordar ese rostro , esa forma de mirarla, como una marca que no se veía en su piel.
Ahora, mientras caminaba hacia la universidad, Sofía se preguntaba si todo eso había sido casualidad.
¿Quiénes serían ellos? nunca los había visto en la ciudad.
Mientras seguía pensando, iba reflexionando, paso por ese bello lugar, admirando la majestuosidad de la Basílica de San Pedro.
Y de repente un coche deportivo negro frenó bruscamente a su lado. Sofía contuvo el aliento, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Sabía quién estaba al volante antes incluso de levantar la vista.
-"Hola linda, ¿te llevo?" preguntó Massimo, con una sonrisa seductora que llegaba a sus ojos.
El juego, pensó Massimo, había comenzado.
-"No gracias, no subo en autos con desconocidos," respondió con firmeza, tratando de ocultar sus nervios en su voz .
-"Ya no somos desconocidos, hemos hablado¿no recuerdas?", insistió Massimo, con una mirada que recorrió su cuerpo de arriba abajo, haciéndola sentir expuesta y vulnerable.
Otra vez me mira así dijo Sofía, ¡qué fastidio es este hombre!
Que mi cuerpo reaccione tan rápido a él, trato de desimular todo.
Sofía sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que Massimo era un hombre poderoso, un hombre acostumbrado a conseguir lo que quería. Y ahora, parecía que la quería a ella, cómo si yo fuera un trofeo. Decidió ignorarlo y seguir caminando, pero el coche avanzó lentamente a su lado.
-"última oportunidad, subes?" preguntó Massimo, con una sonrisa que revelaba su lado más oscuro.
-"Que le dije que no señor , no lo haré , me puede dejar en paz?" respondió Sofía, sintiendo un miedo irracional apoderarse de ella. Sabía que Massimo no era un hombre normal, y su insistencia la estaba asustando. Pero también sentía una extraña fascinación por él, una atracción prohibida que la hacía cuestionar sus propios límites. Decidió acelerar el paso, con la esperanza de perderlo entre la multitud.
Sin embargo, el coche siguió a su lado, hasta que llegaron a las puertas de la universidad. Sofía se detuvo y lo miró con furia.
-"Es usted un psicópata o algo parecido ? quiere que lo denuncie?" preguntó Sofía, muy nerviosa.
Massimo sonrió, revelando una hilera de dientes blancos y perfectos.
-"¿Y qué le dirás a la policía, que te iba cuidando?
Hay muchos degenerados sueltos, que al verla quedarían flechados por su belleza, Sofía"
Sofía no quiso escuchar más. Se dió la vuelta y corrió hacia las escaleras de la universidad, sintiendo la mirada de Massimo clavada en su espalda. Subió los escalones de dos en dos, con el corazón latiendo a mil por hora. Necesitaba alejarse de él, necesitaba sentirse segura.
Al llegar a la cima de las escaleras, se detuvo un momento para recuperar el aliento. Miró hacia atrás, pero Massimo ya no estaba.
Fue entonces cuando una extraña sensación la invadió. A pesar del miedo y la confusión, Sofía sintió una sonrisa dibujada en sus labios. Se tocó el pecho, justo donde su corazón latía con fuerza.
"Hay por Dios Sofía que te pasa con ese hombre ,nunca sentí esto en mí corazón , y mí cuerpo reacciona , siento cosas que nunca imaginé," pensó Sofía, sintiendo una mezcla de excitación y terror".
Massimo no vio la sonrisa de Sofía, no vio cómo su corazón se aceleraba con solo pensar en él. Él no sabía que, a pesar de sus intentos por asustarla, había logrado despertar algo en ella, algo que Sofía no entendía pero que, en el fondo, deseaba explorar.
Sofía entró en la universidad, sintiendo que su vida acababa de dar un giro. Su primer día de clases ya no era solo el inicio de una nueva etapa, sino el comienzo de un juego peligroso, un juego en el que el premio era su propio corazón, ella no lo quería así, pero el destinó ya está marcado y escrito para todos.
Massimo dio vuelta su auto para volver a su oficina ,llamo al celular de su hermano Pietro y cuando lo atendió le dijo:
-Te quiero ya en la facultad, estarás en camino imagino ¿me imagino?
-Si hermano estoy yendo , no te preocupes , no me tortures.Contesto Prieto enojado.
Massimo corto la llamada .
Mientras manejaba regresando para su oficina, pensaba en Sofía.
-Te voy a hacer arder nena conmigo, cada vez que me llamaste señor, será tu perdición cuando te toque y te haga pagar.
Será una tortura para ti verme todos los días, querrás más de mí, tendrás sed, te lo daré todo, pero a la vez te vas a quemar en mi infierno.
-“Lo juro por la memoria de mis padres, su mirada se volvió oscura y fría".
.. Tanto me vas a desear…y luego será tu peor sufrimiento...
Así iba Sofía a la facultad ..
Maximo en su auto...