Carolina de recién 18 años acostumbrada a trabajar desde los 15 años que envuelva en problemas y cansada de abusos acepta emigrar al extranjero con visa de trabajo por una buena propuesta tratando de huir de todo eso.
Al llegar allá poco tiempo le duro la libertad, fue llevada con engaños solo para saldar con ella un gran deuda ofreciéndola en matrimonio, para el hijo de un mafioso.
Quien la lleva era en realidad un vendedor de droga, adicto y jugador de mal alma que debia a muchas organizaciones por producto y su virginidad de ella ofresio como pago, ella descubre que fue el pago de la deuda de su padre y por eso se la llevaron con engaños.
Acompáñame a vivir cada sentimiento de Carolina y para los que pedían segunda parte de la novela "Sueños Rotos" aquí nos encontraremos con lo que paso después de muchos años y veremos a Celeste...
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LA DESPEDIDA
Carolina: "Doctor yo ya tengo pasaporte, ¿en cuánto saldría mi visa?".
Jesua: "Tengo un amigo en la embajada que me debe unos favores y puede demorar pocos días o solo uno si tú te animas a viajar".
José: "Hijita piensa bien todo, que aquí en casa te puedes quedar y abrir la tienda que tenía mi mamá no se ingeniárnoslas"
Carolina: "Para que la próxima casa incendiada sea la tuya y ponerte en riesgo no José, pero gracias por todo, te quiero como el tío que nunca tuve".
José: "El trámite ese es en Lima, déjame pedir unos días que me deben en el trabajo y acompañarte, ver que todo sea legal, no me gustaría que te pase nada".
Carolina: "Tienes razón José, no quiero ir sola tampoco, tú eres el único que me queda".
Jesua: "Compraré pasajes en línea para mañana, para los tres, y en una hora llegamos allá yo ya le iré hablando a mi amigo y mañana mismo vamos a la embajada, apúntame tu número de celular y te llamo en un rato Carolina para decirles a que hora viajamos".
José: "Ahora si me disculpa iré con ella a darle un mate de manzanilla para que se calme y algo de cenar".
Ya dentro de la casa de José, Carolina no podía pasar bocado se echó a los brazos de José y se puso a llorar, pero José la calmaba y le decía que ningún bien valía su vida y su integridad, pero que algo lo hacía desconfiar del gringo ese así que le recomendó que en ningún momento se despegue de su pasaporte, entro y busco entre las cosas de su mamá y saco tres sujetadores de faja larga hasta la cintura que eran nuevos, tenían dos cierres uno de bajo de cada pecho y le dijo.
Jose: "De tu talla de cintura yo creo que si te hacen y de lo demás espero que también hijita, en estos bolsillos metes el pasaporte con tu permiso de trabajo así como tu Documento de identidad, te pasara cualquier cosa solo sales como a la tienda y escapas te vas a la embajada y de ahí te regresas, llámame seguido eh, y ven busquemos que más te puede servir de la ropa de mi mamá tenía blusas que nunca se puso y yo le compre".
Entre los dos buscaron y hasta un par de abrigos bonitos Carolina escogió, en eso llamo, el Doctor Jesua diciendo que el vuelo salía a las 10 que estén dos horas antes, Siguieron buscando hallando algunas blusas, pantalones de vestir, unas chompas, pijamas y zapatos, José trajo una maleta y acomodaron todo, él preparo un maletín como para unos días.
Carolina: "José sabes en la casa se perdieron cinco mil soles en dinero que ahorré, no tengo un céntimo y tampoco tengo ropa interior de esa si no me puedo llevar de tu mamá".
José: "Pues no, tranquila saliendo de aquí pasamos por el supermercado de aquí abajo y te compras unos cuantos yo te pienso dar un dinero por lo que pasara, guárdalo bien y que no te lo vea ese señor, te llevas tu laptop esa felizmente siempre la traes en tu mochila, ahhh llévate perfumes de mi mamá tiene una colección de cosas sin usar aquí en este cajón escoge lo que quieras, sé que mi mamá te va a cuidar a donde vayas".
Carolina: "Me regalas una foto de ella".
José: "Mejor que eso mira estas fotos aquí hay muchas con tus abuelos más escoge las que quieras".
Ella escogió una pequeña que pudo poner tras la funda trasparente de su celular para verlos siempre.
Ella durmió en la cama de José y Jose en el sofá de la sala, Carolina despertó temprano y despertó a José quería ir a dar una vuelta por su ciudad antes de irse, ambos se bañaron en diferentes baños y salieron listos ella con una maleta llena de ilusiones y él con una seria preocupación por Carolina.
Se fueron en el carro de José a pasear por San Lázaro, vieron las iglesias de la ciudad, el convento de santa catalina, la catedral con la plaza de armas, ella se despedía de su tuturutu en la pileta central todo a la pasadita, fueron al mirador de Yanaguara donde ella le dijo adiós al misti y prometió regresar pero lo decía con lágrimas en los ojos.
Carolina: "¡Podre salir de Arequipa, pero Arequipa no saldrá de mí¡, ¡lo juro!, regresaré José, solo guarda los papeles de mi casa como hasta ahora".
José: "No eres la única que tenía ahorros toma son tres mil dólares te alcanzan para que te regreses por si te pasa algo, solo guárdalos de una vez donde te dije".
Carolina ya llevaba puesto ese sujetador y guardo el dinero en un bolsillo, tomaron rumbo al aeropuerto y José dejo su carro en una playa de estacionamiento cercana, mientras Carolina compraba ropa interior básica con 100 soles que él le dio, siguieron en taxi hasta adentro del aeropuerto que es lejos de donde pasan los carros y ya los esperaba el Doctor Jesua".
Jesua: "Buenos días a los dos, pensé que te quedaste sin ropa Carolina, pues ya ve que cuando una quiere todo lo consigue de eso no se preocupe".
José: "Buenos días, Doctor".
Partieron a Lima y dejaron el equipaje guardado en el aeropuerto solo José llevaba su maletín y Carolina su mochila con su laptop que no dejaba para nada, fueron a la embajada y como si todo estuviese listo con meses de anticipación solo llegaron les dieron un turno preferencial no esperaron mucho y ella salió con el pasaporte sellado con visa de trabajo.
Regresaron al aeropuerto y el doctor ya tenía los pasajes comprados, salía el vuelo solo en dos horas, almorzaron algo ahí en el aeropuerto y antes de que embarquen Carolina se abrazó de José muy fuerte y se puso a llorar ahi él aprovecho de que el doctor los veía y saco 200 dólares.
José: "Cuídate como te enseñaron tus abuelos y mi madre solo te puedo dar estos 200 dólares aunque sea para que te compres helados y sé la joven valiente que eres tienes solo 18 años y ya estás yendo a trabajar a los EEUU, que Dios y la Virgencita de Chapi te cuiden en cada paso que des".
Carolina: "José eres el único tío que tengo, gracias por todo, te quiero mucho".
Llamaron para que embarquen y la tuvo que soltar, ella iba con su mochila y jalando su maleta, detrás de ella el Doctor como si tuviera miedo que ella se perdiera".
