Llévate a Mi Esposo

Gendis miró a Desi con una expresión seria pero relajada. "Entonces, ¿puedo salir de la vida de tu esposo? Y una cosa más, no dejes ese amor en mi corazón después. ¡No quiero llorar repentinamente angustiada si lo veo, ¿sabes?!"

Desi sonrió levemente, pareciendo aliviada. "Puedes, como quieras. Yo... aunque todavía lo amo, ya no me importa. Soy feliz aquí con mi bebé. No quiero llevar esa carga para ti."

Gendis suspiró profundamente, metiendo las manos en los bolsillos (que en realidad no existían). "¡Menos mal! Ya me imaginaba un drama al estilo de telenovela si todavía llevo tu amor. Sería una molestia."

Desi rió suavemente. "Eres una persona muy diferente, Gendis."

Gendis se encogió de hombros. "Bueno, solo se vive una vez... aunque ya esté muerta. Pero aún así, la vida tiene que ser emocionante, no complicada. Así que si soy libre de manejar tu vida, eh, quiero decir, esta nueva vida mía, la viviré a mi manera."

Desi asintió con convicción. "Confío en ti. Eres más fuerte que yo."

Gendis se señaló a sí misma con orgullo. "Sí, claro. ¡Mírame! Pero hablando de eso, todavía estoy molesta con tu esposo. De verdad, no se merece tu amor."

Desi solo sonrió, con lágrimas aún corriendo por sus mejillas. "Por eso te elegí a ti. Seguro que puedes enfrentarlo todo. Vive como quieras, Gendis."

Gendis asintió. "Vale, trato hecho. Pero prometo enterrar a tu bebé primero, ¿sí? Eso es lo más importante para ti."

Desi sonrió cálidamente, y por primera vez se veía realmente en paz. "Gracias, Gendis."

Desi tocó la frente de Gendis una vez más, transfiriendo todos sus recuerdos y sentimientos. Destellos del pasado de Desi giraron en la cabeza de Gendis, incluso los momentos más dolorosos con su esposo. Pero como lo había pedido, el amor de Desi no la siguió.

Cuando la transformación terminó, Gendis abrió los ojos e inmediatamente vio un espejo de agua cerca.

Miró su reflejo, tocando su largo cabello y su nuevo cuerpo. "¡Wow! Así que así se siente tener el pelo largo y un cuerpo más... ehm, femenino. Ay, esto es como una mejora de personaje en un juego."

Gendis miró a Desi que sonreía a su lado. "Vale, me encargaré de todo. Descansa en paz en el cielo con tu bebé, ¿sí?"

Desi asintió, sus ojos comenzaron a desvanecerse como una luz parpadeante. "Adiós, Gendis. Tu vida está ahora en tus propias manos."

Cuando Desi desapareció, Gendis se miró de nuevo en el espejo.

Suspiró profundamente. "Vale, Gendis. Bienvenida a la nueva vida. Hagamos que este drama sea más divertido, sin el embrollo del amor tonto del pasado. ¡Vamos!"

Una luz blanca deslumbrante llenó la vista de Gendis. Intentó cerrar los ojos, pero la curiosidad la obligó a echar un vistazo. "¿Qué es esto? ¿Dónde estoy?" pensó. Su cuerpo se sentía pesado, como si acabara de pelear con un monstruo.

Al poco tiempo, el mareo en su cabeza comenzó a disminuir, y abrió los ojos con cuidado. La vista a su alrededor se hizo clara lentamente. "¿Esto es... un hospital? Espera, ¿estoy viva de nuevo?" pensó con confusión.

Intentó mover su cuerpo, pero los aparatos médicos conectados a sus manos limitaron sus movimientos. "Oh, genial, una nueva vida pero ¿por qué se siente como ser un paciente de prueba?" murmuró en su interior mientras suspiraba suavemente.

Sus ojos captaron un botón rojo en el lado de su cama. Sabía que era el botón de emergencia. Con dificultad, alcanzó el botón y lo presionó. "Si muero de nuevo solo por sed, será la muerte más tonta."

En la sección de enfermeras, una enfermera que estaba revisando un monitor de repente abrió los ojos al ver que la luz indicadora en la sala de la UCI se encendía. Inmediatamente levantó el teléfono y habló rápido. "¡Doctora Andini! ¡El paciente en la UCI 301, la señora Desi, está mostrando respuestas! ¡Debe venir aquí ahora!"

Después de colgar el teléfono, la enfermera corrió inmediatamente hacia la sala de la UCI, con la respiración entrecortada. El sonido de sus pasos resonó en el pasillo del hospital que estaba bastante vacío.

Al poco tiempo, la doctora Andini llegó con una expresión preocupada. Su respiración era un poco agitada por la prisa. "¿Cómo está su condición?" preguntó rápidamente a la enfermera que ya estaba frente a la puerta de la sala de la UCI.

"La señora Desi presionó el botón de emergencia, doctora. Parece que está consciente."

La doctora Andini asintió, luego respiró hondo antes de entrar en la habitación. "Bien, vamos a ver."

Desi, o más bien Gendis en el cuerpo de Desi, volteó la cabeza cuando la puerta de la habitación se abrió. Una mujer de mediana edad con una bata de médico entró junto con una enfermera.

Desi inclinó la cabeza, intentando sonreír aunque sus labios se sentían secos. "Finalmente hay alguien. Ya casi pensaba que me habían abandonado aquí," dijo tranquilamente, aunque su voz era débil.

La doctora Andini detuvo sus pasos por un momento, sorprendida por el tono alegre de la paciente que acababa de despertar del coma. "Señora Desi... ¿Ha despertado? ¡Gracias a Dios! ¿Cómo se siente?"

Gendis giró los ojos como si estuviera pensando. "Hmm, un poco de dolor de cabeza, el cuerpo muy pesado, y esta garganta como un desierto. Entonces, doctora, ¿podría pedir un vaso de agua primero?"

La enfermera que estaba al lado de la doctora Andini contuvo una pequeña risa. La doctora Andini sonrió, aliviada al ver signos de vida en su paciente. "Por supuesto, se lo traeremos. Pero antes, permítanos revisar su condición primero."

Desi asintió suavemente. "Adelante, doctora. Pero prometa que el agua estará fría. No quiero que esté tibia."

La doctora Andini rió suavemente. "Bien, pero que la enfermera se encargue de eso."

La doctora Andini comenzó su revisión. "Señora Desi, intente agarrar mi mano. Apriete un poco."

Desi intentó agarrar la mano de la doctora, aunque sus manos todavía estaban débiles. "Ay, lo siento, doctora. Normalmente puedo ser más fuerte que esto."

La doctora Andini sonrió. "No importa. Acaba de pasar por un momento difícil. Lo importante es que haya despertado, y eso es un gran avance."

La enfermera a su lado anotó los resultados de la revisión. "Su presión arterial está empezando a estabilizarse, doctora."

Desi miró a la enfermera con una pequeña sonrisa. "Gracias, señorita. Eh, ¿puedo llamarla señorita? ¿O tengo que llamarla enfermera como en las películas?"

La enfermera sonrió cortésmente. "Llámeme como se sienta cómoda, señora Desi."

Desi sonrió con picardía. "Vale, señorita enfermera entonces. También es genial."

La doctora Andini negó con la cabeza suavemente, pero su sonrisa no desapareció. "Es realmente una paciente única, señora Desi. Normalmente, los pacientes en coma que acaban de despertar todavía están confundidos, pero usted parece estar muy relajada."

Desi rió suavemente. "Bueno, ¿qué se le va a hacer, doctora? Hay que tomar el lado divertido de la vida. Además, ya tengo experiencia en morir, así que siento que no hay necesidad de preocuparse por todas estas pequeñas cosas."

La doctora Andini y la enfermera intercambiaron miradas, ambas no pudieron evitar sonreír. "Usted, espero que su espíritu ayude a su proceso de recuperación," dijo la doctora Andini.

Después de que terminó la revisión, la doctora Andini concluyó. "Su condición es mucho mejor de lo que pensábamos. Sin embargo, debe descansar y no esforzarse demasiado."

Gendis asintió obedientemente. "Bien, doctora. Pero no se olvide del agua fría, en serio la necesito."

La enfermera rápidamente trajo agua fría según la petición de Gendis. Cuando llegó el agua, Gendis bebió el agua fría hasta que se acabó. Sintió que su garganta seca se hidrataba lentamente.

Los ojos de Desi se entrecerraron, respirando aire fresco que se sentía diferente del lugar que recordaba antes. "Ah, qué bien... Esta agua debería ser la primera bebida para todos los que se despiertan de un coma," murmuró, sintiéndose un poco más fresca.

Sin embargo, el ambiente en la habitación cambió de repente cuando la doctora Andini la miró con una expresión triste.

"Señora Desi," la voz de la doctora se sintió pesada, "yo... tengo que decirle algo muy difícil."

Desi miró a la doctora Andini con atención, sintiendo que algo malo iba a venir. "¿Qué? No me diga que me van a pedir que deje de comer comida rica, doctora."

Desi intentó cambiar el ambiente con una broma, pero la doctora Andini solo negó con la cabeza con una expresión sombría. "Su hijo... Él... falleció."

Al escuchar esas palabras, Desi solo se quedó en silencio. Un sentimiento profundo y silencioso se extendió en su pecho, aunque su expresión permaneció relajada.

"Lo sé..." pensó en su interior. En ese jardín, ya se había encontrado con la Desi original cargando a su bebé, un bebé que también se había ido con su madre.

Desi miró a la doctora Andini con ojos que permanecieron tranquilos, aunque había una ligera profundidad oculta. "Lo sé, doctora... Ya me he encontrado con mi hijo en un sueño."

La doctora Andini y la enfermera que estaban a su lado parecieron sorprendidas por la declaración tan plana de Desi. Intercambiaron miradas, aún sin poder comprender completamente lo que Desi acababa de decir.

"¿Lo sabe? ¿Se siente muy triste?" preguntó la doctora Andini con voz suave, preocupada por los sentimientos de Desi.

Desi suspiró profundamente, mirando por la ventana como si estuviera pensando en algo más profundo. "Por supuesto que estoy triste, doctora. Muy triste," respondió, su voz permaneció tranquila aunque era claro que había tristeza que se transmitía. "Pero, mi bebé me dijo que siguiera viviendo... incluso cuando sé que ya se ha ido."

La enfermera que la escuchaba pareció confundida. "¿Su bebé le dijo...?"

Desi sonrió levemente, sus ojos miraron al vacío por un momento. "Sí, en mi sueño. Él dijo, mamá, no llores. Tu vida es todavía larga, y estoy feliz allí. Él dijo eso."

La doctora Andini y la enfermera se quedaron en silencio. No sabían qué más decir. Sabían que perder a un hijo es algo que no se puede describir con palabras, pero ver la actitud de Desi tan tranquila, incluso un poco alegre, las impresionó y las confundió al mismo tiempo.

Desi continuó con una voz más ligera. "Tal vez solo fue mi imaginación o mis sentimientos. Pero siento que mi hijo me dio fuerzas. Él quiere que siga adelante, que viva de una manera mejor."

La enfermera asintió, aunque parecía que todavía se sentía dudosa. "Pero, aún así, señora Desi, lamentamos mucho no haber podido salvar a su bebé."

Desi sonrió, pero esta vez su sonrisa fue un poco más amplia. "Lo sé, y estoy agradecida, porque los doctores y las enfermeras se han esforzado y me han hecho sobrevivir. Pero, si mi vida ya está determinada de esta manera, bueno, ¿qué se le va a hacer? Solo tengo que aceptar y seguir adelante. Después de todo, todavía tengo mucho tiempo."

La doctora Andini vio un cambio en el rostro de Desi, aunque había un dolor que no se podía ocultar, Desi todavía se esforzaba por parecer fuerte.