Un Hombre Poderoso

Javier coloca su mano en el mentón de Paola, ejerciendo mucha fuerza. Deseaba matarla con sus propias manos.

_____ Tú tuviste que ver con todo lo que le paso a Cataline. ____ Afirma Javier, apretando los dientes.

La frialdad con la que Paola miraba a su ahora esposo era impresionante... Sin dejar de ver a los ojos, Paola le confirma que está en lo correcto.

_____ Esto es solo para que veas hasta donde llega mi poder. No será nada en comparación con lo que le haré si se vuelve a cruzar en mi camino.

______ Adviértele a esa perra que se mantenga alejada de ti y de mí. O, no voy a tener ninguna compasión con ella.

Javier suelta su mano del mentón de Paola, eleva su mano con toda la intención de darle una bofetada a su esposa.

Paola no demostró ni un poco de miedo. Era peor de lo que yo me imaginaba.

______ Anda, poneme una mano encima y le contaré a tus padres todo.

_____ Yo no tengo nada que perder, entre mis brazos tengo el boleto de la fortuna Zamora, puedo vivir como reina por el resto de mi vida.

_____ Pero tú, no; cariño.

_____ Toda la lealtad que tus padres han tenido contigo hasta ahora se terminaría.

_____ ¡¿Crees que me puedes amenazar?!

______ ¡No eres más que una golfa! Cómo te atreves a amenazarme ____ Javier perdió el control de él mismo.

Cada día que pasa, el hombre se hace más manejable, Paola tenía el control sobre sus debilidades. De la misma manera en como un día lo tuvo conmigo.

______ Le contaré a la bastarda que ella es la única heredera de las empresas y de toda la fortuna Zamora.

______ ¡También les contaré que fuiste capaz de meter a la cárcel a un hombre inocente, solo para quedarte con su esposa y su hija!

_____ Ante los ojos del mundo, yo seré una víctima de un hombre perverso, qué se aprovecho de su poder y riqueza para quitarle todo a un hombre trabajador.

Javier baja lentamente su mano, apretó su puño, sin decir nada más sale de la habitación de Paola.

Al quedar sola, Paola mira al niño con odio, si ella no era feliz como tanto lo deseo, nadie lo sería.

...Los días comenzaron a avanzar, rápidamente. Dos años pasan desde que fui encerrado....

Todos los días entreno dentro de estas cuatro paredes. Mis habilidades de pelea son buenas.

Entrenaba todos los días, con el deseo de la venganza. He aprendido muchas cosas dentro de esta maldita cárcel.

Retome mis estudios. Ayudó en la cocina, y en la enfermería.

Todo lo hago con la intención de poder salir pronto de estas cuatro paredes. Sin embargo, de nada ha servido mi buen comportamiento.

El poder de Javier Zamora, está por encima de la ley, o más bien, por encima de mí.

Yo solo soy un pobre diablo, el cual, no cuenta con el poder de tener un apellido de alcurnia.

Mi condena en esta cárcel aumento considerablemente. De la noche a la mañana, un Juez corrupto, me dio una condena mayor a los 40 años.

No podía creerlo. Mi destino era estar encerrado en estas cuatro paredes por el resto de mi vida.

No me podía resignar a quedarme encerrado por un crimen que no cometí. Aun así, no me di por vencido.

He escuchado tantas historias, algunos son inocentes y otros tantos son los peores seres humanos. Lo peor es que la mayoría muere dentro de estás paredes.

Mi vida en la cárcel había cambiado demasiado, me hice amigo del hijo mafioso.

Nos hicimos varios tatuajes similares, como prueba de nuestra amistad. Cada día me gano la confianza, eso era bueno para mí.

Ya que, al tener un amigo con tanto poder, será beneficioso, para un simple hombre como yo.

______ Lorenzo Córdoba, tiene una visita. _____ El hombre a mi lado me ve relajadamente, el humo del cigarro sale por su nariz.

_____ No solo tenemos el mismo nombre. Sino que tenemos muchas cosas en común.

No entendí lo que me dice, aun así, sonríe.

Lorenzo fuma su séptimo cigarro, lo veo disfrutar de una vida llena de lujos, a pesar de que lleva dos años encerrado en esta cárcel.

_____ Estoy cerca de ser liberado. Un juez me ha otorgado mi traslado a una cárcel de máxima seguridad. Falta poco para volver a mi vida de Rey.

No dije nada, solo lo observé en silencio. Era mi oportunidad de escapar junto a mi tocayo. No pienso quedarme encerrado toda mi vida aquí.

Los días siguieron pasando. Todo estaba listo para ser trasladados a una cárcel de alta seguridad.

Por ordenes de Javier, era momento de que me maten. No hallaba otra explicación. Me sacaron esposado de pies y manos, mantuve la cabeza mirando en el piso.

Dos o tres policías me sacaron antes que a Lorenzo Córdoba. Me subieron a una de las camionetas blindadas, y luego subieron a Lorenzo a otros dos hombres más.

Me mantuvieron agachado por todo el camino. Lorenzo Córdoba trataba de comunicarse con otro preso.

A mitad del camino, se comenzaron a escuchar los disparos. Nos mantuvieron ahí por varios minutos.

Uno de los guardias le apunto con su arma a Lorenzo Córdoba.

______ De aquí no vas a salir con vida.

Le quita el seguro a su pistola. No podía dejar que Lorenzo Córdoba sea asesinado. Era mi boleto a la libertad.

Usando lo que aprendí, golpeo al guardia con mis pies. El hombre cae al piso de la camioneta, y Lorenzo aprovecha la distracción.

Asesina al hombre delante de mí, nos miramos a los ojos, por un corto momento. De repente, todo se vuelve confuso.

El preso a lado derecho de Lorenzo Córdoba, le quita las llaves al guardia. Le ayudó a Lorenzo a quitarse las esposa de pies y manos.

Todo fue tan rápido y confuso, Lorenzo Córdoba me dispara en el pecho, sin ninguna piedad.

Todo a mi alrededor es un caos, se escuchaban gritos, disparos. Miré al hombre que me disparó salir se la camioneta.

Dos años en la cárcel, luchando por vengarme y terminar así. ¡No es justo!