¿que ocurre cuando un demonio se enamora de un ángel? ¿como pueden estar juntos sin ser condenados? se terminan las 10 vidas a las que te condenaron ¿podras recordarme? ¿elegirías vivir conmigo en el infierno? o ¿volveras al cielo?
NovelToon tiene autorización de Pitufina💞 para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
4
Nos divertimos tanto que las horas pasaron rápidamente y cuando nos quisimos acordar, ya estábamos regresando al bosque a encontrarnos con sus hermanos.
Asrael, nos esperaba debajo de un árbol, aun cuando el sol ni siquiera se asomaba.
¿Te divertiste princesa?- le pregunté mientras miraba de reojo a su hermano. Quien ni se inmutó por nuestra presencia.
Si, me divertí mucho, muchas gracias- me dijo sonriendo y luego me dio un abrazo, de esos que te paralizan en el lugar, pero se lo devolví de inmediato. Tenerla entre mis brazos era un lujo del cual no me iba a privar.
Te veré en la próxima luna- le dije y vi como camina hasta donde su hermano estaba.
Ve yendo, necesito hablar algo con él- le dijo Asrael y ella solo lo miro con esa ternura que siempre tenía. elevo sus alas y se marchó dejándonos solos.
Diablo, quiero que sepas que por lo único que interferí para que ustedes se vieran es porque amo a mi hermana y no soportaba ver el brillo de sus ojos apagado por extrañarte. No traiciones mi confianza o te juro que ningún castigo del infierno se comparara a lo que yo te haré- luego de esa amenaza, él también se marchó.
Así pasaron varias lunas más, ellos la escoltaban hasta el bosque donde nos encontramos y luego venían a buscarla. Creo que fue en la sexta o séptima luna, luego de nuestro reencuentro, que ella bajo medio triste del cielo. Me explico que no sería ángel Guardián, sino que sería un ángel de exterminio. Esos se empezaban a entrenar para luchar contra los demonios que habitaban la tierra, lastimando y llevando a la locura a los humanos.
Yo no quiero eso, mis hermanos pertenecen a ese grupo y siempre me cuentan las crueles batallas que enfrentan. Siempre quise ser Ángel Guardián. No sé porque, padre me manda a la guerra- decía llorando entre mis brazos.
Tranquila princesa, ven quiero mostrarte algo- le dije tomando de su mano y conduciéndola por el bosque, hasta una cabaña deshabitada que había encontrado hacía mucho tiempo cuando aún la buscaba a ella. Me tomé el trabajo de arreglarla y acomodarla para estar tranquilos y tener un lugar donde hablar.
Erkan, es hermosa- dijo mirándome a los ojos.
No tanto como tú- le contesté notando el leve rubor en sus mejillas.
Jamás creí que ella tomaría el primer paso de besarme, sentir esos suaves labios rosados en mi boca me descolocó completamente. Sus manos se aferraban a mi cuello y las mías iban por su espalda, recorriéndola despacio, memorizando de a poco cada lugar de su piel. Nos separamos cuando el aire nos faltaba y sentirla jadeando cerca de mí era un elixir que no me iba a cansar de probar nunca.
Yo lo siento, no quise ser atrevida- me dijo cuando intento separarse un poco de mi cuerpo. Pero no quise darle tiempo a arrepentirse, así que la volví a besar, esta vez con más pasión y más exigencia, le obligue a abrir su boca para explorar con mi lengua. Nunca se alejó de mí, ni siquiera le molesto cuando su collar y mi anillo fallaron por alguna razón y dejaron ver nuestros verdaderos cuerpos.
Podía sentir como admiraba mis cuernos y mis alas, al igual que yo la miraba a los ojos y me perdía completamente en ese azul profundo. Los besos y las caricias iban subiendo de tono y juro que intente detenerme para evitarle problemas, pero lo cierto era que ninguno de los dos quería detenerse.
¿Estás segura de esto?- le dije cuando mis manos llegaron al cordón de su vestido. Ella asintió sin dudar un solo segundo de lo que iba a pasar.
Yo te amo Erkan, en verdad te amo y si debo ser un Ángel de la guerra, quiero primero saber que se siente hacer el amor, del que tanto hablan los humanos, con alguien que me ame ¿tú me amas?- me pregunto mientras me miraba a los ojos con ese brillo tan especial que siempre tenía.
Más que a mi propia vida, princesa- le dije retomando el beso que habíamos dejado. ágilmente desate el cordón de su vestido y deje que cayera en el piso dejándome tocar directamente su piel, tan nívea, tan suave, tan blanca. Mis garras recorrían todo su cuerpo provocándole diversos gemidos. Sus labios estaba empezando a hincharse de tantos besos que nos estábamos dando y sé que esa era su primera vez, así que debía ser no solo tierno, sino también paciente.
Y así lo hice, bajo besos y caricias recorrí todo su cuerpo, solamente cuando la sentí preparada la hice mía, sintiendo como ella se entregaba sin ninguna barrera o preocupación que la frenará. Éramos uno, nos acoplábamos de tal manera juntos que realmente parecíamos creados el uno para el otro. Sus gemidos se habían vuelto la mejor melodía que mis oídos había escuchado jamás, su respiración agitada era el gozo extremo de este momento y verla bajo mis brazos era la imagen que jamás borraría de mi mente.
Luego de hacerlo unas cuantas veces, los rayos de sol empezaban a colarse por la ventana, dándonos a entender que ya era el momento de despedirnos. Pero yo no quería eso y ella tampoco. aun así la ayudé a asearse y vestirse, bajo las muecas de dolor que sentía por todo lo vivido durante la noche. Intenté ser lo más dulce posible, pero en un momento mi lado salvaje apareció y ella lo disfruto. Doy gracias porque su vestido cubría alguna que otra marca que le había hecho y su largo cabello hacia lo mismo con aquellas zonas rodas de su cuello.
Íbamos charlando al encuentro con sus hermanos, nos reíamos de todo lo que podíamos y tomados de las manos llegamos a ver a los dos imponentes ángeles. Vi sus muecas de desagrado por tener las manos entrelazadas, pero eso a mí no me afectaba.
Hasta luego, nos veremos en 30 días- me dijo dándome como siempre un cálido abrazo.
Adiós princesa, estaré esperando con ansias nuestro encuentro- le dije dándole un beso en la frente.
Ella extendió sus alas y alzó vuelo junto a sus hermanos, como siempre me quedé viendo como se marchaba. Hasta que por primera vez algo pasó, vi como sus alas iban desapareciendo y ella caía en picada a la tierra.
Me desespere y alce vuelo a agarrarla, la tome en brazos justo antes del impacto. Ella estaba desmayada, sus hermanos volvieron al ver la escena y me miraron con odio.
¿que has hecho estúpido diablo?- me dijo Gabriel.