Irma y Maribel dos hermana que llevan seis años sin verse.
Ambas con una vida distinta. Irma es la modeló y diseñadora estrella de una empresa de modas.
Maribel es alguien que trata de sacar a flote la empresa de su madre.
El novio de Irma le rompe el corazón. En un principio ella piensa en alejarse de él pero después de viajar a París para reunirse con su madre se le ocurre una idea.
Una idea que incluye a su hermana gemela.
NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Priscila Arenas
...Flashback....
...Seis años atrás....
— Deja de llorar, pareces una niña pequeña. — Maribel regañandome cómo siempre.
— Papá y mamá están a minutos de firmar el divorcio, ¿de verdad no te importa?
— Papá no valoró a mamá, no la merece. Es lo mejor para todos.
— Papá cambiará, mamá sólo debe darle una segunda oportunidad.
— IRMA POR FAVOR MADURA. ENTIENDE QUE LOS HOMBRES NUNCA CAMBIAN, SU MALDITA NATURALEZA ES ASÍ. — Sus gritos me hicieron sentir peor.
— Irma lo siento. No fue mi intención. Yo sólo. — Trató de abrazarme pero la alejé.
— Déjame en paz.
Nuestros padres salieron de la oficina y nos hicieron la pregunta del millón.
— ¿Con quién quieren vivir?
Maribel no dudó en responder que con mi madre.
— ¿Me abandonas?. — Varias lágrimas rodaron por mis mejillas.
— Ven con nosotras. Estaremos juntas siempre.— Intentó tomar mi mano pero la evadi.
— No, no iré. Yo me quedó con papá. — Abracé a mi padre y miré con indiferencia a mi hermana.
— Mary, ¿puedo darte un abrazo?. — Mi padre sonaba igual de triste que yo.
— No, no puede. Lo quiero lejos de mi. Y tú Irma, vete con tú padre. Yo no te necesito. ¿Entiendes?, No te necesito.
Fin del flashback.
— Mamá, mamá está en el hospital, por favor ven, ella te necesita. Yo te necesito. — ¿Me necesita?, ¿Maribel me necesita?. Pensé que en está vida jamás escucharía esas palabras.
— Tomaré un avión a París, estaré ahí lo más pronto posible.
Colgué el teléfono y fue directo a comprar un boleto.
***
Aterricé en París y tomé un taxi para ir al hospital dónde mi madre se encuentra. Al llegar ví la escena que jamás pensé ver.
La vida si que te sorprende. Maribel estaba, ¿llorando?, y yo que pensé que en los ojos tenía tierra en lugar de agua.
Maribel me vió se levantó del asiento. Nos miramos por varios segundos sin saber que hacer. El silencio se volvió incómodo. Seis años sin vernos, a pesar de ser gemelas nos vemos bastante diferentes.
Yo tengo el cabello largo mientras ella lo tiene hasta los hombros. Mi ropa consiste en un vestido ajustado de mi colección, mientras ella viste una falda de tubo, una camisa y un sacó. Parece toda una empresaria.
— ¿Cómo está mamá?. — Rompí el incómodo silencio. Entendí que esos seis años no han cambiado las cosas que pasaron entré nosotras.
— Grave.
— ¿Porque no me dijiste que estaba enferma?. — Más que una pregunta era un reproche.
— Nunca te tomas la molestia de llamarme, ¿cuando se supone que te lo diría?
— Cuando tu llamabas. Entonces pudiste decirlo.
...Maribel....
No fue así cómo imaginé nuestro encuentro. Tal vez un abrazo, un beso, contarnos lo que ha pasado con nuestras vidas.
¿A quien quería engañar?, es obvio que no me ha perdonado. Ni siquiera sé si yo me perdono el haberla dejado atrás y haberle dicho esas palabras.
— Familiares de Priscila Arenas. — El doctor pronunció el nombre de mi madre.
— Soy su hija. — Tanto Irma cómo yo respondimos.
— La señora se encuentra estable pero no debe recibir emociones fuertes. Mañana podrán verla.
Irma y yo suspiramos aliviadas.
— Gracias a Dios. — Expresé y me abracé internamente. Sabía que no podría hacerlo con mi hermana.