Amor Después Del Amor

***Mientras tanto, los médicos daban la noticia a los familiares de que el niño estaba bien, que tendría que pasar unos días en la incubadora, pero podrían verlo en unos minutos, en cuanto a la mamá, se habían presentado complicaciones graves debido a la presión arterial y había entrado en coma, su pronóstico era reservado, no podían estabilizar la tensión y corría el riesgo de presentar un infarto. Las próximas horas eran cruciales para poder controlar su presión. Todos los presentes se quedaron impactados con la noticia, las mujeres no pudieron resistir y derramaron sus lágrimas de preocupación, David también estaba muy consternado, ya que el al reencontrarse con su querida amiga, vio todo lo que tuvo que pasar para superar la ruptura con Josue y al ayudarla, se había formado entre ellos una especie de complicidad, que ni Arturo logró tener, él admiraba y quería mucho a su amiga, ya que aunque nadie lo supiera, ella en su época de secundaria, había sido la única razón por la que el no se había quitado la vida, después de perder a sus padres y sufrir abusos y golpes por parte de sus abuelos paternos, quienes lejos de cuidarlo, lo explotaban poniéndolo a vender gelatinas en las calles después de clases y maltrataban negandole hasta un plato de comida . Valeria había sido su mejor amiga entonces y fue la única en decirle que era valioso y digno de amor y confianza, lo invitó muchas veces a comer a su casa, y le compraba las gelatinas qué podía para que no tuviera que trabajar tanto, también poco a poco lo fue acercando a sus amigos quienes se convirtieron en una red de apoyo para él y finalmente lo había animado a buscar a su familia materna, quienes lo rescataron de la precaria situación en la que se encontraba, por eso se habían separado, pues él se alejó para sanar, pero el cariño seguiría intacto, por eso siempre le estaría agradecido, así que cuando ella necesitaba de él, sin importar que o cuando, siempre la ayudaría. Mauro se sentía muy mal por su amiga y casi cuñada, como el le decía, pero debía mostrarse fuerte ya que si su esposa lo veía flaquear, ella se derrumbaria al ver a su hermana del alma en esta situación. Vale no quería ni pensar en que esto saliera mal y prefería la negación como una barrera para no caer en desesperación, porque también Valeria era su hermana y toda su familia sufriría si algo le pasara. Los papás de Vale rezaban implorando una segunda oportunidad para su hija, y para ellos también ya que se arrepentían mucho de todo el tiempo que perdieron por no haberla apoyado en su relación pasada, tal vez si ellos hubieran estado más presentes no le hubiera tocado sufrir tanto, quizá Josue hubiera pensado más antes de hacer todo lo que hizo si ella estuviera respaldada en todo momento por su familia, o se hubiera separado mucho antes de la lacra qué tenía por primer marido. Los suegros pedían a Arturo que no se la llevara con él, siendo que su hijo estaba necesitando el calor de su mamá, y aunque sobraba quien se hiciera cargo de él, pues tanto sus abuelos por ambas partes, como sus padrinos no dudarían en hacerlo, nunca sería lo mismo***

Yo negué con la cabeza, yo solo te necesito a ti, le dije, y con una mirada de enojo me respondió, tu me aseguraste que querías un hijo mío pasara lo que pasara, no me dijiste que lo abandonarías, si lo hubiera sabido, no hubiera dado mi autorización para que te inseminaran. Yo creí que podía soportarlo, pero el dolor es mucho. Ya no puedo sufrir más. Ni siquiera tu sabes todo lo que cargo en mi corazón, y con tu partida todo se ha hecho más difícil. No es que no quiera a nuestro hijo, pero por el momento no me siento capaz de poder con la responsabilidad de su crianza. Añadí con desesperación, pero con mucho dolor en su voz siguió diciendo que no era mi momento, que Franco me necesitaba y que él siempre estaría con nosotros, que cada vez que viera el rostro de su hijo, el estaría ahí, que cada que mi niño me regalara una sonrisa, el me sonreiria, que cada que tomará su manita, sería su mano la que sentiría, prometió estar siempre presente, en cada logro y en cada fracaso, como le hubiera gustado estar en vida y que cuando llegara mi momento de partir, estaría esperándome ahí. Además te voy a mandar mucha ayuda, que ya la tienes, pero también tienes que cumplir con la promesa que me hiciste, no te cierres a volver a enamorarte, yo quiero que vivas feliz, si tu lo eres yo también lo soy. Me abrazo y yo solo pude asentir con la cabeza, porque tenía un nudo en la garganta qué me impidió hablar. Me dio un beso largo y tierno y me dijo, adiós amor mio, es hora, tienes que regresar. Yo no quería, pero su imagen se desvaneció como si estuviera hecha de humo, la luz se fue atenuando, hasta oscurecerse por completo. Comenze a sentir dolor, mi respiración no me pertenecía, era como una presión mecánica, poco a poco abrí los ojos, y me encontré en el hospital, conectada a no se cuantos aparatos, un respirador artificial era lo que antes sentí, estaba sola, no había nadie que se diera cuenta de que había despertado, pero ajena a todo el sufrimiento que había causado y del tiempo que había pasado, me quedé dormida, estaba agotada. Un ruido me volvió a despertar, una enfermera cambiaba el suero y al percatarse de que abrí los ojos, me hizo algunas preguntas, qué solo contesté moviendo la cabeza por tener el respirador, una de ellas era si quería ver a mi pequeño. Salió por el doctor y después de revisarme, me retiro el aparato y pude preguntar por mi hijo, está en la incubadora, pero muy bien, en un rato se lo traemos para que lo vea.