Sarah Miller a sus 22 años, ya tenía toda su vida planeada, se casaría con el hombre que amaba Jason Cooper, con quien compartía una relación hacia 4 años. Nunca imagino que su vida cambiaría radicalmente, por los actos de una noche, y esto ocasionaría que de igual manera perteneciera a la familia Cooper.
¿Puedes enamorarte de alguien de la noche a la mañana?.
Acompañame a leer esta gran historia en donde encontraras: Amor, traición, dolor, odio, romance y venganza.
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Capítulo 22
Steven
despertó se sentía bastante satisfecho pues su mujer yacía recostada en su
pecho completamente desnuda y dormida. Empezó a recordar lo sucedido.
Flash Back:
Steven se acercó a Sarah y empezó a devorar su boca mientras con sus manos la despojaba
de todas sus prendas, Sarah por su parte torpemente retiraba la camisa del
hombre.
Steven:Ya entiendo por qué dicen que lo bueno de las discusiones entre parejas son las
reconciliaciones.
Le decía de manera agitada mientras repartía
besos por el cuello de la chica.
Sarah reía,
mientras acariciaba el fuerte y escultural cuerpo de su esposo.
Los dos
se encontraban en ropa interior, torpemente se dirigieron a la cama arrojando
todo a su paso. Steven la lanzo a la cama y subió sobre su mujer.
- Eres muy hermosa.
Le decía
entre jadeos.
- Me encantas.
Poco a
poco retiro el sostén y empezó a acariciar los pechos de la chica, mientras
dejaba un camino de besos hasta posar sus labios sobre uno de ellos. Sarah
jadeaba de placer.
Steven:
Me fascinas, eres muy sensible y mía solo mía.
Le decía mientras
devoraba sus senos y bajaba su mano por su abdomen.
Al posarse entre sus piernas, empezó a rozar su miembro con la intimidad de
Sarah, ella sentía como se iba mojando poco a poco, Steven retiro sus bragas y enterró
su cabeza en ella pasando su lengua por su feminidad, empezó a jugar con
su clítoris mientras ella gemía y enterrada sus uñas entre las sabanas.
- Me
encantas esposa, soy adicto a ti.
Le decía
mientras gemía.
Sarah
estaba a punto de llegar al orgasmo.
-Creo que
causas el mismo efecto en mí.
Decía
mientras jadeaba.
Steven:
¿Segura?
Pregunto con su respiración acelerada.
Al no
obtener respuesta por parte de la chica, Steven subió rápidamente a su boca
repartiendo besos de manera apasionada hasta que llegó al lóbulo de su oreja.
- Voy a
hacer que grites mi nombre.
Le dijo
con su voz ronca y se empezó a levantar, Sarah no comprendía que pasaba, él se
retiró sus bóxers y levantó las piernas de la chica de manera ágil hasta tener
sus pantorrillas sobre sus hombros, empezó a besar los dedos de los pies de su
mujer, los chupaba mientras poco a poco ingreso en ella y empezó a embestir de
una manera intensa hasta convertirlas en fuertes estocadas. El salía y entraba
en la chica con fuerza, Sarah sentía que no aguantaba.
Sarah:
Steven, no puedo más.
Le decía
jadeando.
Steven:
Aún no, hermosa.
Sarah:
PO-por favor no aguanto más.
Steven:
Te he dicho que aún no, debes aprender a controlarte poco a poco.
Sarah:
Lo, lo siento, lo siento, no aguanto más.
Steven se
abrió paso entre sus piernas cayendo sobre ella sin dejar todo el peso. Entro
con una fuerte estocada.
- Por
esta vez te la voy a pasar.
Le decía
mientras continuaba con fuertes embestidas. El empezó a masajear los pechos de
ella, hasta que Sarah sintió explotar su vientre bajo, aquel orgasmo hacía que
las paredes vaginales de la chica estrujaran el miembro de Steven quien se
sentía en el paraíso, continuó con algunas estocadas fuertes hasta que
finalmente se corrió en su interior.
- Eres
exquisita esposa.
Le decía
a Sarah mientras trataba de nivelar su respiración.
Cayo al lado de Sarah y ambos reían agitados.
Steven:
Wow este matrimonio me gusta cada día más, bueno tú me encantas cada día más y
más.
Le decía
mientras subía sobre Sarah y la besaba con intensidad.
Así
estuvieron toda la tarde, en donde volvieron a hacer el amor, en la cama y
después en la tina.
Fin del
Flash Back
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Sarah se estaba terminando de maquillar, después de un extenso baño, lucía un
hermoso vestido dorado que terminaba en puntas, combinado con unas sandalias
del mismo color, su cabello lo llevaba suelto en hondas.
Steven por su parte estaba enfundado en un smoking color negro.
Pues este quería llevar a su esposa a cenar a un lujoso restaurante y después la idea era
pasar la velada en el casino del hotel.
Steven:
Vamos.
Le decía
a su esposa mientras extendía su brazo como todo un caballero, Sarah sonrió y
lo tomó de gancho.
Iban en
el ascensor cuando este paro en el piso inferior. Allí ingresaron Hanna y Jason,
el último quedo anonadado al ver a Sarah, pues realmente lucia muy hermosa.
Steven y Hanna notaron la expresión del hombre por lo cual Hanna se colgó del
brazo de su ahora esposo y Steven por su parte tomó de manera delicada a su
esposa por la cintura acercándola a su pecho.
- ¿Tengo
mucha hambre y tú?
Le
preguntaba a Sarah de manera seductora.
Sarah por
su parte sonrió de manera coqueta.
-Bastante.
La tención
se hizo presente y Hanna intervino.
- Pues ya
que estamos los cuatro, ¿Por qué no cenamos juntos?.
Steven
miro a su esposa, esperando su respuesta.
Sarah: No
creo que sea prudente pues mi marido y yo ya tenemos planes.
Steven
sonrió victorioso al escuchar de que su esposa lo llamaba marido.
Al salir
del ascensor Steven salió con su esposa y entrelazo su mano con la de ella.
Jason por su parte salió con Hanna quien no se le despegaba para nada.
Hanna: No
entiendo que tanto le ves a Sarah, no es más que yo.
Jason: No
empieces a arruinarme la noche.
Hanna:
Jason cariño, ¿Como puedes decir eso?, soy tu esposa.
Jason la
observo fastidiado.
- Pero no
por elección.
Steven y
Sarah estaban en el auto.
Steven:
¿Como te sientes?
Sarah:
Bien, de hecho, muy bien.
Steven: ¿Esta
segura?
Sarah:
Si.
Pero la
verdad era que la pobre por dentro no podía negar que el ver a Jason con su ex amiga le dolió bastante,
a pesar de que se propuso ese día intentar ser feliz con Steven, su corazón aún
recordaba a Jason.
Steven
por su parte sabía que Sarah mentía, lo cual hizo que la rabia se hiciera
presente.
- ¿Qué
quieres hacer?
Le
pregunto de manera seca.
Sarah: ¿A
qué te refieres?
Steven:
¿Quieres que mañana regresemos a Nueva York?
Sarah
levanto su cabeza y lo miro.
- Si
tienes que regresar, por mí no hay problema.
Steven
bajo el tono de voz.
- Pues lo
digo, porque noto que no eres 100% feliz.
Sarah:
Discúlpame no ha sido mi intención que pienses eso.