El Secreto De Los Gemelos Alfa

Kadosh estaba de nuevo ahi, con aquellas dos personas sentadas delante de el, su piel picaba por querer correr a los brazos de su omega, acababa de marcarla y solo queria estar a su lado.

— Entonces, que es lo que quieres hablar? Tengo cosas que hacer Alana.

La omega delante de el lo miraba intentando contenerse de decir una tonteria que terminaría por dañar sus planes, tomo un bocanada de aire y sonrio.

— Te felicito por tu resiente union padre, me hace feliz que hayas decidido enlazarte con una omega despues de todo lo que sucedio en el pasado. Llegue a pensar que de verdad estabas convencido de que nunca podrías tener una pareja. Es lamentable.

Kadosh la miraba en silencio, sus palabras parecían tener una doble intención, se sentía sucio por sospechar de su propia hija, pero no podía olvidar quien la había criado.

Tal vez su hija también había heredado la locura de su madre, que había logrado poner al consejo sobrenatural en su contra, obligándolo a darle un hijo, alegando asegurar el futuro. De nada le había servido, se había desesperado por completo cuando anunciaron que su hija era una omega.

Ella juraba conocerlo, pero creía que él era como los demás alfas. Pensaba que lograría tocar su corazón si ella lograba darle un hijo alfa, un heredero.

Que equivocada estaba.

— Supongo que las personas cambian. Las cosas buenas se dan sin necesidad de ser forzadas.

La mujer delante de el frunció el ceño.

— Sabes que el consejo no estara muy feliz con tu reciente union?

Kadosh sonrio burlon— ¿Crees que me importa? Tu madre no es la unica que sabe como manipular los intereses de los demas.

— Que planeas hacer padre?

Kadosh no se estaba perdiendo en absoluto las reacciones de las dos personas delante de el.

— Les dare lo que tanto desean... Un heredero.

La mujer delante de el se puso de pie rapidamente desesperada.

—No puedes... ¡No puedes hacer eso! Tener hijos con una mujer que fue desechada por otro alfa. ¿No te das cuenta de lo que eso significa?

Kadosh sonrio, su mirada se clavo en el alfa que lo miraba con el ceño fruncido a solo pasos de el.

— Tiene muchos significados. Hay alfas patéticos que no saben apreciar lo que tienen, pero yo si se hacerlo. La diosa me ha bendecido con una preciosa omega que tiene la bendicion de la luna y tiene el poder de crear herederos alfas con maravillosos genes.

— Alfas...— la omega delante de el analizo sus palabras, comprendiendo lo que su padre insinuaba, lo miro escandalizada— No puedes hacerlo... Darle el trono a esos cachorros... ¡Ni siquiera son tus hijos!

Kadosh solto un gruñido furioso que puso a la omega a temblar, su aura se expandió por el lugar hasta doblegar a las personas delante de el. Se levanto caminando hacia ellos, irguiéndose sobre las dos personas de rodillas ante el.

—Te aconsejo que no hagas ninguna tonteria. Puedo leer tus malas intenciones. !Conoce tu lugar Omega! No naciste para esto.

La omega apretaba sus puños sobre sus muslos temblando de la furia.

— No se de que estas hablando.

Kadosh solto una carcajada burlona.

— Mantente alejada de mis asuntos si no quieres terminar mal. No me temblara la mano para ponerte en tu lugar.

Kadosh abandono la habitacion a paso seguro dejando a la omega y el alfa en el mismo lugar.

Alana subio el rostro nerviosa mirando a su alfa, para bajarlo instintivamente cuando sintio su mirada quemando su piel. Se tomo de su brazo dispuesta a comenzar a suplicar por su perdon, pero el Alfa no dudo en alejar su brazo con brusquedad causando que en consecuencia la omega cayera contra el suelo.

—Lo has arruinado todo. ¡Eres una inutil!

—Lo siento, lo siento alfa, lo arreglare, lo prometo, dame otra oportunidad.

—Y que piensas hacer? Tu padre se ha dado cuenta de lo que intentas. ¿Crees que no lograra notarlo?. No puedes perder su favor.

— Convenceré al consejo de que esten en contra de su decision.

— Y crees que eso lo arreglara? Ellos no te daran el puesto, solo eres una insignificante omega.

—Pero eso nos dara mas tiempo, si logro embarazarme... podre tener el alfa que necesitamos.

Eishter miro hacia otro lado nervioso, no serviría... pero talvez el podria hacer algo para cambiar esta situacion.

—Esta bien. Intenta convencer al consejo, yo me encargare de otras cosas.

El alfa abandono la habitación dejando a la omega de rodillas en el suelo.

Lo que ninguno de los dos sabía es que no eran los únicos en aquel lugar.

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Lion camino por los pasillos de la mansion buscando al rey alfa con el ceño fruncido, comenzaba a visualizar sus dias futuros. Kadosh parecia no querer despegarse de la omega y por mas tierno que resultara pensarlo, el tenia obligaciones que necesitaban ser atendidas y habia notado que el Alfa no habia estado teniendo sus sesiones diarias para curar su maldicion.

¿A caso estaba enloqueciendo?

Lion dio la vuelta en el pasillo chocando con otro cuerpo que cayo sobre el suyo. El aroma a manzanilla inundo sus fosas nasales, la persona entre sus brazos se alejo de el rapidamente. Y entonces su mirada visualizo al omega delante de el, ya lo habia visto antes. Trabajaba en la enfermeria.

—Omega... ¿Sucede algo?

El alfa no pudo evitar notar la manera en que el omega temblaba nervioso, sus ojos lo miraron y abrio los labios como si quisiera hablar, pero parecia incapaz de decir alguna palabra, como si estuviera aterrado.

El alfa suspiro, lo tomo de la mano y entraron en la primera puerta que vieron. La biblioteca. El alfa lo ayudo a sentarse en la primera silla que vio.

—Calmate omega.

Lion lo miraba sin comprender. ¿Que era lo que lo habia puesto tan alterado? Sus manos temblaban, su pecho subía y bajaba con fuerza.

Lion dejo salir su aroma intentando calmar al omega. Lo desesperaba verlo de esa manera, su instinto le pedia a gritos calmar al hombre delante de el.

El omega seguía atrapado en su cabeza, repitiendo aquella conversación en su cabeza, desde un principio no había planeado escucharlo, solo estaba buscando al líder para hacerle un petición, pero cuando llego a ese lugar, las feromonas que lo rodeaban lo habían dejado paralizado en su lugar. Era demasiado para él y más en el estado en el que estaba, acababa de salir de su celo hace únicamente horas y ese aroma tan dominante lo había paralizado por completo.

¿Que se supone que significaban aquellas palabras? ¿Como deberia interpretarlas? ¿Deberia siquiera decirle a alguien lo que habia escuchado? No queria meterse en problemas pero no le parecia correcto callar, mas cuando su lealtad siempre habia estado con el rey. ¿Como podria hacerse de la vista gorda con aquella informacion que podria perjudicar la vida del hombre que lo habia salvado? Aquel que habia apostado por sus sueños sin siquiera conocerlo. El rey alfa le habia dado un lugar sin importar su casta o sus condiciones.

Estaba atrapado en su mente cuando sintio aquel olor rodearlo, Olia a una fuerte nevada, al frio de las montañas. ¿Siquiera era posible percibir un olor como ese?

El omega subió el rostro observando al alfa que lo miraba preocupado, soltó un suspiro nervioso.

—Ya estas mejor omega?

Asintio. Mirando al hombre delante de el tomo una desicion, talvez esto lo pondria en peligro. Talvez esto cambiara el rumbo de su vida. Pero este era su momento de devolver todo lo que le habian obsequiado.

—Tengo algo importante que decirle, líder.