Mi Esposa

El viaje a Costa Rica llegó a su fin, Maya no quería irse pero era inevitable, ya que ella tenía que volver y cumplir con su trabajo.

- Si quieres quedarte, podemos hacerlo -

- ¿Qué? - Maya se giró encontrando con la mirada de Hugo fijo en ella - Olvídalo, contigo ni loca. Es suficiente estas dos semanas

- Pero te ha encantado estar aquí

- No lo puedo negar, lastima que toda esta belleza ha sido opacada por tu presencia

- Que maneras de demostrar tu amor hacia mi

- Mejor vámonos - Dijo Maya tomando la maleta - no quiero estar cerca de ti

- ¡Que lastima! Te recuerdo que estaremos casados por un largo tiempo

- No hables más - Maya lo fulmino con la mirada

Después de abordar el avión privado, Maya se preguntaba a dónde irían. Era algo que no había preguntado, lo más seguro es que tendrían que vivir juntos.

- ¿a dónde vamos?

- A nuestra casa -

- Mmm - Maya no dijo nada más

El avión aterrizó en uno de los aeropuerto internacional en las Vegas y ya los guardaespaldas de Hugo estaban listos para cumplir sus órdenes. Un auto de lujo se estacionó, cuando entraron el auto dió marcha dirigiéndose hacia las afueras de la ciudad, una dirección desconocida para ella lo que le indicaban que no iban en dirección a dónde vivía con su padre.

Al llegar la vista que la recibió era espectacular, la naturaleza gritaba a todo pulmón por los alrededores de la gran mansión que en tonos blancos contrastaba perfectamente con el diseño natural.

- Bienvenida a tu casa - Hugo extendió su mano para ayudarla a bajar, pero ella no la acepto

- Puedo sola - respondió en tono frio, ocultando la alegría que tenía al ver todo lo que la rodeaba en ese momento

- Bienvenidos señores Moore - Saludo todo el personal a la pareja de esposos al entrar en la casa.

Hugo los presento a todos, cada uno por su nombre e indicando las funciones que tenían. Eso asombro a Maya, ya que indicaba que el hombre era un buen jefe.

- ¿Quieres descansar o prefieres dar un recorrido por la casa? -

- Dime cuál es mi habitación, quiero descansar

- Nuestra habitación es la que está en la segunda planta, la primera y es la principal

- ¿Nuestra? - Maya lo miro interrogante - No pretendas que dormiré contigo

- Por supuesto que sí, eres mi esposa

- Veo que no te cansas de repetirme lo mismo - Maya bufo molesta y se dirigió hacia las escaleras

- Willy que suban las maletas por favor - Ordenó Hugo

- Si señor ¿algo mas?

Hugo miro en la dirección por dónde Maya se había ido antes de preguntar

- ¿Que noticias me tienes de las impostoras?

- Aún en la comisaría, Tamara ha hecho un buen trabajo

- Bien, dile que venga a darme el informe mañana

- Entendido Señor

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Maya entro en la habitación y quedó deslumbrada por lo lujosa que era.

- Cómo se ve que despilfarran el dinero - murmuro, no negaba lo hermoso que era, pero le parecía demasiado lujo.

- Si no es de tu gusto, la puedes remodelar - dijo Hugo entrando en la habitación, Maya se sobresaltó al escucharlo

- Lo que cambiaría es que te vayas a otra habitación, sería la remodelación más perfecta

- Lastima, porque no soy parte de la remodelación. No soy un objeto, soy tu esposo.

- Ya me se el discurso, soy tu esposa, eres mi esposo ¿puedes dejar de repetir esas frases?

- No, no te puedo complacer en eso. Son mis favoritas - Hugo sonrió al ver la expresión de molestia en ella

- Mis padres vendrán mañana, quieren compartir contigo

- Ajá - Maya lo ignoro y fue al baño.

- ¿Quieres que nos bañemos juntos?

- Ni lo sueñes - Maya se detuvo antes de entrar - Deja de hablar tonterías, porque jamás de lo jamases los haré

Maya se dió un baño y luego se acostó en la gran cama descansando, el viaje le resultó agotador. Hugo antes de dormir, contempló a su esposa, como lo había estado haciendo antes de dormir, Maya tenía el sueño tan profundo que ni cuenta se daba que el la atraía a su cuerpo y dormían abrazados.

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La familia Moore se preparó a la mañana para visitar a los recién casados, los hermanos eran los que tenían curiosidad de saber cómo iba su progreso.

Hugo salió temprano, tenía que atender algunos asuntos en la empresa, Maya al despertarse se estiró y bostezo, pego un grito al ver a un niño que la miraba fijamente

- Hola - Saludo el niño con su voz infantil - No te asustes, no soy un monstruo, solo soy un niño y no soy feo porque soy muy guapo, todo un galán

- Hola - Dijo Maya y pregunto - ¿Quien eres? - luego recordó que era el niño que llevaba uno de los anillos cuando se celebró la ceremonia religiosa de la boda.

- Antes de decirte quien eres, dime ¿Eres la esposa de mi papá? -

- ¿De tu papá? - Pregunto una Maya más confundida, ya que hasta donde sabía Hugo no tenía hijos

- Si, de mi papá. Tu esposo -

- ¿Quien es tu papá?

- Tu esposo - dijo el niño

- Niño me refiero ¿cómo se llama tu papá?

- Se llama como se llama tu esposo, bella dama

- ¿Me estás tomando el pelo? - Maya se estaba impacientando

- ¿Cómo podría ser algo así? - el niño hizo puchero - solo soy un niño y me pregunto si eres la esposa de mi papá. Porque de seguro mi mamá estará muy triste

Maya estaba más que confundida, pero su mente ya estaba maquinando otros pensamientos.

- Me case con Hugo Moore - dijo Maya respirando profundo y esperando una negativa del niño - ¿Tu padre es él?

- Si, ese es mi padre - el niño asintió y una sonrisa traviesa se dibujo en su pequeño y adorable rostro

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- Mamá ¿Sabes dónde está Leo? - pregunto Matías

- No hijo, ustedes están a cargo de él - Respondió Gilda - ¿Perdiste a un niño de 3 años?

- le dije que se quedara en la habitación, mientras buscaba algo para que desayunara, pero no está

- tal vez está jugando en el jardín, mira que aquí hay una gran diversidad de plantas y flores. Y sabes lo que le encanta a él, porque le recuerdan a su madre y es una forma de sentirla más cerca.

- eso espero, no quiero que Hugo me mate si ese Tazmania destroce algo