La Esposa Del Comandante

Darius tomó la carta. El sobre estaba sellado con cera azul y el símbolo del archivo judicial, lo que solo podía significar una cosa. respuestas.

Rasgó el sello con impaciencia, desplegó las hojas .Su expresión cambió en segundos.

—…No puede ser —murmuró entre dientes,con sus ojos recorriendo cada línea

Su mandíbula se marcaba de tanto apretar los dientes, y las venas del cuello se tensaban.

—Las tierras del norte… —soltó con voz baja y temblorosa— nunca fueron transferidas legalmente.

Levantó la mirada hacia Gregori

—La firma que aparece en los documentos no es mía, ni de mi padre. Es una falsificación, Gregori.

El abrió los ojos, incrédulo. —¿Una falsificación? ¿Quién pudo hacerlo mi señor…?

Darius arrojó la carta sobre el escritorio, señalando una parte subrayada en tinta roja.

—El sello de aprobación fue emitido desde el despacho del juez Peterson… pero la autenticación fue enviada desde otro distrito. Y según el investigador… el rastro de la transacción termina en un nombre...– Se mordio el labio inferior con rabia —Carlos Retford.

Gregori palideció.—¿El mismo que pidió revisar los terrenos del valle cuando usted tomó el mando de Comandante ?

—El mismo —gruñó Darius—. El mismo que intentó comprar esas tierras hace tres años con mi padre, y al no conseguirlo, manipuló los registros... con ayuda de Peterson.

Golpeó el escritorio con el puño, haciendo temblar los vasos de cristal.

— . Ella vio algo desde el principio. Maldita sea, tenía razón todo este tiempo.

Caminó de un lado a otro, con la respiración agitada.

Gregori lo observaba sin atreverse a hablar, hasta que Darius se detuvo de golpe frente a la ventana, mirando la lluvia caer, Darius tomó la segunda hoja.

– Según mi informante la falsificación no fue simple. Alteraron registros del Consejo de Tierras, sellos notariales y hasta la firma de un miembro del Concejo de Ética. Es una red completa. Y los documentos se cruzan justo en las fechas en que yo estaba en misión fuera del campo..

—Para que nadie pudiera comprobarlo —dijo Gregori con gravedad.

—Exactamente. —Darius apretó los dientes—. Retford sabía que podía oponerme directamente, así que lo hizo con el maldito Peterson. Y cuando Elara descubrió Petrovelo se negó a el divorció cuando se lo pidió… Espero que no halla comentado eso con esos viejos..

– Mi señor.. Entonces si Retford sabe de eso.. Este castigo..

Sus ojos se oscurecieron.

—Esto no fue solo corrupción. Fue un ataque directo a nosotros.

Gregori asintió, sabiendo que ya no había forma de detener lo que vendría.

Darius dobló la carta con cuidado, la guardó en su chaqueta y tomó su capa.

—¿Que hara, mi señor? ¿Necesita que le ayude en algo.?

—A ver al Comandante.. Solo cuida de Ela, llegaré rápido.

– Sí mi señor..

Sin más palabras, salió. La lluvia lo recibió con una ráfaga fría, pero él ni se inmutó. El sonido de sus botas sobre el empedrado se mezcló con el estruendo del trueno.

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Treytan cerró la puerta con un gesto seco y corrió las cortinas,la luz que quedaba venía de una lámpara solitaria que proyectaba sombras largas sobre la mesa.

 Sobre el escritorio, junto a tazas medio vacías, había dos cartas desplegadas: los mismos papeles que Darius ya había leído y otro informe con marcas en los márgenes —una lista de pasos, un cruce de rutas y anotaciones que hablaban de “mercería militar” y “carga retrasada”.

Treytan no dijo nada al principio; lo miró apenas, leyendo en su rostro la misma furia contenida.

Finalmente apoyó la palma sobre la hoja y habló.

—No es solo apropiación de tierras —dijo—. Es un plan para desviar suministros. El cruce de pasos fue marcado como una “inspección rutinaria” y convertida en trampa:– cargas militares desviadas, entregadas a intermediarios que luego las revendían. Todo apunta a Petrovelo .. Yel camino sin vigilancia de Ravel como la logíca, Peterson como la cobertura legal… y Retford como el cerebro que mueve la plata.

Darius dejó caer la capa en el respaldo de una silla y recogió el informe. Las anotaciones de Treytan estaban compactas, precisas: horas, nombres de carroñeros que recibieron pagos, registros de caballerías que no llegaron a su destino.

 —Si esto es cierto, no solo nos estan robaron tierras. Nos robaron la capacidad de defensa en la frontera. Nos dejaron expuestos a propósito... Esto me suena a traición ... Elara le dijo a su padre que se quería divorciar .. Si Su padre le comentó esto a ellos ese castigo fue a propósito..

Treytan asintió. — !Infeliz ¡ Si es así no será la única ves que haga esto.

– No pienso dejar que vuelva a hacerlo..– Dijo Diarius sin esperar.

—Necesitamos pruebas irrefutables: los recibos de entrega, la firma del intermediario, y la cadena de custodia que muestre la desviación. Esto que tenemos ya es algo pero hay que avalar..

Se quedaron en silencio un segundo, planeando .

—Primero, aseguremos los movimientos de Peterson

—Necesitaremos una mula, para que confirme la falsificación.. Puede preguntar a tu esposa .. Ella es inteligente en esto, lo note en sus exámenes para cadete.

Darius asintió con una mueca de sonrisa – Claro que si.. hay que localizar los puntos donde Petrovelo re-enrutó la mercadería y cortar esa cadena con testigos y exponer a Retford en el Consejo con documentos y testigos simultáneamente, sin darle tiempo a reaccionar.

—No podemos ir directo al Concejo y entregar pruebas sin control —advirtió Treytan—. Si Retford tiene cómplices dentro, destruirán el rastro antes de que se haga público. Necesitamos una presentación pública que no dependa solo de un registro: testimonios, copias selladas por un notario neutral y —si podemos—, la confesión de alguno de los intermediarios.

Darius apretó los puños, contabilizando recursos. —Puedes hacer que Gabriel y sus hombres vigilen dos rutas discretas esta noche, es su amigo seguro ayudara si le pides..

— Claro.

– Yo buscaré una mula para Peterson; haremos que permita una copia certificada. Y mandaremos a buscar a los hombres que recibieron la carga —si hay dinero de por medio, alguno hablará por poco—. Además, la Gala se acerca. Si exponemos todo allí, en presencia del Concejo y del público, no tendrán dónde esconderse.

Treytan le dedicó una sonrisa corta, casi sin humor. —La Gala será la trampa, el prime juez estará ahí con los demás .. No se lo perderá.. Y mi padre más que nunca querrá tomar cartas en el asunto.

– Claro, eso día estarán todos en la Gala.. enviaremos a otros hombres a sus instalaciones.. No pienso dejar nada de lugar

 —Pero antes tenemos que asegurarnos de que Elara esté fuera de su alcance y de que nadie del Concejo sea sobornable. Yo moveré mis contactos en la Guardia y conseguiré a dos notarios que no puedan comprarse. Tú asegúrate de que el informe que tienes llegue a manos de los medios que no se venderán.

Terminaron el plan como quien arma un mecanismo. Treytan deslizó otra hoja hacia Darius, una lista de nombres tachada hasta la mitad y, al final, una dirección que podía ser un depósito. —Si quieres culpar al trío, tendrás que mostrar la red completa —dijo—. Empieza por aquí.

Darius recogió el papel, lo guardó junto a la carta .Se levantaron terminaron con un saludo y se retiro.

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