El corazón de Alessia es destrozado en pleno debut, el príncipe heredero le había prometido amor, pero ha anunciado a otra como su prometida, Magenta, la hermana de Alessia, quien siempre la ha despreciado por ser hija de una concubina. Alessia ahora debe casarse con el gran Archiduque, un hombre con la fama de asesinar a sus prometidas, pero no todo es como dicen, esos son solo cuentos y Alessia, pronto descubrirá que secretos se ocultan en el Archiducado, incluso sabrá quién es ella en realidad…
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Cap. 22 Draco es tan impresionante
Mientras Draco decidía el futuro de las lobas rebeldes, la dormilona Ninfa despertaba de unas 3 horas de sueño reconfortante, Celia entró con la comida, ya era medio día y su hermana no parecía salir de la habitación del Alfa, así que ella se aventuró consultando a Mary claro está.
—Ale, despierta, ¿Cómo estás? — preguntó la niña mientras mira a Alessa que despierta despeinada, un poco confundida.
—Buen día, ¿Qué hora es?, — dijo Alessa mirando para todo lado.
—Es medio día, es hora de que almuerces, vinimos antes con el desayuno, pero no despertabas — dijo Celia mientras mira el cuello de su hermana, esas marcas son muy notorias.
Alessa la miró y se tocaba el cuello, pero llegó a esos orificios que se convertirán en una marca pronto, ella se sobresaltó cuando pasó sus dedos y lo recordó.
Alessa se paró de la cama a toda velocidad y…, cayó de bruces al suelo, sus piernas aún estaban entumecidas, es que Draco había pasado por cuanta pose que se le había pasado por la mente.
—Hermana… — Celia dejó la bandeja y se acercó para ayudarla, Alessa quiso buscar un espejo para ver lo que había en su cuello, pero ese lobo se la había comido literalmente.
—Ese degenerado, lobo rastrero, sinvergüenza — Alessa protestaba con furia mientras volvía a llorar, no entendía como se había dejado hacer todo eso mientras Celia moría de risa en su cara.
Alessa la fulminó con la mirada, pero Celia seguía riendo a carcajadas.
—Ale, deja de ser testaruda, ese Alfa te gusta a matar, si no fuera así no lo hubieras dejado hacerte nada, además, estás haciendo un berrinche, sabes que puedes curarte a ti misma, si tú quisieras podrías curar todos tus dolores —dijo Celia llevándola al tocador para que se mire al espejo, sabe que su hermana solo hace una rabieta.
Alessa se miró en espejo, esas marcas estaban por todo su cuello, ella bajó su camisón casi revelando sus senos y seguían por todo ello, Alessa recordó cuando ese sinvergüenza besaba, mordía y chupaba cuanto podía ese lobo lujurioso, enseguida se sonrojó al recordar sus manos en su cuerpo, su boca devorando todo a su paso y siendo embestida salvajemente por esa…, ella apretó los muslos al recordar la sensación.
Alessa solo dio un suspiro y cerró los ojos mientras una suave luz cubría su cuerpo, entonces, todas sus marcas desaparecieron, donde estaban las heridas de los colmillos, se forma una hermosa marca, es una imagen delicada que tiene un tono entre dorados y plateados.
—Ale, eso que tienes en el cuello es hermoso — Celia parpadeó con emoción, tenía corazoncitos en los ojos.
Alessa sonrió al verla, y sin poder evitarlo dijo lo que jamás pensaría.
—Draco es tan impresionante, es muy lindo — dijo feliz mientras que Celia rodó los ojos, esa hermana suya puede ser muy Ninfa emperatriz, pero es una bipolar.
Mientras esto pasaba, cuatro Alfas llegaron, fue todo un escándalo, los imponentes Alfas llegaron aullando a lo lejos, todos se sobresaltaron, Draco sonrió, ya que ellos no podían solo llegar y estar tranquilos.
Alessa y Celia escucharon los aullidos poderosos y se sobresaltaron, el corazón de Alessa latió rápido y pensó que Draco podría estar en problemas.
Ambas se cambiaron de inmediato, Alessa olvidó comer de lo nerviosa que estaba, salió corriendo por la mansión hasta llegar al patio exterior, vio salir a Draco ahí afuera frente a las puertas y del bosque, cuatro lobos enormes salieron, eran grandes y fieros, uno era gris, otro blanco por completo de ojos rojos, el marrón se veía muy amenazante y el plomo era más cauto en su forma de amenazar.
Los cuatro lobos rodearon a Draco con intenciones de atacar, varias personas llegaron a ver la contienda, todos vitoreaban y aplaudían a su Alfa, pero Alessa estaba que moría de preocupación, ella estaba por atrapar a esos lobos con su poder, ella desprendió una luz tenue, pero sintió una mano en su hombro sacándola de su intento.
—Emperatriz, no se preocupe, son amigos, sólo hacen bullicio, no pasará nada con el Alfa — dijo Mari con seguridad haciendo que Alessa se calme un poco.
—Ale, solo defiende al Alfa si de verdad le hacen daño — dijo Celia, igual de nerviosa, pero confía en Mary, sabe que ella es muy confiable.
Mary se paró entre ambas y con cada brazo abrazó a las niñas, Mary como toda loba Alfa es alta y las niñas apenas llegan al hombro de la mujer.
Draco, por otra parte, dio una sonrisa desafínate, e inmediatamente se convirtió en su lobo, un hermoso y enorme lobo negro, ojos del mismo pelaje lo hacía ver siniestro y oscuro, pero cuando Alessa lo vio su corazón latió con emoción, era hermoso, ahora que lo ve a detalle está segura que es la criatura más bella que ha visto en su vida.
La contienda comenzó, los otros lobos atacaban a Amón con furia, pero el lobo negro era implacable, los otros trataban de morderlo o atraparlo, pero eran burlados, ya se veía al lobo negro cansado de jugar, entonces decidió atacar a sus contrincantes los cuales recibieron una paliza monumental, el Lobo blanco salió volando con una gran mordida en el hombro, el lobo gris cayó al suelo con una pata ensangrentada, el lobo marrón cayó de buces con el lomo sangrante y el plomo terminó debajo del lobo negro gruñendo y gimiendo de dolor por la paliza.
Amón se veía aterrador, era un ejemplar único e ingobernable, los que habían acudido a la contienda aplaudieron emocionados.
Alessa sonrió deslumbrada y Celia miraba admirada el poder de esos animales, era lo más bello que había visto en su vida.
Los cinco lobos se transformaron quedando expuestos cinco hombres monumentales, con unos físicos de infarto completamente desnudos.
—¡POR TODOS LOS DIOSES!, en este lugar es difícil ser pura con tanto pecado — Celia dijo asombrada y ruborizada, Mary solo movió las manos para tapar los ojos de las niñas antes de que sigan viendo de más, sabe que ellas no están acostumbradas aún al descaro de los hombres lobo.
—Señoritas, creo que es hora de retirarnos — dijo Mary para después largar una carcajada, ellas eran muy inocentes, podía ver sus orejas rojas de la vergüenza, se habían ruborizado hasta el cuello.
Ambas hicieron un puchero, era la primera vez que escuchaban a Mary dar una carcajada y no podían verla, era injusto.
—Ale, la Señora Mary está sonriendo y no lo perdimos — murmuraba Celia mientras Mary las guiaba a ciegas hacia la mansión.
—Sí, es una perdida, no sé si tendremos esta ocasión en el futuro — dijo Alessa apesadumbrada mientras Mary frunce el ceño, esas atrevidas estaban insinuando en su cara que ella era una amargada que no sonreía.
Felicidades