Descripción de la Historia:
"Más Allá De Las Fronteras"
Narra la conmovedora travesía de Diana, una adolescente que, desde temprana edad, ha vagado de un país a otro, buscando un lugar donde pertenecer. Enfrentándose constantemente a sentimientos de desarraigo y soledad, su vida parece una serie de capítulos inciertos llenos de sombras y luces intermitentes. La narrativa se despliega de manera poética, capturando los matices más profundos de sus emociones y las complejidades de las relaciones humanas.
A medida que Diana navega por el complicado paisaje de la adolescencia, encuentra consuelo en la amistad inesperada con Abigail, una chica con sus propios fantasmas y desafíos. Sin embargo, la llegada de Derek, un joven carismático y decidido, agita aún más las aguas, despertando en Diana sentimientos que ella había mantenido cuidadosamente enterrados.
El triángulo de amistades y amores se complica con la presencia de Josué, el novio de Abigail, cuyo inminente traslado a otro estado
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22# El Valor de Sentir
...Un cambio para los dos...
Diana se encontraba en su habitación, mirando por la ventana mientras la noche se cernía sobre la ciudad. Los pensamientos sobre Derek la envolvían, creando una maraña de emociones que no lograba desenredar.
Desde aquel beso, algo dentro de ella había cambiado, despertando sensaciones que, hasta ahora, había mantenido bajo llave. Se preguntaba si estaba lista para dar ese paso, para enfrentar el miedo que la acompañaba cada vez que pensaba en el futuro. Sin embargo, algo en su interior la empujaba a seguir adelante, a no dejarse vencer por sus inseguridades.
...•Esta tarde •...
Diana decidió que hablaría con Derek. Necesitaba aclarar lo que sentía, tanto para ella misma como para él. Caminó hacia el lugar donde habían acordado encontrarse, un parque que había sido testigo de muchos de sus momentos juntos.
Mientras se acercaba, sentía cómo los nervios se apoderaban de su cuerpo, haciendo que su corazón latiera con fuerza. A lo lejos, divisó a Derek, quien la esperaba con una expresión mezcla de ansiedad y expectativa.
Al llegar junto a él, Diana sintió que las palabras se atascaban en su garganta. Pero antes de que pudiera decir algo, Derek habló primero, su voz temblando ligeramente.
—Diana, he estado pensando mucho desde el beso — comenzó, sus ojos buscando los de ella con intensidad—. No sé cómo expresar todo lo que siento, pero sé que no quiero perder lo que tenemos. Quiero seguir explorando esto, contigo.
Diana sintió cómo una oleada de alivio la recorría al escuchar esas palabras. La incertidumbre que la había acompañado hasta ese momento se desvaneció un poco, y en su lugar, brotó una determinación que no esperaba encontrar.
—Derek — respondió ella, su voz más firme de lo que había anticipado—, yo también he estado pensando. Y aunque tengo miedo, quiero intentarlo. Quiero ver a dónde nos lleva esto.
El silencio que siguió fue lleno de promesas no dichas, de deseos compartidos que apenas comenzaban a tomar forma. Ambos se miraron a los ojos, y en ese instante, comprendieron que estaban listos para enfrentar lo que fuera que el futuro les deparara.
Entonces, en un movimiento que parecía tanto natural como lleno de nerviosismo, Derek se inclinó hacia Diana.
Ella cerró los ojos mientras sus labios se encontraban en un beso suave, tímido, pero cargado de significado. El contacto fue eléctrico, haciendo que sus corazones latieran al unísono, sincronizados por el vértigo de la emoción y el temor a lo desconocido.
El beso duró apenas unos segundos, pero en ese breve lapso, ambos sintieron que algo había cambiado irrevocablemente entre ellos. Cuando se separaron, se miraron con una mezcla de asombro y felicidad, como si acabaran de descubrir un nuevo mundo, uno que solo ellos compartían.
—Esto… esto es real — murmuró Derek, sus dedos rozando suavemente la mejilla de Diana, como si aún no pudiera creer que ella estuviera allí, con él.
Diana asintió, sus ojos brillando con una emoción contenida. En ese momento, supo que había tomado la decisión correcta.
Decidir seguir adelante con Derek, a pesar de sus miedos, era lo que su corazón le había estado gritando desde hacía tiempo.
Mientras caminaban juntos por el parque, en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, la sensación de estar juntos, de compartir ese instante, los envolvía con una calidez que no habían sentido antes.
El cielo, oscurecido por la noche, se llenaba de estrellas, testigos silenciosas de la conexión que se estaba forjando entre ellos.
Al llegar a casa, Diana se encontró con su madre, Jenny, quien la miró con una curiosidad mezclada con preocupación.
—¿Todo bien, Diana? — preguntó Jenny, notando algo diferente en su hija.
Diana, aún con la calidez del beso recorriendo su ser, sonrió con suavidad.
—Sí, mamá, todo está bien. Creo que… finalmente estoy encontrando mi camino.
Jenny asintió, aunque no entendía del todo lo que Diana quería decir. Sin embargo, decidió no presionar más, confiando en que su hija estaba tomando decisiones acertadas.
Diana subió a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella.
Se sentó en la cama, dejando que sus pensamientos fluyeran libremente. La emoción del momento aún latía en su pecho, pero también sentía una calma inesperada, una certeza de que estaba exactamente donde debía estar.
A medida que la noche avanzaba, Diana comprendió que el beso no era solo una promesa entre ellos, sino también un desafío a sí misma.
Era un paso hacia lo desconocido, hacia un futuro que, aunque incierto, prometía ser lleno de emociones y descubrimientos. Y aunque el miedo no había desaparecido del todo, sabía que no estaba sola. Derek estaba a su lado, dispuesto a caminar con ella en este nuevo capítulo de sus vidas.
Con esa idea en mente, Diana se recostó en la cama, permitiendo que el sueño la envolviera. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentarlo, un paso a la vez, con Derek a su lado y con la convicción de que juntos, podían superar cualquier obstáculo.
Al otro lado de la ciudad, Derek también se preparaba para dormir. Mientras se recostaba en su cama esa noche, reflexionó sobre cómo las cosas habían cambiado en tan poco tiempo.
Se dio cuenta de que, aunque el futuro era incierto, estaba rodeado de personas que lo amaban y apoyaban. Y con Diana a su lado, sintió que podía enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.
El peso de las expectativas y miedos que lo habían acosado durante tanto tiempo parecía disiparse lentamente, reemplazado por una confianza renovada.
Con certeza, Derek cerró los ojos, dejando que el sueño lo envolviera. Sabía que el viaje apenas comenzaba, pero con Diana a su lado, el camino, aunque lleno de desafíos, también estaba colmado de esperanza y posibilidades.
Cada momento compartido con ella era una promesa de un futuro mejor, un recordatorio de que, juntos, podrían enfrentar cualquier obstáculo y descubrir nuevas alegrías a cada paso.
...¿Un desafío más que enfrentar?...
...¿Con el lo quiero todo, se que se lograr?...