LA VENGANZA DE VALENTINA

Al día siguiente Valentina se despertó ni bien sintió a su peque removerse entre sus brazos, la nena se despertó sonriente, parecía que se sentía mejor, ella la abrazó, pero al frotar su nariz con su cuellito para hacerla reirá, Valentina sintió la ligera fragancia, es un perfume para hombre, aunque es tenue, tiene un olor fuerte, pero a la vez reconfortante, es fuerte pero muy envolvente.

Valentina por alguna razón se acarició los labios con la yema de los dedos, la imagen del guapo demonio se le vino a la cabeza, y se sonrojó al recordar lo ardiente que había sido ese beso.

Mónica la sacó de su aturdimiento, ella no se dio cuenta hasta que la voz de su amiga la despabiló de su ensueño.

* Si sigues con esa cara de tonta voy a pensar que estas enamoradas _ dijo sonriente mientras Valentina fruncía el ceño, ese demonio se había aprovechado de una forma descarada y para colmo se había burlado de ella.

* No digas tonterías, solo que ayer los gorilas de Gloria casi me atrapan, me topé con un demonio que voy a atrapar en algún momento y me voy a vengar por su atrevimiento _ dijo ella mientras se fue a cambiar.

Ese día se tomaría el día libre, así que le pidió a Emilio que le ayude con la empresa, su hermanastro estaba más que dispuesto.

Valentina solo se puso algo casual para estar en casa, ella siempre se ve hermosa y sensual a lo que los sirvientes la miran con admiración, la resucitada Luana era realmente una mujer que un hombre ni loco dejaría por otra.

Cuando Valentina estaba con su hija amada, llegó un ramo de tulipanes, eran hermosos, y Valentina los recibió con molestia, esta seguro que es ese idiota de Franco, pero cuando ella los quería botar a la basura, Mónica tomo la nota que decía.

Para una traviesa hermosa, pronto cobraré la deuda que tienes conmigo preciosa.

Atte. El Demonio

Valentina se quedó petrificada, no pudo soltar los hermosos tulipanes y miró a su amiga un poco desconcertada.

* Huy, Vale, parece que tienes un admirador, y está muy interesado en ti _ dijo Mónica sonriente pero curiosa.

* Es ese demonio del que te hablé, solo se burla de mí – dijo ella molesta.

* Pues no creo que se esté burlando, el significado de los tulipanes es explícito, creo que ese hombre te quiere comer entera _ dijo ella mientras tomaba los tulipanes de las manos de Valentina.

* No entiendo, ¿Cuál es su significado? _ dijo la hermosa mujer y Mónica le explicaría la situación.

* Los tulipanes son símbolo del amante perfecto, la pasión y el romanticismo.

* El tulipán es un símbolo de amor sincero, es una flor increíblemente romántica que al regalarla expresa enamoramiento, pasión, amor incondicional, amor puro, etc. _ dijo Mónica mientras acomodaba los tulipanes en un jarrón dejando a Valentina desconcertada.

*_*

Al otro lado de la ciudad en un penthouse de lujo, el hombre alto y fuerte mira por la ventana mientras otro termina una llamada para informar.

* Señor, me indican que ella ha iniciado la demanda de divorcio _ habló con una postura sumisa ante el hombre notablemente poderoso.

El hombre se tocó los labios con la yema de los dedos, ese recuerdo era muy agradable para él.

* Bien, ¿ya tienen a esa mujer? _ dijo con su voz gruesa como la nota más baja de un violonchelo.

* Si señor, la tal Mindi está en nuestras manos _ dijo el subordinado.

* Perfecto, ya saben lo que tienen que hacer, quiero que esa mujer diga todo lo que sabe, cada detalle, cada historia, chisme, sospecha o incluso cada pensamiento sobre lo que ha pasado _ dijo el hombre mientras saca su celular.

Su subordinado no se mueve, no sabe cómo afrontar el tema así que se debate entre la pregunta y la salida.

* ¿Qué pasa?, ¿qué quieres decirme? _ dijo tranquilo.

* Señor, también me informan que ella ha recibido los tulipanes y no los ha botado a la basura, ¿está seguro que es ella?, tal vez ella… _ dijo el subordinado un poco dudoso.

* Estoy seguro de que es ella, ahora que ha pedido el divorcio todo va ser más rápido, ahora sí que quiero ver quien se atreve a separarme de mi hija _ dijo con un dejo de enojo en sus palabras.

El subordinado se dirigía a la salida cuando su celular sonó con un mensaje.

* Señor, me indican que Fabricio Miraval quiere hablar con usted, ¿Qué le digo? _ dijo el joven un poco preocupado.

* Dile que solo si hablamos del tema de mi hija, si no es para eso que se olvide de querer contactarme _ dijo el hombre mientras se dirigía a su cuarto, quiere darse una ducha, y no tiene tiempo para tonterías.