UN PADRE PARA MISAEL (6)

De otra camioneta, bajaron tres médicos y dos enfermeras, Fedra estaba esperando que instalaran a Cerem para ir a su lado.

Apenas ella lo vio, su corazón se estremeció, tenía una venda en su cabeza, estaba ojeroso y se notaba un golpe en su pómulo izquierdo y su pierna izquierda estaba enyesada al parecer estaba peor de lo que Fred le había dicho, pero ella debía ser fuerte por su bebé y por Adalet.

El doctor le explicó que le habían inducido el coma para que su cerebro se desinflamara, pero ella se desesperan al ver que habían pasado dos días y él seguía dormido.

El doctor prometió ya hoy comenzar a despertarlo, hace dos días que le dejaron de suministrar el tratamiento, pero aun así Cerem no despertaba, el doctor explicó que no había ninguna explicación médica, para que él siguiera dormido, de todas maneras le realizaron nuevos estudios.

Ya había pasado una semana y Fedra todos los días entraba a la habitación de Cerem, le hablaba mientras masajeaba su cuerpo, le hacía ejercicios en sus brazos y sus manos, acariciaba su cabello, después comenzó a masajear sus pies, subió por la pierna que no tenía el yeso y le frotaba con una crema relajante, subió por su muslo y llegó a su entrepierna, ella sin ninguna malicia, rozó su límite y comenzó a bajar de nuevo hasta su rodilla, repitió esta acción un par de veces y de repente se sorprendió al sentir el leve movimiento del pantalón de la pijama de Cerem

__ Pero que pervertido _ dijo ella tapándose la cara, moriría de la vergüenza solo de pensar que entrará el médico y lo encontrará en esa situación, ya que la erección de Cerem era prominente, siguió con su labor pero evitó acercarse al área prohibida, prefirió masajear su cuello, espalda y brazos, deseando que Cerem se calmara, porque ella también estaba en problemas no podía dejar de tener pensamientos pecaminosos referentes a su marido y las inmensas ganas que tenía de hacerle el amor, estaba por entrar en octavo mes y su libido había aumentado.

Al día siguiente, Cerem despertó y una sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Fedra a su lado, acostada y la muy pervertida tenía una mano en su hombría, lo cual había ocasionado que estuviera más que despierto,

__ Hum, _ gimió Cerem, tratando de despertar a Fedra, pero ella solo apretó su mano y Cerem abrió los ojos, ahora si estaba en problemas, su hombría comenzó a latir, su necesidad de ser atendido había incrementado de cien a mil al estar apretado en la mano de Fedra.

Él hizo un leve movimiento y le dio un beso en los labios y le pasó la lengua, Fedra se despertó y tocó sus labios y los sintió húmedos, pero al ver a Cerem profundamente dormido, pensó que lo había soñado.

Ella se levantó y cuando le dio la espalda para salir él tosió y ella giró rápidamente hacia él, entonces ella volvió a tocar sus labios ¿será posible que el beso haya sido real?, ella se acercó hacia él rápidamente y él comenzó a abrir los ojos, pero Fedra corrió a buscar al médico.

Cerem sonrió, ella estaba tan hermosa, pero aunque pareciera cínico de su parte él estaba furioso con ella, al primer problema corrió a llamar a su enamorado japonés, así que él tenía el castigo perfecto para ella.

El doctor regresó y comenzó a revisarlo

__¿dónde estoy?, ¿Quién es usted?

__ Tranquilo señor Asaf, todo está bien, ya vienen sus familiares

__ ¿cómo me llamó?, no recuerdo nada

__ ¿No recuerda nada después del accidente o no recuerda nada?

__Mi mente está en blanco doctor

__ Ya veo, usted sufre de un episodio de amnesia temporal, tenga paciencia es posible que sus recuerdos aparezcan poco a poco.

El médico salió y le explicó a Fedra lo que ocurría y ella se sintió triste, pero también molesta, estaba ansiosa porque este tonto reaccionará, para poder golpearlo en la cara, por haberla dejado pisar la cárcel y ahora tenía que esperar hasta que se recuperará, pero de pronto un plan macabro se le ocurrió, ella no lo perdonaría a cuenta de su amnesia él tenía una deuda que pagar y ella estaba dispuesta a cobrársela en cómodas cuotas.

Así que le pidió al doctor y a todos los demás que no le hablarán a Cerem de la relación que había entre ellos.

La niña entró primero

__ Papiiii, _ Cerem, solo asintió y la abrazó, después entró Fred, que podía ver la mala actuación de su hermano, pero aun así decidió dejarlo jugar al tonto, pero él tenía una forma práctica de tumbar su teatro, pero lo dejaría jugar al tonto un rato, quería ver cuál era su plan.

Y de último entró Fedra, ella sentía que él la desnudaba con la mirada, casi podía apostar que el pervertido estaba teniendo pensamientos sucios con ella, pero ella solamente lo ignoró y entró con toda naturalidad.

__ Buenos días, señor Asaf, mi nombre es Tania, soy su fisiatra, hoy comenzaremos con sus ejercicios.

A Cerem acababan de quitarle el yeso y en realidad necesitaba ejercitarse antes de intentar ponerse de pie.

Pero Cerem reía a sus adentros al ver las ocurrencias de su mujer, al parecer estaba tan loca como él, pero Cerem no podía negar que estaba nervioso, eso solo significaba que ella no estaba dispuesta a perdonarle su error tan fácilmente, pero él haría lo posible por ser merecedor de ese perdón, estaba dispuesto a pedirlo de rodillas si era necesario.

Cerem sonrió y decidió dejarla

__ Disculpe señora, pero ¿usted cree que en su estado, usted pueda cumplir con su trabajo?

__ Por supuesto, señor yo así como me ve haría levantarse hasta un difunto, pero déjeme demostrarle con acciones.

Fedra se acercó a él, estaba molesta al parecer Cerem si recordaba perfectamente como volver a ser el ogro arrogante.

Ella lo ayudó a sentarse, luego juntó sus manos con el aceite y comenzó a acariciarle su cuello y espalda, Cerem apretaba los labios para reprimir sus gemidos, luego ella comenzó a bajar por su espalda y Cerem se estremeció, sentía su cuerpo traicionarlo, cada fibra de su cuerpo estaba erizada, las caricias de su mujer lo estaban enloqueciendo.

Fedra también se divertía, podía sentir a su marido, vibrar con cada toque de sus dedos, su cerebro no la recordará, pero su cuerpo si y ella se aprovecharía de eso, apenas iba por la espalda baja y ya lo veía apretar las sabanas y morder sus labios.

Fedra estaba a punto de soltar la carcajada, pero esta amnesia la ayudaría a martirizarlo hasta que me suplique que se detenga o él como todo un pervertido se corra delante de ella.

__Hummm, Humn _ era lo que salía de la boca de Cerem a pesar de estar casi rompiendo sus labios para retenerlo.

__ ¿Qué siente?, ¿le duele?,

Cerem negaba con la cabeza, no quería hablar o se delataría, estaba loco por agarrarla, besarla y hacerla suya, pero era divertido ver su cara, ella se mostraba sería, pero sus ojos dilatados la delataban, estaba tan excitada como él.

Cerem vio que ella se alejó de él y respiró hondo para calmarse, su erección estaba comenzando a dolerle.

Fedra estaba igual que él, pero con sus hormonas alborotadas por el embarazo, prefería suspender la sesión por hoy.

En eso sonó su teléfono, era una llamada de Diana, ella decidió jugar un poco más con el desmemoriado de su marido.

__ Aló, hola amor, si ya voy saliendo, si amor ya termine con el paciente, si tu hijo se portó muy bien. _ Fedra tapó la bocina y se despidió de Cerem con una señal de adiós con la mano, sin darle tiempo de reaccionar, salió y cerró la puerta.

Cerem por su parte, se quedó petrificado

__ ¿amor?, ¿paciente?, ¿tu hijo? _ susurró, tratando de procesar lo que había oído, eso solo tenía una explicación lógica, Mijaíl Petrov regresó por Fedra.