Amor Forzado.

A la mañana siguiente, Isabella se despertó con el suave sonido del agua cayendo. Abrió los ojos lentamente y, al girar la cabeza, se dio cuenta de que Alessandro no estaba a su lado; ni siquiera había registrado si había pasado la noche con ella.

Isabella se incorporó de la cama con lentitud, sintiendo que apenas podía mover el pie. La puerta del baño estaba entreabierta y, a través de ella, pudo ver a Alessandro. El agua caía en torrentes sobre su cuerpo, creando un espectáculo hipnotizador. No pudo evitar fijar su mirada en él; era, sin lugar a dudas, un hombre realmente atractivo. Su figura era musculosa, con un torso bien definido que hablaba de horas de dedicación en el gimnasio. La piel de Alessandro era de un blanco radiante, haciendo un hermoso contraste con el agua que resbalaba por su piel. Su cabello largo, ligeramente húmedo, caía en suaves mechones que acentuaban sus características faciales. Los ojos, de forma rasgada, le conferían un aire enigmático y seductor, mientras que sus brazos, fuertes y bien formados, parecían listos para envolver a cualquiera en un cálido abrazo. Isabella se sintió atrapada por esa imagen imperdible, admirando cada detalle de la presencia masculina de Alessandro.

Isabella regresó rápidamente a la cama al escuchar el sonido de la llave de la regadera que Alessandro había cerrado. Cerró los ojos, intentando no prestar atención al ruido del baño. Entreabriendo los párpados, le echó un vistazo a él cuando salió; apenas llevaba puesta una toalla que envolvía su figura.

Alessandro se fijó en Isabella. Ella lucía una delicada bata de dormir de color rosa pálido que se ajustaba a su cuerpo, lo que le daba un aire atractivo. Sin embargo, tras contemplarla por un momento, se acercó a ella y luego se apartó rápidamente. Enseguida se vistiò y salió de la habitación.

Isabella suspiro y se levantó de la cama, con entusiasmo a escojer su ropa, cuando a su mente se le vino el recuerdo de su madre.

Isabella, no puedes sentir nada por el hijo del hombre que mato a tu madre.!_ dijo Isabella en su mente.

Toc toc...

Señora Isabella le traigo su desayuno.!_ dijo rosa entrando con una bandeja de comida ala habitación.

Muchas gracias, Rosa. Sin embargo, no es necesario. Me gustaría desayunar con ustedes, como siempre lo hacía, comentó Isabella, dirigiendo su mirada a Rosa con una expresión cordial.

“De ninguna manera”, respondió Rosa con firmeza. “Por instrucciones del patrón, nos han indicado que no debemos permitir que usted haga absolutamente nada. Su única responsabilidad en este momento es estar acostada en su cama, enfocándose en su recuperación”, añadió, mientras cuidadosamente servía la fruta en un plato blanco.

Dime rosa, tienes mucho tiempo trabajando para la familia Kim lee.!?_ pregunto Isabella.

Así es mi papá era la seguridad de la familia así que yo creci junto con la familia.!_ dijo rosa.

Entonces conoces muy bien a Alessandro y así padre no es así.!_dijo Isabella intentando averiguar más de la familia.

Así es, yo era solo una niña cuando el patrón Alessandro hizo su aparición en la familia Kim Lee. El señor Dante y la señora Amalia habían luchado incansablemente por tener un hijo, pero sus esfuerzos nunca dieron frutos. Una noche, Alessandro llegó a sus vidas de manera inesperada. Recuerdo que me contó mi padre que él, cortó algunas manzanas de un árbol que crecía justo frente a la habitación de la señora Amalia. Mi padre, al contarme sobre aquel momento, mencionó que Alessandro parecía ser un niño muy humilde. Su familia había fallecido, y por eso los patrones no dudaron en hacerse cargo de él de inmediato. Fue así como Alessandro se convirtió en parte de la familia Kim lee,

Sin embargo, tuvo la fortuna de su lado, señora Isabella. Muchas mujeres estaban interesadas en él, e incluso se formaban filas en ocasiones para tener la oportunidad de bailar a su lado. No obstante, estoy convencida de que el señor solo tiene ojos para usted. Se mostró realmente preocupado cuando usted no aparecía; lo veía como un león enjaulado, caminando de un lado a otro, como si estuviera a punto de perder la cordura.

No creo que eso sea así. Me he dado cuenta de que no le intereso en absoluto. Alessandro me lo ha dejado claro a través de diferentes situaciones. Y si puede ser discreta con este asunto, es porque, en realidad, me está engañando, comentó Isabella mientras dirigía su mirada hacia el plato de frutas.

Mi señora, permítame ofrecerle un consejo. A pesar de mi corta edad, estoy casada y tengo dos hijos. Sé que el matrimonio puede ser complicado a veces, pero con un poco de amor, todo puede mejorar. Usted es una mujer muy hermosa y tiene la capacidad de hacer lo que desee, añadió Rosa.

Es que yo no soy una mujer para él, soy muy diferente a él y a toda esta gente, a todos estos ambientes, dijo Isabella, con un tono nostálgico en su voz.

La señora Rosa, mirando a Isabella con una mezcla de comprensión y determinación, le respondió: No diga eso. Usted está completamente a la altura de esta situación. Le aconsejo que, ahora que el patrón está durmiendo en esta misma habitación, aproveche la ropa de cama que se encuentra en la esquina inferior del armario. Esa ropa está destinada para el matrimonio. Con esas palabras, Rosa se levantó del pequeño sillón, dejándolo vacío, y salió de la habitación, dejando a Isabella sola con sus pensamientos.

...La noche........

Isabella se encontraba reflexionando profundamente sobre la situación que había surgido a raíz de los consejos que le había otorgado Rosa. A pesar de que ya no quería aceptar la verdad, lo cierto era que sentía una gran atracción por Alessandro. Sin embargo, para poder lidiar con esos sentimientos y mantenerlos bajo control, decidió poner en práctica las recomendaciones de Rosa. De esta manera, pensó que podría comenzar a trazar un plan de venganza contra la familia Kim Lee, utilizando la estrategia que había imaginado. Esta decisión la llenaba de determinación, ya que veía en ello una oportunidad para redirigir su energía hacia un objetivo claro y así desviar su atención de los complejos sentimientos que la ataban a Alessandro.

Isabella se puso una bata de cama diminuta y transparente que dejaba muy poco ala imaginación se miró al espejo y intentó calmarse y tomar aire cuando escucho a Alessandro entrar así que rápido, cómo pudo se sentó en la cama.

No puedes hacerlo sola.!_ dijo Alessandro mirándola.

Yo necesito ir al baño y no quiero molestar a rosa, todo el día estuvo a mi lado debe de estar cansada.!_ dijo Isabella mirandolo

Alessandro se acercó y la ayudó a levantarse cuando la miró quedó con el corazón paralizado al verla se veía realmente sexi y olía muy bien.