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Entre Odios Y Suspiros

Entre Odios Y Suspiros

Status: En proceso
Genre:Reencuentro / Amor-odio / Romance de oficina / Atracción entre enemigos
Popularitas:9.2k
Nilai: 5
nombre de autor: F10r

Rachely Villalobos es una mujer brillante y exitosa, pero también la reina indiscutible del drama y la arrogancia. Consentida desde niña, se ha convertido en una mujer que nadie se atreve a desafiar... excepto Daniel Montenegro. Él, un empresario frío y calculador, regresa a su vida tras años de ausencia, trayendo consigo un pasado compartido y rencores sin resolver.

Lo que comienza como una guerra de egos, constantes discusiones y desencuentros absurdos, poco a poco revela una conexión que ninguno de los dos esperaba. Entre peleas interminables, besos apasionados y recuerdos de una promesa infantil, ambos descubrirán que el amor puede surgir incluso entre las llamas del desprecio.

En esta historia de personalidades explosivas y emociones intensas, Rachely y Daniel aprenderán que el límite entre el odio y el amor es tan delgado como el filo de un cuchillo. ¿Podrán derribar sus muros y aceptar lo que sienten? ¿O permitirán que su orgullo

NovelToon tiene autorización de F10r para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo 21

Un clavo saca otro clavo

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Narra Rachely villalobos.

La tarde transcurría tranquila después de haber regresado de un largo día de compras. Había tantas bolsas que la empleada apenas podía organizar todo mientras yo supervisaba desde el sofá, con un café en mano y Bolty a mis pies. Me sentía satisfecha, pero al mismo tiempo inquieta. 

Me recosté en el sofá, dejando que mis pensamientos fluyeran sin restricciones. ¿Por qué Daniel seguía rondando mi cabeza? Era irritante, insufrible, y me sacaba de quicio como nadie más. Pero también… Me mordí el labio, recordando cada uno de esos besos que me robó y que yo no fui capaz de detener. 

"¿Enamorada? ¿De Daniel?" Sacudí la cabeza con frustración. No podía ser. No tenía sentido. Ese hombre era la definición de caos en mi vida, y yo no tenía tiempo para sentimientos complicados. 

Entonces, mi celular vibró, sacándome de mis pensamientos. Miré la pantalla y sonreí al ver los nombres de mis mejores amigos desde la infancia: Fernando y Fernanda. Los mellizos siempre habían estado ahí para mí, y la idea de hablar con ellos era justo lo que necesitaba. Contesté la videollamada y los saludé con entusiasmo. 

—¡Por fin aparecen! —exclamé, tratando de sonar lo más normal posible. 

—Hemos estado ocupados, pero ya estamos aquí para escucharte quejarte, como siempre —respondió Fernanda, rodando los ojos, mientras Fernando, en silencio, solo sonreía de lado. 

Noté algo diferente en él. Se veía más maduro, más atractivo de lo que recordaba. Quizá era la luz, o el nuevo corte de cabello. Algo en su mirada había cambiado, y por un momento me quedé observándolo, pensando en lo que Fernanda me había dicho hace tiempo: "Fernando siempre ha estado enamorado de ti, pero nunca se atrevería a decírtelo". 

Una idea comenzó a formarse en mi mente. Era impulsiva, pero eso nunca me había detenido antes. Sabía que él estaría dispuesto a todo por mí, y tal vez, solo tal vez, esto sería la distracción perfecta para todo lo que Daniel me hacía sentir. 

—Fernando, ¿qué haces mañana? —pregunté de repente, notando cómo Fernanda arqueaba una ceja curiosa. 

—Nada importante, ¿por qué? —respondió él, claramente sorprendido. 

—Quiero que salgamos. Tú y yo. Hace mucho que no pasamos tiempo juntos. 

Hubo un silencio incómodo en la llamada, pero Fernando asintió con rapidez, su sonrisa iluminándose. Fernanda, por otro lado, me miraba como si supiera exactamente lo que estaba planeando. 

—De acuerdo, paso por ti a las siete. 

—Perfecto —respondí, sonriendo con más seguridad de la que realmente sentía. 

Colgué la llamada y me quedé mirando el teléfono por un momento. Esto era lo que necesitaba, una manera de desviar mi atención, de recuperar el control sobre mis emociones. Si Daniel podía volverme loca, yo también podía jugar el mismo juego. 

Sonreí para mí misma, satisfecha con mi decisión, mientras me preparaba mentalmente para lo que estaba por venir.

[...]

Narra Daniel Montenegro

El día en la oficina había sido un desfile de reuniones interminables, pero ninguna lo suficientemente importante como para distraerme de lo que realmente ocupaba mi mente: Rachely. Desde la mañana, algo había cambiado en ella. Se veía distinta, más... ¿radiante?

Al final del día, estaba terminando de organizar unos documentos cuando la vi salir de su oficina. Me congelé. Se había arreglado como nunca: un vestido ajustado que dejaba al descubierto sus piernas interminables, tacones altos y un maquillaje impecable que resaltaba sus facciones. Parecía salida de una revista de moda, y me odie a mí mismo por no poder apartar la mirada.

“¿A dónde demonios va así?” pensé, mientras me levantaba casi de forma automática y la seguía hacia la salida.

Justo en la puerta, nos encontramos, como si el destino hubiera decidido burlarse de mí una vez más.

—¿Y ahora? ¿Qué te crees? ¿Una modelo? —le dije con un tono que intentaba sonar relajado, pero que estaba cargado de celos que no podía disimular.

Ella rodó los ojos, como siempre hacía cuando quería provocarme.

—Tengo una cita, Daniel. Ya sabes, algunas de nosotras tenemos vida social.

Su comentario fue como un golpe directo al estómago, pero lo que realmente me desarmó fue lo que ocurrió después. Un auto llegó y de él bajó Fernando, su amigo de toda la vida.

Rachely sonrió con alegría al verlo, algo que rara vez hacía conmigo, y caminó hacia él con esa seguridad que siempre la caracterizaba. Fernando le dio un abrazo que duró demasiado para mi gusto y, como si fuera poco, la besó en la frente con una ternura que me irritó profundamente.

Mi mandíbula se tensó mientras observaba la escena, sintiendo un calor abrasador subir por mi cuello. Entonces, para rematar, Rachely se giró hacia mí, levantó una ceja con altanería y gesticuló: *“Así es como se hace. Aprende”*.

Era como si me estuviera desafiando directamente, y maldita sea, lo estaba logrando. Antes de que pudiera decir algo, Fernando le abrió la puerta del auto y ella entró con esa elegancia natural que siempre me dejaba sin palabras.

Me quedé ahí, viendo cómo el auto se alejaba, con una mezcla de rabia y frustración corriendo por mis venas. ¿Qué demonios estaba haciendo ella con él?

[...]

Narra Rachely Villalobos

Fernando me llevó a un restaurante encantador en el centro de la ciudad. Era un lugar tranquilo, con luces tenues y música suave, perfecto para relajarse y disfrutar de una buena conversación.

A lo largo de la cena, me di cuenta de lo fácil que era estar con Fernando. Siempre había sido amable, atento y, sobre todo, alguien en quien podía confiar. Sin embargo, no podía evitar comparar su trato con el de Daniel. Mientras Fernando era dulce y caballeroso, Daniel siempre estaba encontrando maneras de molestarme, de sacarme de mis casillas.

—¿Estás bien? —preguntó Fernando, interrumpiendo mis pensamientos.

—Sí, claro. Solo estoy un poco distraída —mentí, sonriendo para tranquilizarlo.

La verdad era que, aunque estaba disfrutando de la velada, no podía evitar pensar en cómo habría reaccionado Daniel al vernos salir juntos. Una parte de mí quería saber si estaba celoso, si realmente le importaba, aunque fuera un poco.

Después de la cena, fuimos a dar un paseo por el parque cercano. Fernando me contaba historias de nuestra infancia, y por momentos me encontraba riendo a carcajadas, sintiéndome realmente cómoda. Pero en el fondo, algo seguía faltando.

No podía entender por qué, a pesar de lo bien que lo estaba pasando, seguía pensando en ese hombre insufrible que parecía tener el poder de alterar todos mis sentidos.

Fernando me llevó de vuelta a casa al final de la noche, y aunque agradecí su compañía, me quedé con la sensación de que algo no encajaba. Algo que tenía todo que ver con Daniel Montenegro.

[...]

Narra Daniel Montenegro

El reloj marcaba las once de la noche, pero no podía dormir. Mi mente estaba atrapada en un bucle interminable de imágenes de Rachely y Fernando juntos. Cada risa, cada mirada cómplice que compartieron durante el día me carcomía por dentro. 

No lo soporté más. Me levanté, agarré las llaves de mi auto y conduje directamente hacia la casa de Rachely. Mi corazón latía con fuerza mientras estacionaba frente a su puerta. Las luces de su habitación estaban encendidas; al menos estaba despierta. 

Sin pensarlo dos veces, la llamé. 

—¿Qué quieres, Daniel? —contestó con su tono altivo habitual. 

—Abre la puerta, tenemos que hablar. 

—¿Estás loco? —preguntó, sorprendida. 

—Probablemente. Pero igual abre. 

Un largo suspiro se escuchó al otro lado de la línea antes de que finalmente colgara. Minutos después, apareció en la puerta principal, con su pijama sencillo pero sorprendentemente encantador, y me lanzó una mirada que mezclaba incredulidad y fastidio. 

—Si alguien nos ve, te juro que te mato —dijo mientras me hacía señas para que entrara. 

La seguí hasta su habitación, que era una mezcla perfecta entre elegancia y personalidad. Apenas cerró la puerta, no lo pensé más. 

—¿Qué demonios estás haciendo, Daniel? —preguntó, dando un paso hacia atrás cuando me acerqué. 

No respondí. Mi cabeza estaba llena de celos y frustración, y la única manera de liberarme de ese caos fue agarrarla por la cintura y besarla. Fue un beso desesperado, cargado de emociones que había intentado reprimir por tanto tiempo. 

Al principio, me sorprendió que no se resistiera. Sus manos se aferraron a mi camisa, y sentí cómo se dejaba llevar. La acaricié con suavidad, explorando cada rincón de su piel como si intentara grabarla en mi memoria. Por un momento, todo el mundo desapareció. 

Pero entonces, de golpe, me empujó con fuerza, sus ojos encendidos de furia y confusión. 

—¿Qué te pasa, Daniel? ¡No puedes venir aquí y besarme como si nada! —gritó, cruzando los brazos sobre su pecho. 

—¿Y tú qué? ¿Te diviertes jugando conmigo? Sales con Fernando como si fuera algo normal, y yo... ¡maldita sea, Rachely! Me vuelves loco. 

—¡Ah, claro! Ahora resulta que soy yo la culpable de tus problemas —respondió con sarcasmo, señalándome con el dedo. 

—Porque lo eres. Eres insoportable, caprichosa, y, aun así, no puedo dejar de pensar en ti. 

La discusión continuó, cada vez más intensa, con ambos lanzándonos palabras cargadas de emociones reprimidas. En algún punto, ninguno de los dos supo cómo, terminamos exhaustos, sentados en su cama. 

—Eres imposible —murmuró, recostándose contra la almohada, con los ojos cerrados. 

—Y tú eres mi problema favorito —respondí, sin poder evitar una sonrisa. 

Antes de darnos cuenta, el cansancio nos venció. Me desperté al amanecer, sorprendido al darme cuenta de que Rachely estaba acurrucada contra mi pecho, sus suaves respiraciones chocando contra mi piel. 

No había pasado nada más entre nosotros, pero aun así, sentí que algo había cambiado. Algo profundo y definitivo.

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Vanesa Garcia
🥰🥰🥰
Vanesa Garcia
al fin lo aceptó 😌 que bueno que se relaje y deje de reprimir lo que siente!!.... gracias autora por tan bonitos capitulos 🤗😊
Vanesa Garcia
está bellísima la historia!! 🥰la empecé para guárdala en mi biblioteca y leerla cuando estuviera terminada, pero no pude parar de leerla, porque me enganchó muchísimo desde el primer capítulo que cortitos se me hicieron todos y de ahí me fui hasta este último y ahora a esperar la actualización🤷🏻‍♀️ojalá y no tarde mucho autora 😊
F10r: Gracias por leer trataré de que los capítulos sean mas largo.☺
total 1 replies
Vanesa Garcia
porque tan cortitos los capítulos autora?? no es justo 🥺
Vanesa Garcia
ay mujer 🤦🏻‍♀️y al ratito vas a andar llorando por Daniel porque no está en tu vida🙄
Vanesa Garcia
lo bueno que no está enamorada 😅
Vanesa Garcia
cómo todo buen hermano protegiendo lo que ama!! aunque me pregunto acaso ellos no pudieron tener hijos por eso quieren tanto a Rachely??
Vanesa Garcia
que bonitoo☺️😍
Vanesa Garcia
😂😂😂😂
Vanesa Garcia
auch eso dolió 🥺
Vanesa Garcia
😅😅😅😅
Vanesa Garcia
cabo su propia tumba con ese comentario 😂😂😂
Vanesa Garcia
ya decía yo que era muy raro que no te acordarás...por un momento pensé que la mamá se había dado cuenta y le había dicho algo de ella que el lo había desilucionado
Vanesa Garcia
no puedo creer que no la recuerde🤔
Vanesa Garcia
se ve que va a estar linda la historia!! 😃
Vanesa Garcia
me lo imaginé 🤭que bonitoo🥰
Ana Garcia
más....por favor 🙏
Yeni Martinez
Excelente
Celina Saucedo
Más capítulos por favor
Maria Isabel Duarte
Excelente
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