La princesa imperial Calypso Aziel Zandell Leroy toma el trono después de la muerte de su padre, aún ella siendo la segunda en la línea de sucesión dado que su hermana la primera princesa imperial Cataleya no quiso regresar al imperio después del accidente...
NovelToon tiene autorización de vane sánchez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 21 La Fiesta De La Victoria
El día había llegado. La fiesta por la victoria de la guerra se celebraría ese mismo día en el palacio. Calypso se despertó temprano, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.
Badru, su fiel compañero lobo, estaba sentado junto a su cama, mirándola con ojos atentos.
—Hoy es el día —dijo Calypso, sonriendo.
Badru emitió un aullido suave y se levantó, sacudiendo su pelaje.
Calypso se rió y se levantó de la cama.
—Vamos a prepararnos —dijo—. Quiero lucir lo mejor posible para la fiesta.
Calypso se dirigió hacia su vestidor, donde sus doncellas la esperaban con un vestido elegante y llamativo. El vestido era de un azul profundo, con bordados de oro y plata que brillaban en la luz.
—Este es el vestido perfecto para la ocasión —dijo una de las doncellas.
Calypso sonrió.
—Estoy de acuerdo —dijo—. Ayúdenme a ponérmelo.
Mientras se vestía, Calypso pensó en Arslan. ¿Estaría listo para la fiesta? ¿Se divertiría?
—Badru, ve a verificar que Arslan esté listo —dijo Calypso.
Badru asintió y salió de la habitación.
Calypso se miró en el espejo y se sintió satisfecha con su apariencia.
—Estoy lista —dijo.
Las doncellas asintieron y se retiraron.
Calypso salió de su habitación y se dirigió hacia el salón principal, donde la fiesta ya había comenzado. La música y las risas llenaban el aire.
—La emperatriz ha llegado —anunció un heraldo.
La multitud se volvió hacia Calypso, que sonrió y se dirigió hacia el trono.
La fiesta había comenzado.
Calypso sonrió mientras miraba hacia la entrada del salón principal. Estaba esperando la llegada de su hermano menor, Arslan, que tenía solo 6 años. La fiesta de la victoria no estaría completa sin él.
De repente, la puerta se abrió y un pequeño príncipe entró en la habitación, acompañado por su tío abuelo, Thorold. Arslan estaba vestido con un traje de terciopelo azul y una camisa blanca con encajes dorados, y parecía un verdadero príncipe.
Calypso se emocionó al ver a su hermano y se apresuró a acercarse a él.
—Arslan, ¡estás tan guapo! —dijo, abrazándolo.
Arslan sonrió y se aferró a la mano de Calypso.
—Tú también estás muy bonita, hermana —dijo, mirándola con admiración.
Thorold sonrió y besó la mano de Calypso.
—La emperatriz está radiante, como siempre —dijo.
Calypso se rió y se inclinó para besar la mejilla de Arslan.
—Vamos a disfrutar de la fiesta juntos —dijo.
Arslan asintió y se dirigió hacia la mesa de los dulces, donde ya había un montón de niños riendo y jugando.
Calypso sonrió y se volvió hacia Thorold.
—Gracias por traerlo —dijo.
Thorold asintió.
—Es un placer, emperatriz. Arslan está creciendo muy rápido.
Calypso sonrió, sintiendo un orgullo y amor hacia su hermano menor.
—Sí, lo es. Y pronto será un gran líder.
La música comenzó a sonar y Calypso se volvió hacia la pista de baile.
—Vamos a bailar —dijo, tomando la mano de Arslan.
Arslan se rió y se lanzó a la pista de baile con su hermana, rodeados de la alegría y la celebración de la victoria.
Príncipe Arslan
...----------------...
Después de disfrutar del baile con su hermano Arslan, Calypso se dirigió hacia una de las mesas laterales, donde su tío Damian estaba sentado, observando la fiesta con una sonrisa.
—Tío, estás solo —dijo Calypso, sentándose junto a él.
Damian se volvió hacia ella y sonrió.
—Estaba disfrutando del espectáculo, mi querida. Eres una verdadera emperatriz —dijo, tomándole la mano.
Calypso se rió.
—Gracias, tío. Me alegra que hayas venido.
Damian asintió.
—No me perdería esto por nada del mundo. Arslan está creciendo muy rápido.
Calypso sonrió.
—Sí, lo es. Y pronto será un gran líder.
Damian la miró con seriedad.
—Calypso, necesito hablar contigo sobre algo importante.
Calypso se inclinó hacia adelante, intrigada.
—¿Qué es, tío?
Damian se aseguró de que nadie estuviera escuchando antes de continuar.
—Hay rumores de una amenaza en el imperio. Algo que podría poner en peligro tu reinado.
Calypso se tensó, su corazón latiendo más rápido.
—¿Qué tipo de amenaza?
Damian se inclinó hacia adelante, su voz baja.
—No estoy seguro todavía, pero investigaré y te informaré.
Calypso asintió, su mente ya trabajando en posibles soluciones.
—Gracias, tío. Confío en ti.
Damian sonrió y le apretó la mano.
—Siempre estaré aquí para protegerte, mi emperatriz.
Calypso se sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar las palabras de su tío Damian. Otra amenaza, justo cuando pensaba que había paz en el imperio después de la larga y sangrienta guerra contra Snow.
—¿Cómo es posible? —preguntó, su voz apenas audible sobre el bullicio de la fiesta.
Damian se inclinó hacia adelante, su rostro serio.
—No lo sé, Calypso. Pero tengo fuentes confiables que me han informado de movimientos sospechosos en las fronteras del imperio.
Calypso se levantó de su asiento, su mente racionalizando la situación.
—Necesito saber más —dijo, su voz firme—. Convoca a los consejeros y a los líderes militares. Quiero saber qué está pasando.
Damian asintió y se puso de pie.
—Ya lo he hecho, emperatriz. Están esperando en la sala de consejos.
Calypso se dirigió hacia la salida, su corazón latiendo con una mezcla de ansiedad y determinación.
—Vamos —dijo—. No podemos permitir que otra amenaza nos sorprenda.
Mientras salía del salón de baile, Calypso no pudo evitar preguntarse si Snow había dejado algún legado de venganza detrás de sí. O si era algo nuevo, algo que podría cambiar el curso de la historia del imperio.
Calypso entró en la sala de consejos, donde ya estaban reunidos los consejeros y líderes militares del imperio. El ambiente era tenso, y todos esperaban con ansiedad su llegada.
—Emperatriz, gracias por reunirnos con urgencia —dijo el consejero jefe, Lord Thomas.
La emperatriz Calypso se sentó en su trono, su rostro serio y preocupado. Lord Thomas, su consejero se encontraba de pie frente a ella.
—La situación es grave —comenzó Calypso—. Mi tío Damian ha informado de movimientos sospechosos en las fronteras del imperio. Necesitamos saber qué está sucediendo.
Lord Thomas asintió con la cabeza.
—Ya hemos analizado la información, emperatriz. Parece que hay una organización de mercenarios operando en la sombra.
Calypso se inclinó hacia adelante, su mirada intensa.
—¿Qué tipo de mercenarios? ¿Cuántos son?
—No lo sabemos con certeza —respondió Lord Thomas—. Pero parece que son bien entrenados y equipados. Nuestros informantes hablan de al menos cien hombres.
Calypso frunció el ceño.
—Eso es demasiado. Necesitamos saber quién está detrás de esto y qué buscan.
Lord Thomas sacó un documento de su bolsillo.
—He ordenado a nuestros agentes que investiguen. Esto es lo que hemos descubierto hasta ahora.
Calypso tomó el documento y comenzó a leer. Su rostro se oscureció aún más.
—Esto es grave —dijo—. Tenemos que actuar rápido.
—¿Qué ordenas, emperatriz? —preguntó Lord Thomas.
Calypso levantó la vista.
—Quiero que Thane, el comandante de la guardia imperial, se encargue de esta misión. Él es el único que puede manejar esto.
Lord Thomas asintió.
—Entendido, emperatriz. Lo llamaré inmediatamente.
Calypso se levantó de su trono.
—No hay tiempo que perder. La seguridad del imperio está en juego.
Calypso se levantó de su trono.
—Quiero informes diarios sobre el progreso de la misión. No podemos perder tiempo.
La reunión terminó, y los consejeros y líderes militares salieron de la sala, listos para enfrentar la nueva amenaza que se cernía sobre el imperio.
Un hotel muy lindo 😍