Son las cinco de la mañana y el sonido me dice que ya es hora de correr, tomo el teléfono para poder apagar el sonido pero veo que hay más de 500 llamadas perdidas de amigos y familiares, pero el número que llama mi atención es de Alejandro mi cuñado.
Pensé mucho si llamar pero lo hice, al escuchar su voz todos esos sentimientos y recuerdos están en mi mente y corazón, pero mis lágrimas salen parar al escuchar que mi hermana murió anoche. Tomé el primer vuelo rumbo llegué justo al entierro, Alejandro está frente a mi sin expresión alguna en su rostro su mirada y la mía se cruzan pero la desvío rápido.
Todas las personas se van pero yo me quedo parada frente a su tumba solo para decirle, vete tranquila hace tiempo te olvidé todo seguiré con mi vida lejos, siempre te ame adiós. Estaba apunto de irme cuando un hombre mayor me dijo que era el abogado de mi hermana para decirme que tengo que ir ala lectura del testamento.
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Mi espacio.
Maria: mi recuperación fue rápida los días pasan volando con Jaimena apenas tengo tiempo para mí y eso tengo la ayuda de las chicas en la casa y por la noches la niñera que aún no conozco, no me imagino como le hacen esas mamás que están solas o que no tienen ayuda. Me levanté temprano para hacer ejercicio, salí muy dispuesta a correr pero santo dios Alejandro y sus guaruras estaban entrenando en la patio que cuerpos no sabía aquièn ver todos esculpiditós con un cincel hay dios todo un espectáculo solo para mí todo iba bien hasta que vi a una mujer entre ellos con ese cuerpo firme y tonificado, tocando Alejandro de manera coqueta y el otro bien que se dejá cuando Alejandro me vio caminó hacia a mi y todos se formaron en una línea, era la primera vez que quería caminar sobre una línea así como cuando los policías te dicen para ver qué tan ebria estás pues si yo quiero hacer eso sobre esa línea.
Alejandro: que tanto miras.
Maria: 🤤 nada solo que el jardín tiene bastante firme el pasto, su cara lo dijo todo.
Alejandro: pueden retirarse, si señor gritaron y la niñera tropezó conmigo eso no le gusto a Maria.
Maria: está mujer es más resbalosa que el musgo verde, tu eres la nueva niñera verdad, si soy la doctora estaba por presentarse pero la interrumpí, espero que te diques solo para lo que estás aquí y eso es cuidar de Jimena, puede irse. Ella asistió y se fue, de que te ríes.
Alejandro: de tus celos.
Maria: no estoy celosa, solo quiero que Jimena tenga buena atención y tú vete a trabajar.
Alejandro: a dónde vas.
Maria: hacer ejercicio.
Alejandro: pero no aras aquí afuera verdad.
Maria: si, es que no puedo cargar así que tengo que correr le dije mientras me quite la sudadera y quedé solo con un top corto, comence a correr y el solo comenzó a sonreír.Después de una hora tome un bañó cuando salí del baño Alejandro estaba sentado en la cama, me asustas te.
Alejandro : no creo estar tan feo, verla envuelta solo en la toalla hace que no quiera ir a trabajar.
Maria: necesitas algo.
Alejandro : que aras ahora?.
Maria: sobre que .
Alejandro: caminé hacia ella mitras recorría lentamente su cuerpo con la mirada, te quedarás en casa a esperarme llegar después del trabajo y tendrás la comida lista para cenar juntos.
Maria: su mirada fija en mi me hace temblar pero debe ser fuerte, comencé a reírme como loca de los nervios.
Alejandro: que están gracioso.
Maria: que tú crees que nací para atender a un hombre y eso no pasará tienes muchas personas trabajando para ti y dispuestas a más cosas, así que bájate de esa nube.
Alejandro: si me lo imaginé, yo era el que siempre terminaba a tu servicio pero era todo un placer.
Maria: genial, por cierto saldré unas horas.
Alejandro: no tienes que pedirme permiso.
Maria: no lo hacía, pero creo que como dueño de la casa y por educación debo decirte.
Alejandro: adónde irás.
Maria: buscaré un lugar donde montar mi estudio, y un departamento.
Alejandro: para que quieres uno.
Maria: para trabajar no pensaras que me vas a mantener.
Alejandro: me refiero al departamento.
Maria: para que mas, para vivir en el.
Alejandro: pero puedes quedarte aquí no hay ningún problema.
Maria: si lo hay.
Alejandro: y cuál es le dije mitras la arrincone contra el buró de la cama.
Maria: podía sentir su aliento sobre mi boca, su aroma lleno mi respiración pero no cederé.
Necesito mi espacio. Aquí hay suficiente y nuestros labios podían rosarse, no gracias le dije y lo empujé.
