Esta historia trata sobre un hombre muy poderoso y con enormes riquezas, pero con el corazón de hielo…
Y una mujer rechazada desde su nacimiento, pero con el corazón lleno de calor…
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Capítulo 8
ESTELA
La situación se está saliendo de control. Estoy preocupada por mi pequeña hija, claro, pero, en compensación, ella necesita cuidarse para que podamos garantizar mucha riqueza para la familia.
Así que llegamos a casa, voy hasta mi marido, que está en la oficina, y le digo:
Estela: Mi bien, necesitas programar una conversación con Gustav. La gestación está en riesgo, y el tratamiento es muy caro. Son gemelos.
Lennart: Voy a programar ahora mismo. Pero dime una cosa... ¿cómo una noche consiguió quedar embarazada de gemelos? Tranquila, todo saldrá bien.
LENNART
Llamo a la oficina para agendar la hora. Como soy empresario, consigo programar rápidamente, claro que no voy a hablar del asunto con cualquier secretaria.
Y así, llegó el día de la reunión. Vamos los tres.
GUSTAV
Esta es solo una empresa más entre las que poseo. Cuando recibí la solicitud de reunión, me pareció extraño. No era una fusión, ni una propuesta comercial relevante. Entonces le pedí a Lian, mi asistente personal, que hiciera un levantamiento discreto sobre el tal Lennart.
Fue ahí que algo me llamó la atención al saber que él es el padre de la modelo con quien tuve sexo en aquella fiesta.
Acepté la reunión no por la propuesta... sino por la curiosidad. ¿Qué quieren ellos conmigo?
De cualquier forma, lo voy a saber cuando ellos me lo digan.
LENNART
Al llegar a la empresa, fue imposible no impresionarnos. Sabíamos que él era poderoso, pero ver aquella estructura personalmente, aquel edificio imponente en el centro financiero de la ciudad, nos dejó en silencio por algunos instantes.
El vestíbulo era silencioso, refinado. Funcionarios discretos, todos atentos, pero sin exageraciones. El tipo de ambiente en que todo parece funcionar con precisión quirúrgica.
Subimos al piso ejecutivo.
Estela mantenía la postura, pero yo percibía su tensión en los dedos que apretaban la bolsa con fuerza. Lilly estaba visiblemente incómoda, los ojos yendo del suelo al techo, como si el peso de todo aquello estuviera a punto de aplastarla.
La secretaria nos llevó hasta la sala, las puertas se abrieron y el ambiente era muy lujoso.
Gustav, estaba sentado a la cabecera, camisa blanca doblada hasta los codos, los ojos fijos en documentos, como si supiera que estábamos allí.
Cuando finalmente levantó la mirada, no sonrió, solo observó. Frío. Cauteloso.
Gustav: Lennart. Estela. Y… Lilly, ¿cierto?
Lennart: Gustav, gracias por recibirnos. Sabemos que su tiempo es valioso.
Él asintió, nada más. Aún analizando.
Gustav: Imagino que no están aquí para hablar de negocios. Entonces, por favor, vayan directo al grano. Estoy curioso.
Lennart: Gustav… venimos a hablar con usted sobre algo delicado. Es personal. Involucra a Lilly.
Gustav se recostó en la silla. No respondió de inmediato, solo esperaba.
Lennart: Hubo… una relación entre ustedes. En una noche, después de un evento. Y a partir de eso, surgió una consecuencia. Lilly está embarazada.
Gustav: ¿Embarazada? ¿En serio? Y ¿por qué solo ahora, vino hasta mí?
Arqueo una ceja. No pareció sorprendido, más eso es interesante.
Gustav: ¿Cómo sucedió este embarazo? Recuerdo estar prevenido.
Lilly: Puede que se haya roto y no nos dimos cuenta.
Lilly: No sabía, que estaba embarazada, vine a descubrirlo esta semana, cuando empecé a sentirme mal, mira mi estado.
Desvío la mirada, fingiendo revolver en la bolsa, fingiendo estar nerviosa.
Lennart: No es un simple embarazo. Son gemelos. Y la gestación está en riesgo. Exige un tratamiento caro, inmediato, constante.
Gustav: ¿Y por qué me están diciendo esto? ¿Quieren que yo asuma algo basado solo en palabras?
Estela: No estamos aquí para implorar. Pero pensamos que usted debería, al menos, saberlo. Si tiene dudas, pida la prueba de ADN después del nacimiento. Pero ahora… estos bebés necesitan cuidados. O no tendrán oportunidad.
Gustav se quedó en silencio por largos segundos. El clima se puso pesado.
Gustav: Vamos a dejar una cosa clara. Yo no pedí por esto. Le pagué a su hija por una noche de placer. Si hubo un error... con toda certeza, no fue mío. Estaré cuidando del tratamiento, ya que están diciendo que los hijos son míos.
Pero quiero un contrato firmado, que impida cualquier mención pública a esto. Si este asunto se filtra, ustedes tendrán que indemnizarme, muy alto.
Lannert: ¿Usted le pagó a mi hija? No sabía eso... ¡Pero no crié a mi hija para que tenga hijos fuera del matrimonio!
Gustav: Interesante ese su habla... Se casó con una mujer que acababa de tener una hija... y robó a esa niña del padre biológico.
Lannert: Cómo ...Usted sabe de eso
Gustav: Voy a resolver todo esto. Pero no piensen que van a manipularme. Y una cosa más: si ese niño no es mío... los acabo como quien aplasta hormigas.
Tomo el teléfono, con los ojos fijos en Estela y Lennart y con calma peligrosa.