Mi Única Reina Omega

Creo que debería disfrutarlo ya que es inevitable, su olor me enloquece, el gruñe de placer al tocarme y no pensé que se podía  pero estoy más excitada que antes.

Debora mis pezones erguidos y duros mandándome a otro mundo, creo que me estoy por correr en este momento y gimo descontrolada pero su voz me detiene.

        Ni se te ocurra terminar cachorrita, yo te voy hacer terminar a gritos ¿entiendes? _ gruñe entre dientes y me controlo, no se por que le obedezco, yo no lo hago con nadie.

        Alfa por favor, te lo ruego, ya no aguanto, ayúdame por favor _ ruego con la más pura coquetería en mi voz.

        No me digas alfa, no lo soy, ahora soy tu dueño, soy tu Señor y amo, ¿me entiendes? _ y me da un mordisco en mi monte de venus haciéndome gemir más aún y apenas puedo responder.

        Sí mi Señor, por favor quiero que me montes ahora _ suplico ansiosa.

Gruñe de satisfacción por como lo llamó y siento que se posiciona y acomoda su miembro entrando despacio haciéndome jadear, es doloroso pero se me va pasando por el celo.

Cuando termina de hundirse aprieto los dientes esperando acostumbrarme, y creo que es muy grande, no he tenido otro pero estoy llena hasta el fondo y los costados.

Tengo mis uñas clavadas en su brazo y él gruñe complacido, la acción empieza y me embiste fuerte y sin misericordia mientras grito de placer, siento toda su extensión entrar y salir pero cada vez que él gruñe de placer el mío aumenta en proporciones escandalosas hasta que ya no me puedo contener y suplicó de nuevo.

        Mi señor déjame terminar, ya no aguanto por favor _ suplico con la voz entrecortada y hablar me lleva un paso más cerca de correrme en este momento.

        mmm… me encanta que estés tan sumisa cachorrita altanera, correte ahora, y quiero que grites por mi. _ lo odio a muerte, si descubro quién es le cortaré los huevos y se los daré a los perros callejeros.

No aguanto más y solo tener su permiso termino gritando, ese estremecimiento y toda esa tensión placentera se libera y me recorre desde mi vagina hacia todo mi cuerpo desnudo y sudoroso.

El embiste unas veces mas y mas rápido y con un gruñido que nunca había escuchado termina dentro mío.

Siento palpitar su enorme falo que mis paredes presionan con fuerza y se que lo estoy exprimiendo con fuerza pero la verdad es tan placentero que ya no puedo negar que me gusta su contacto, todo él me hace enloquecer.

Cae sobre mi con suaves movimientos de su cadera avisando que se ha corrido también, solo espero que no me quede embarazada de este desgraciado.

Pero yo como una tonta hago lo impensable, expongo mi cuello en señal de sumisión y esperando ser marcada y él lo hace, con su respiración entrecortada clava sus dientes en mi cuello y santo cielo ¡qué dientes!, son largos y siento que entran profundo y dolorosamente pero después de unos segundos deja de doler y siento una placer diferente es como si me llenaran el alma, siento que saca sus colmillos y lame la zona delicadamente dandome otra ráfaga de placer y creo que quiero que me monte de nuevo y aunque tengo la necesidad que lo haga, un sueño extraño se apodera de mi cuerpo y todo se vuelve negro.

No se por qué le pedí que me marcará pero se que este Alfa no es común, se impone sobre mi voluntad de forma que ninguno ha logrado y me hace ser sumisa con él aunque me gustaría saber que tanto puede hacer si yo no estaría con mi celo.

Mientras duermo tengo sueños extraños de eventos terribles y terroríficos y mi Loba está siempre luchando como una guerrera implacable, pero eso tampoco tiene lógica ya que somos omegas y no sabemos pelear así que supongo que es el efecto que me ha dejado ese desgraciado que me ha tomado sin mostrarse o presentarse.