Agatha es la hija menor del rey Diamante. Sus hermanos mayores y padres siempre la trataron con cariño y la consintieron, tenía todo lo que deseaba. Hasta que estalló una guerra civil en su país, que acabo con todo lo que Amaba y conocía.
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Alianza y Temores
Narrado por Edric:
Había llegado el día en que vendrían los reyes del reino del Oeste, ellos y nosotros hemos estado en buenos términos por muchísimos años, algo diferente con el reino del Sur. Cuando a mi padre lo nombraron rey, las dos naciones del este y el sur sentaron las bases para alcanzar la paz, logrando desde ese día en adelante unir las naciones para que hubiera armonía.
Podría decirse que las naciones del Este, oeste y el sur lograron cierta estabilidad económica, comercial, religiosa y política, la nación Sur también tuvo su matrimonio con alguien importante de la nación oeste, la reina Jaspe fue la madre de Agatha. Su belleza era muy alagada, pero también su carácter dulce, generoso que logro cautivar a las personas de la nación Sur, según contaba mi padre, los principales problemas con la nación eran los de carácter religioso, ya que dudaban que una reina de otra nación, llegara a querer a su gente.
Sin embargo, la reina Jaspe logro conquistar a las personas y tuvieron 3 hermosos hijos, lamentablemente para todos ella no logro sobrevivir al parto de su última hija. Bueno era lo que se comentaba a menudo... Pero este descubrimiento sobre la habilidad oculta de la princesa, tenía un hueco.
Mi instinto me decía que había algo más que debía averiguar, si hubiera podido tener más tiempo con Agatha, podría saber más cosas quizás, ahora las circunstancias de su rechazo y de que me fuera, tenía sentido.
- Cariño, los reyes del Oeste han llegado_ me habló mi madre mientras me terminaba de arreglar
- Vamos, bajaremos juntos_ dije con una sonrisa
- Me alegra tanto tenerte de vuelta. Es un milagro_ dijo acariciando mi rostro
A mi madre le relatamos solo algunos de los sucesos que había vivido, no deseaba preocuparla o alterarla. Ya era suficiente con perder a su esposo y por si fuera poco creyendo perder a un hijo. Le conté sobre Agatha, aunque le entristecia que ella no fuera de la nación, se alegraba de que tuviera una compañera.
- Deseo que tú y ella sean felices_ respondió ese día
Cuando bajamos las escaleras, la mesa y los invitados ya se encontraban cómodos, siendo recibidos en primer lugar por el rey Frederick como es la costumbre. Efectivamente los reyes eran personas jóvenes, calculaba un poco más de 30 años quizás...
- Sean bienvenidos altezas_ dijo cortéz mi madre y saludo con cariño a los reyes
- Es placer verla a su majestad la reina del este._ argumentó el rey con una sonrisa jovial
- La reina hasta que mi hijo encuentre a su compañera destinada_ comentó mi madre
Yo saludé con educación y respeto a los reyes, ambos eran personas muy simples y me agradaron a primera vista.
Rey del Reino Oeste
Reina del reino Oeste:
Primero conversamos y comimos, nos trajeron muchísimos bocadillos ricos para la ocasión. Mi hermano preparó bailes de la zona este, y ambos se veían encantados. Las personas del reino oeste son conocidas por sus facciones de tez clara y cabello dorado, por eso no nos sorprendía que los reyes fueran así.
Ambos tenían su belleza particular, de pronto el rey se levantó de la mesa un momento y anuncio que tenía preparado algo para la ocasión.
Guardamos silencio y en la sala entro una hermosa mujer con facciones delicadas, edad madura y con ojos cautivadores color violeta... Su rostro de alguna manera me resultaba familiar.
- Perdonadme por sorprenderlos en esta ocasión, me presentaré como se debe, soy Jaspe la reina del Sur_ anuncio
Todos quedamos perplejos sin entender lo que sucedía, por lo visto el reino del Oeste tenía este gran secreto oculto a todos. Pero ¿por qué?
Narrado por Agatha:
Los siguientes días quedé encerrada en mi habitación, me traían comida y lo que necesitará, me sentía molesta conmigo por dejarme atrapar por el rey Iván. Evidentemente, escucho lo que le decía a Esmeralda, me preguntaba que planeaba quedándose solo con ella, y porque quiso curar su problema, bueno se suponía que quería comprobar si mi don era real.
- Buenas noches princesa_ llegó uno de los guardias a saludar
- Cuánto tiempo más estaré aquí y podre ver al rey_ dije enojada
- Venía a informarle que el rey está esperando verla en su despacho_ dijo y me llevo hasta donde se encontraba él
Él lugar era una parte retirada del castillo y de donde me encontraba encerrada, abrí la puerta y me encontré con la espalda grande de Iván, tenía un vaso de licor en las manos cuando se giro a verme.
- Que alegría al fin poder contemplarte mi princesa_ dijo dejando su vaso y llegando hasta mí
- Me has tenido encerrada estos 3 días, quiero que me digas ahora lo que estás pensando_ dije de un tirón alejando mis manos de las suyas
- No podía dejar que vieras o te enterarás de lo que le hacía a tú hermana_ dijo
- Que has hecho_ dije media nerviosa por lo que sería su respuesta
- Cómo sabrás los lobos tienen sus parejas destinadas con las cuales pueden reproducirse sin problemas y tener descendencia, pero si decides rechazar a tu compañero, las probabilidades de que sean padres son muy bajas_ comenzo diciendo
Sus palabras resonaban en mi cabeza, como si supiera lo que vendría a continuación.
- Tendremos un hijo mediante Esmeralda para asegurar mi sucesión. Por supuesto es solo por si nosotros no llegamos a tener el nuestro_ decía y de pronto me di cuenta en que me había metido
< Te dije que no lo hicieras_ decía Albina ansiosa
Codicia nuestro don, tú cuerpo y quiere marcarnos.
- Yo aún no he alcanzado la mayoría de edad y mi loba tampoco_ dije cuando ví que se acercaba a besarme
- Lo sé, cuando cumplas 20 años entraras en tú primer celo, lo que simboliza la mayoría de edad para los de nuestra especie. Tu clan es el más tardío en esto... Bueno eso les da tiempo para hallar a su compañero_ decía el pensativo
Aun así, no impide que podamos divertirnos de otras formas, primero quiero_ dijo tomando mi barbilla y levantando mi rostro
< No dejes que te bese_ decía Albina molesta
No somos suyas_ grito
Intenté apartarlo, diciendo que no estaba lista para esto. Él no parecía oírme, se limitaba a sostenerme y sonreír.
- Me gustas princesa, eres muy hermosa_ decía sin dejar de sujetar mis manos contra la pared
Rasgo parte de mi vestido, revelando la curva de mis senos y besando estos. Cuando abrí la boca para gritar, sus labios atraparon los míos.
Mordí su boca, dejando una mancha de sangre en los suyos y yo mirándolo con disgusto.
- No quiero que me vuelvas a tocar_ dije furiosa
- Serás mía princesa_ dijo él mirando divertido como me alejaba