Una historia, en el que el amor se pone en juego de distintas maneras; desde la forma en que se puede encontrar de acuerdo a la actualidad en la que vivimos; poniendo un ejemplo de todo lo que puede pasar en una relación, cuando la sinceridad y la confianza son la base de la misma y como el pasado puede volver a nosotros, pero es decisión de cada uno si lo acepta además de las condiciones en que lo hacemos.
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RINDETE DE UNA VEZ
Como hemos mencionado antes, la vida tiene muchos giros, y una obsesión no se cura, si esa persona que la tiene no quiere dejarla atrás, tal es el caso de Mónica, quien una vez más busca a Carlos, sin importar que sabe que está casado, ella tiene la idea que solo será feliz si él la acepta de vuelta.
Mónica:
Carlos, por favor escúchame, sé que estás casado, y que el día de tu boda cometí una tontería al decirte que tú me cargarías en tu conciencia, mi vida, tenías todo el derecho a sacarme como lo hiciste.
Carlos:
Si los sabes y comprendes entonces, ¿por qué me buscas?, sabes que yo no dejaré a mi mujer, la amo demasiado y más ahora; conociéndote, ya sabrás que espero un hijo.
Mónica:
S lo sé, pero no te vengo a pedir que rompas con ella, ya entendí que jamás podre separarte de ellos, pero lo que te propongo, es algo que muchos hombres desearían.
Carlos:
A sí y ¿Qué es lo que muchos hombres desearían según tú?
Mónica:
Ya que no pude ser tu esposa, y sé que fue culpa mía que llegaras a ella, por todo lo malo que te hice y creme que me arrepiento, lo que te propongo es que me hagas tu amante, te prometo que seré una buena amante, sumisa, obediente, que jamás te molestaré para nada en tu casa con tu mujer, me conformaré con el tiempo que me puedas dedicar, además de que nunca te seré infiel, serás el único hombre en mi vida, en mi corazón y en mi cama.
Carlos:
Mónica, ¿estás consiente de lo que me estás diciendo?
Mónica:
Si lo estoy, créeme que nunca he estado tan consiente y tan segura de lo que te digo, muchos hombres solo pueden soñar con una oportunidad así y yo te la ofrezco en charola de plata, acéptalo te conviene, a cambio de una tranquilidad que tú me puedes dar, podrás tener dos mujeres, para ti solo, tu esposa jamás se enterara.
Carlos:
Y dime ¿Qué pasaría si te embarazo?
Mónica:
Yo estaría feliz, de tener un hijo tuyo y seguiría en pie mi promesa de no molestarte para nada, para que tu esposa no se entere.
Carlos:
Ok y ¿Qué pasaría si se pone mal a media noche y hay que ir al hospital?
Mónica:
Diría que es un sobrino tuyo a si ella no sospecharía nada
Carlos:
Perfecto y ¿Qué pasaría si a mi esposa le pasa algo, dios no lo quiera y me quedo solo con mi hijo?
Mónica:
Te aceptaría con tu hijo y lo trataría como propio, sin dejar que olvide a su madre biológica
Carlos:
¿Y si es al revés y a ti te pasa algo?
Mónica:
Si ella te ama tendrá que aceptar a tu otro hijo, le podrás decir que fue un desliz sin decirle mi nombre,
Carlos:
Acabas de decir la palabra clave, amor, si acepto tu propuesta y algo te pasa, ella me diría que no la ame lo suficiente para serle fiel; e inmediatamente me dejaría, me apartaría para siempre de mi hijo, y la verdad es que la amo demasiado para aceptar tu propuesta; tienes razón, para muchos hombres sería un sueño hecho realidad lo que tú me propones, pero por suerte yo no soy uno de ellos.
Mónica:
¿Por qué no me aceptas? Prácticamente, me estoy regalando a ti en cuerpo y alma, me estoy ofreciendo más que como una amante, como una esclava, con la que podrás hacer lo que quieras, nunca me negaré a una petición tuya, sea cual sea con tal de que aceptes.
Carlos:
Mónica, te lo pido por última vez, ¡RÍNDETE DE UNA VEZ!, jamás te aceparé en mí, vida, estoy casado con un hijo en camino, y amo demasiado a mi familia para serles infiel, por favor no me busques más, olvida que existo, de lo contrario me aras tomar otras acciones contigo
Carlos se marcha dejando a Mónica llorando, al ver que ni siquiera con la propuesta más tentadora de su parte, funciono para que el hombre con el que tenía una obsesión, la rechazo, esta vez, incluso le advirtió que si se le acercaba una vez más tomaría acciones contra ella; sintiéndose derrotada como pocas veces en su vida se va caminando, prometiéndose a sí misma, que jamás olvidaría a ese hombre, tratándose de convencer de que tarde o temprano, él correspondería de nuevo a sus sentimientos; pero que por ahora será mejor dejarlo en paz y
“cuidarlo” desde lejos.
Mientras,
esto pasa Carlos, se aleja rápidamente, con la esperanza de que esta vez, Mónica entienda que lo que hubo entre ellos, quedo en el pasado, ya que ahora, no siente nada por ella, ni siquiera rencor, por todo el mal que le hizo; ya que si no fuera por eso jamás hubiera conocido a su amada Liz.
Carlos:
Que bueno que Liz no estuvo aquí, en su estado, me da miedo pensar que le podría pasar, más adelante se lo contaré.
Liz:
Cariño mío no es necesario lo sé todo
Carlos:
Amor ¿Dónde estás? Creo que ya me volví loco
Liz:
Mi vida checa tu teléfono, no estás loco, siempre cargas el celular en el pantalón y sin querer me marcaste y escuché todo, sabes que yo confió en ti cariño mío, y estoy muy orgullosa de ti, la oferta de esa mujer era muy
tentadora y tus defendiste a tu hijo y a mí.
Carlos:
Siempre lo aré mi amor, no necesito a ninguna otra mujer en mi vida, tú eres la única para mí, además, que ejemplo le hubiera puesto a nuestro hijo, si caía en algo tan bajo.
Liz:
Lo sé mi amor, sé que siempre le darás el mejor ejemplo posible a nuestro hijo, por eso te amo mi amor.
Carlos:
Gracias mi amor, y mira yo preocupado porque te pusieras mala y estás superbién.
Liz:
Hay amor; claro que estoy bien, no tengo de que preocuparme, sé que me eres fiel y no importa quién trate de seducirte, no caerás.
Carlos:
Obvio que no mi amor, contigo y con nuestro hijo tengo todo lo que deseo y necesito.
Llegando a su casa, Carlos abraza y besa a su mujer mientras con una fuerte ilusión
esperan el nacimiento de Carlos Jr.,