El Trato, ¿Venganza O Amor?

Pedro debe obligarse a salir de la sorpresa para responder rápidamente antes de que su a jefe se le agote la paciencia.

- Si señor, de inmediato. – Se compromete Pedro, pero no puede salir de su desconcierto, ¿Cuándo paso eso?, su jefe está casado, ahora siente pesar por Aria, NO, se equivoca de nuevo, por la señora Aria, quien ahora también es su jefa y la señora de la mansión.

Una vez llegan a la casa, Pedro inmediatamente se va a cumplir con las ordenes de Alessandro, mientras este se encierra en su estudio, pues como dijo aún tenía asuntos por resolver, pero mientras se sirve un trago recuerda lo sucedido el día anterior cuando mando llamar a Aria a su casa en la mañana.

Flashback

- Eso fue rápido. – Saluda Aria ingresando nuevamente a su estudio después de 3 días que había estado ahí y es que Alessandro la había mandado llamar, ella pensó que tardaría más, pero fue más rápido de lo que ella creería.

- No me gusta darle largas a los asuntos, entre más rápido mejor. – Asegura Alessandro mientras se gira hacia Aria, quien luce igual de segura que la primera vez y podría decir que hasta más, pues esta vez no le nota ningún atisbó del más mínimo temor, su postura es absolutamente firme.

- Me alegra que así sea. – Declara Isabella para sentarse frente al hombre. – Y bien, ya estoy aquí, tú me dirás. – Anuncia firme, aunque en el fondo teme un poco, el aura imponente de Alessandro no es fácil de tratar, pera esta casi segura que si la mando llamar es porque su propuesta le atrajo.

- Lee esto. – Ordena Alessandro mientras le entrega una carpeta con un acuerdo que ya está firmado por él.

- ¿Qué es? – Interroga Isabella.

- Un trato aún mejor del que el tuyo. – Afirma Alessandro con tranquilidad.

Isabella levanta una ceja muy sorprendida al escuchar esta afirmación de Alessandro, con toda curiosidad se dispone a leer rápidamente el documento en sus manos, cuanto más leía más se abrían sus ojos por varias razones, primero jamás creyó que Alessandro tomaría tan en serio su propuesta, pero lo que la deja atónita es la última página, por lo que lo voltea a ver con miles de preguntas en sus ojos.

- ¿Te estas dando cuenta de lo que implica lo que dice aquí? – Pregunta Isabella lo más tranquila que puede, pero en realidad está todo menos tranquila, ese documento en sus manos bien podría ser una sentencia para ella, pero no sola para ella, para el también.

- Claro que sí, yo mismo lo redacte, por lo tanto, estoy totalmente al tanto de cada palabra que dice ahí, además como veras ya lo firme.

- ¿Por qué? – Pregunta Isabella con total perplejidad, recibiendo una sonrisa de lado por parte de Alessandro.

Mientras Alessandro estaba perdido en sus pensamientos, Isabella recibía la llamada de Pedro.

- Hola. – Saluda Isabella al responder la llamada.

- Señora Aria. – Saluda Pedro respetuoso dejando desconcertada a Aria, ¿señora? Le queda esa palabra en su mente, hasta ahora Pedro había sido muy respetuoso con ella, pero no tanto.

- ¿Señora? – Menciona Isabella.

- Si señora Aria, no puedo ser irrespetuoso con la esposa de mi jefe y mi ahora jefa. – Isabella no puede creer todo lo que ha pasado desde el día de ayer, cada vez está más impactada, pero con lo siguiente que dice Pedro ya no sabe dónde quedo. – Señora, el señor ordena que hoy mismo se mude a la mansión, ya los empleados están arreglando todo para su llegada.

- ¿Cómo? – Exclama Isabella mientras se queda de piedra con eso, sabe lo que firmo, pero, ¿dónde decía que se debía mudar con él?, ahora empieza a entender el alcance de ese trato y ya no esta tan segura como antes, pero es tarde, no hay manera de dar marcha atrás.

Isabella solo puede sentarse para pensar las cosas, mientras al teléfono Pedro le da las indicaciones y lo último que escucha es que en una hora la recoge, para que tenga tiempo de empacar.

- Me despido señora Aria, nos vemos en una hora, adiós. – Se despide Pedro, mientras Isabella se queda con el teléfono en su oído, sin ninguna palabra, que puede decir, Enrique que estaba ahí al ver su expresión le pregunta preocupado.

- Hija, ¿Qué pasa?, ¿Qué quería?

- Tito, quería informarme que Alessandro solicito que me mude hoy a su mansión. – Responde Isabella en piloto automático, pues en realidad esta maquinando hasta dónde puede llegar por sus planes, fue muy ilusa al pensar que sería sencillo, Alessandro puede ser cualquier cosa menos un hombre fácil de engañar, ahora se da cuenta que su plan de usarlo, que sabia sería difícil, es prácticamente imposible.

- Hija no puedes hacer eso, si vives con él, puedes exponerte, es muy riesgoso, Isabella, Alessandro es un hombre muy peligroso, si sabe quién eres en realidad, no sé qué podría pasar. – Expresa extremadamente preocupado Enrique mirando a Isabella.