La Villana No Sigue La Trama.

Durante las siguientes noches, el Marqués no había podido dormir bien debido a las pesadillas que lo han empezado atormentar. Todas las noches ve a su esposa quien le reclama por el abandonó en el que dejo a Valerian y por hacer que los gemelos odien a su pequeña hermana en lugar de amarla. El Marqués estaba en su oficina, sus ojeras eran señal de su falta de sueño.

— padre, no te ves muy bien, deberías intentar descansar.— le pide Einar.

— esto es culpa de ese monstruo que nos esta causando problemas.— reclama Kenai.— iré por ella y la haré arrodillarse suplicando perdón por los problem...

Einar y Kenai se sobresaltan ante el repentino golpe que el Marqués dio al escritorio, los gemelos dirigen su mirada a su padre, quien los observa con enojó.

— ¡cállense! He tenido suficiente...dejen a Valerian en paz y Einar, asegúrate de que Marlene tenga los modales básicos o no irá a la fiesta con nosotros.— grita el Marqués.

—¿que?, pero padre...Mar no nece...—

— se hará lo que diga, no aguantaré una humillación más o Marlene se irá a un convento.— advierte furioso.

— p-padre...— Kenai aprieta los labios.

Einar asiente ante la petición, sabe que es mejor no seguir discutiendo, algo debió pasar y por eso su padre esta molesto. Además, seguramente su falta de sueño se debe a pesadillas, ya que la otra noche lo escucho lamentarse en su habitación y pedir perdón.

Los gemelos se retiran del estudio y Einar le pide a Kenai no intervenir cuando Marlene este en clases, lo mejor es dejar que ella aprenda, ya que ese baile es organizado por la reina y si Marlene habla de manera equivocada, la reina usará eso para fastidiar más a su familia.

— maldita, todo esto se debe a Valerian, ¿verdad?, esta aprovechando que la reina esta de su lado.— se queja Kenai.

— no sabemos eso, pero no demos más motivos para que nos fastidien.— le pide Einar.

Así, Einar fue en busca de Marlene para hacerle entender que debe de tomar las clases de etiqueta y mejorar sus modales antes del baile, porque es importante que demuestre ante la reina, que ella es toda una dama. Además de que eso ayudará a que reputación mejore.

— pero no entiendo, ¿por qué la reina me odia?, ¿yo que hice para que ella y Valerian me odien?— se pregunta preocupada.

— no has hecho nada, son ellas la que probablemente te tengan envidia, porque eres feliz sin necesidad de estar en lo más alto en el estatus.— habla Kenai.

Einar solo se queda en silencio, mientras que Kenai anima a Marlene, pues, él es quien más protege a Marlene y más odio muestra hacía Valerian.

— gracias hermano.— sujeta la mano de Kenai.— yo prometo que mejorare, demostraré que soy mejor que ellas.— asegura.

— lo eres, pero vamos a darles una lección, la reina nunca más te humillara.— le anime Kenai

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Durante los siguientes días, la reina comenzó la preparación para la fiesta, incluso le entregó un bello vestido a Valerian para que usará ese día. Callisto entró a la habitación y al observar el vestido estaba seguro que Valerian se vería hermosa esa noche.

— solo bailamos juntos en su presentación, así que quizás deberíamos practicar.— le ofrece la mano.

— no se preocupe, no le pisare los pies.— le responde Valerian.

Callisto se acerca y la toma de la cintura sosteniendo su mano para empezar a bailar, sus movimientos eran suaves, guiando a la rubia, quien al inicio se resiste, pero se va dejando llevar, incluso coloca la mano libre sobre el brazo de Callisto, aunque no haya música, Callisto sigue los pasos para un vals lento, de ese modo, Valerian aprenderá el ritmo.

— eres buena aprendiendo, bella rosa.— sonríe.

— se bailar y por suerte tu también sabes.— se burla.

— se mucho más de lo que te imaginas, pero tendrás muchos años para descubrir todo sobre mi.— la sujeta de las cintura con ambas manos y gira para después dejarla caer sobre la cama.

Valerian se sobresalta por esto, pero, Callisto ya estaba sobre ella mirándola fijamente a los ojos.

— la fiesta, el anuncio oficial de nuestro compromiso, bella rosa.— le hace saber.

—¿que?, yo no he aceptado así...¿por qué lo han hecho sin consultarme?— pregunta con cierta molestia.

Valerian empuja a Callisto para poder sentarse, al menos pensó que la reina consultaría con ella ese detalle, pero escucha una pequeña risilla de Callisto y este le aprieta las mejillas.

— es broma, la fiesta es el aniversario de bodas de mis padres.— deja ver una sonrisa burlona.

— su broma casi hace que me vaya ahora mismo.— le aparta las manos.

— no dejaría que te vayas, no ahora que se que tengo oportunidad.—

Callisto aprovecha que aún estaban cerca y la empuja de nuevo sobre la cama, pero esta vez aprovecha para unir sus labios en un efusivo beso, uno que ha estado deseando desde hace días. Valerian corresponde el beso abrazando al príncipe del cuello, mientras sus labios encajan entre si, jugueteando entre ellos hasta que sus lenguas también presionan la una con la otra danzando entre sus bocas mientras ahogan un par de suspiros entre besos.

Callisto aprovecha para mover su mano por la cintura de la rubia subiendo hasta poder apretar uno de sus sen*s, lo cual hace que Valerian le detenga la mano y rompe el beso.

— hoy no...— le pide.

— tienes suerte de que aún tenga algo que hacer.— le sonríe ladino.

Callisto se aparta y le da la mano a Valerian para que también se ponga de pie. El chico se despide, pues aun tiene algo que hacer esa noche o más bien, tiene un alma que atormentar.

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Nuevamente esa noche, el Marqués comenzó a esos sueños donde Dalia lo culpaba por arruinar su familia, por herir el corazón de su hija, por eso le gritaba que pagará por todo, que su familia se hundirá en la miseria y aunque se arrodillen ante su hija, esta jamás los perdonará.

En el sueño, se ve él y sus hijos pidiendo perdón, pero Valerian solo se da la vuelta y desaparece, mientras que él y los gemelos se quedan solos en una mansión oscura, sintiendo el arrepentimiento por el dolor que causaron en Valerian.

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