El Arquitecto

Un nuevo día comenzaba en la mansión Maxwell, Selene despertaba en los brazos de su amado nuevamente, él aún dormía cuando ella entro a bañarse y aprovechar para llamar a su papá.

📲 Buenos días papito

- Mí dulce niña, ¿Cómo la estás pasando? La familia de Damián ¿Te trata bien?

📲Claro que sí papá, son muy amables.

Después de una larga charla con su padre dónde prácticamente lo obligaba a descansar, ya que era domingo y ella recién volvería a la noche, corto la llamada y se dispuso a bajar con el resto de la familia.

Buenos dias- dijo ella con timidez.

Buenos días Selene, ven siéntate- dijo Valentina- el perezoso de mí hijo aún duerme?

Ja ja ja ja si aún estaba dormido cuando baje- dijo ella riendo- y eso que estuve hablando con mí padre antes de bajar.

¿Porque no lo invitaste? para el próximo fin de semana podrías traerlo- dijo Luka- quiero conocer a mí consuegro, el hombre que hizo maravillas contigo.

Gracias Luka- respondió Selene sintiéndose realmente conmovida. Siempre habían sido ellos dos, toda su vida fue blanco de burla sus ataques al haber sido abandonada por su mamá.

Sabes, a veces cuando te veo me recuerdas a alguien de mí pasado- dijo Valentina- pero no creo que sea posible.

Luka la miró y efectivamente era muy parecida a Luna, pero nunca se supo nada de ella desde que Enzo se la llevó, ni de ella ni de Julia.

Un silencio un tanto incómodo se apoderó de la sala, hasta que Iván rompió el hielo entrando a la sala, él había escuchado todo antes de entrar. Pero no sabía de quién o quienes hablaban.

Buenos días familia, nadie les dijo que hoy es Domingo, no se madruga- dijo haciendo reír a todos- Selene¿ no me digas que a ti también te gusta madrugar?

Ja ja ja ja. Me dirás tonta pero está vez puedo dormir hasta tarde cuando no estoy en casa- respondió ella.

Yo creo que hasta en el piso con una piedra de almohada dormiría- volvió a bromear él.

Ja ja ja ja tu y Damián son iguales, en cualquier lado son buenos para dormir- respondió Luka, recordando que cuando eran chicos solían dormirse debajo de la cama, solo para asustar a Valentina cuando no los encontraba.

Damián bajo riendo, y continuó con la historia.

Y ni hablar de la vez que nos quedamos encerrados en el sótano por andar de chusmas y querer seguir a mamá que iba a la lavandería - continuó él.

Más risas estallaron, realmente habían sido terribles de pequeños por eso Damián seguía con la adrenalina en las carreras clandestinas. Gabo por primera vez se sentía parte de una familia normal, el no tenía historia feliz con su familia ni la biológica ni la adoptiva, envidiaba de buena forma a Damián.

Después de desayunar, Damián les ofreció ir a cabalgar, Selene tenía miedo, nunca había subido a un caballo, por lo que él la llevo en su caballo mientras el resto tomaba otro.

El fin de semana ese fue mágico, pero todo lo bueno tiende a terminar rápido y la ciudad los esperaba nuevamente. Al día siguiente tenían clases y a ninguno le gustaba faltar.