MALDITO ESPAÑOL

NARRADOR

Si algo le sobraba a Manuel era carisma. Siempre sus amigos decían que podría hacer hablar a un mudo, y no mentían.

Lauren, algunos años menor, aunque sea preciosa tenía cierta ingenuidad que para Manuel era provechosa. Con su simpatía y algunos halagos, además de contarle cosas al azar de su vida estaba ganando su confianza.

-Esa chiquilla es preciosa. Serás una excelente madre algún día- Lauren se sintió halagada y sonrió

-Me encantaría tener hijos en un futuro lejano, aunque espero que su padre esté presente- El alcohol y la buena compañía hicieron que hablara de más, aunque no se percató de ello

-¿Lo dices por el padre de la niña? Menudo capullo de lo que se pierde

-Las noticias vuelan rápido, ¿No es así? Cielo no tiene padre, pero si tiene una familia estupenda y yo soy su tía, ¿No crees que es bendecida?- Preguntó con coquetería

-Hasta envidia siento de la niña, como me gustaría estar en su sitio- Agregó con una intensa mirada ganando un suspiro de la morena- ¿Dónde está su padre? Me puedes decir, además, soy español y aquí no conozco a nadie

Manuel seguía indagando, como todo un investigador del mejor y más complejo caso.

-Si Luna se entera que dije algo me mata- se mordió el labio dudosa

-Ella no se enterará, al menos yo no voy a decírselo, ¿Lo harás tu?

Lauren pareció dudar, pero el español no la hacía sentir presionada y hablar con él le resultaba agradable porque sabía escuchar, algo que no muchos hacían.

-Luna lo conoció en un viaje que hicimos, pasó lo que debía y no volvió a verlo. Ella no estaba en las mejores condiciones y no lo recuerda- Dijo apenada sintiendo culpa porque ella era la dueña del afrodisíaco, aunque no mencionó nada de aquel asunto

-Eso es terrible. ¿No sabe quién es?- Lauren negó

-Lo único que sabe es que era español y bueno...- Hizo una pausa- Él usaba el mismo perfume que Pablo

Manuel no siguió indagando mucho más tiempo. Tan solo guardó silencio en cuanto supo el lugar del viaje donde Cielo fue concebida. Lo único que tendría que hacer es averiguar las fechas para saber si su amigo y Luna estuvieron en esa ciudad.

La velada continuó. Luna se veía relajada y feliz después de terminar la absurda relación que tenía con Marcos. Al menos ya no tendría quien la presionara y eso, para ella, era estupendo.

Lauren buscó a Luna para bailar una canción que les hacía recordar momentos del pasado, más que nada porque trataba de infidelidad y a ella la había engañado quien consideró uno de sus amores de toda la vida.

Pablo solamente veía la interacción de las mujeres y aquella fase que no conocía de Luna con disimulo.

Manuel se acercó a su amigo y le hizo una pregunta que parecía inocente, pero que no lo era en absoluto.

-¿Al fin te cansaste de ese perfumito tuyo?

-Jamás, pero a Luna le da náuseas. Creo que le trae malos recuerdos, no lo sé. Si debía bailar con ella no podía tenerlo puesto- Manuel ocultó su sonrisa corroborando la información que le quitó a la morena

-Y menuda pasta que cuesta, ¿Cuánto pagaste el último que compraste?- Preguntó casual para que Pablo no sospechara nada, porque estaba seguro de que si le decía lo que pensaba creería que había enloquecido

Pablo continuó la conversación relajado y comentando situaciones sobre sus amigos y conocidos.

-Quiero bailar con la morena, ¿Por qué no bailas con Luna? No quiero interrumpirlas y que una quede sin pareja- Sugirió Manuel aun sabiendo lo que esa pelirroja provocaba en su amigo

Pablo y Manuel se acercaron a las amigas y Luna no tuvo más opción que aceptar bailar con su hermanastro. Ella sabía que Lauren estaba encantada con Manuel.

-¿Por qué planeas dejar España y trabajar aquí?- Quiso sacar conversación, aunque escogió un tema equivocado para hacerlo

-Mi dependencia a las pastillas que me diste llegó a oídos equivocados por mi exnovia- Respondió avergonzado, pero dispuesto a afrontar su problema

-Lo siento. Doy asco entablando conversaciones. Creo que ya entiendes por qué tengo pocos amigos- Dijo apenada

-¿Por qué tú novio se fue tan molesto?- La sintió ponerse tensa- Me hiciste una pregunta, peor respuesta que la mía no podrás darme

-Me presionaba a hacer cosas que no quería y era celosa. Terminé con él y se fue, sabía que si no dejaba todo tal como estaba yo lo golpearía- Respondió sin entrar en detalles importantes, aunque Pablo había entendido toda la conversación y no los necesitaba

-¿Mi nuevo perfume te gusta?- Preguntó intentando cambiar el tema de su conversación

-No me encanta, pero lo soporto. El otro era horrible- Hizo una mueca de asco

-Pues tu hueles de maravilla, como siempre- Se sinceró sabiendo que ese perfume lo enloquecía, aunque ella desconocía el efecto que le transmitía

La celebración continuó y Luna después bailó con su hija una canción que Cielo amaba de Río Roma, una que siempre su madre le dijo que era para ella.

Los nuevos esposos se retiraron para tener su noche de bodas antes de su viaje de luna de miel. Poco tiempo después Lauren se fue sola y Pablo llevó a Luna a casa porque la niña tenía mucho sueño.

-Aprovechando que nuestros padres no están, quería hacer algo, pero necesito tu ayuda- Luna le dijo a Pablo antes de que él se retirara a descansar

-Eso es nuevo, tu pidiendo ayuda- Luna lo miró mal y el sonrió- Mujer, que no aguantas una broma, dime qué necesitas

-Quiero pintar el cuarto de ellos y el living. Mi madre ha comentado que quiere hacerlo, pero necesito mover los muebles

-Cuando quieras comenzar dime y te ayudo en lo que haga falta- Propuso sin problema

-Ok, gracias. Mañana podemos hacerlo- Él aceptó, aunque en su mente aquellas palabras debido a su creciente atracción podían malinterpretarse, pero se abstuvo de hacer comentarios para no tentar a su suerte

"-No debo pensar en ella así. Nunca pasará, aunque me gustaría intentarlo"- Pensó mientras iba a la casa principal con una parte de su anatomía bastante despierta