El Cachorro Del Rey

Astrid arropaba a Alain, después de lo sucedido en la cocina decidió primero darle un baño y que durmiera un rato, así podía hablar con sus padres abiertamente sobre el tema de Alain.

- Mami, ¿La abuela se enojo conmigo? – Preguntó Alain con sus ojos soñolientos.

- No mi amor, solo se sorprendió un poco – Dijo Astrid acariciando su negro cabellos aquellas orejas de lobo habían desaparecido.

- Lo siento, no quise asustarla, pero Loki simplemente se volvió loco con el sabor de las galletas de la abuela – Comentó desanimado.

- Lo sé, solo dile a Loki que sea más cuidadoso ¿Ok? – Sugirió.

Alain asintió, le gustaba que su mamá fuera así, nunca se enojaba, aunque él a veces se portaba mal, ella siempre lo aconsejaba de manera tierna. Ella era la mamá perfecta.

- Te amo, mami, eres la mejor – Susurró mientras sus ojos se cerraban y el sueño se apoderaba de él.

Astrid le dio un beso en la frente, lo arropo muy bien y después salió de la recamara, en la sala la esperaban sus padres para que diera una explicación.

Astrid tomó asiento en el sofá individual y miro a sus padres con una sonrisa nerviosa, tenía que decirles todo y el motivo de su regreso.

- Alain, despertó a su lobo – Empezó a hablar- Y puede comunicarse con él- Agregó con nerviosismo.

- ¿Qué? ¿Cómo es eso posible?  Hace muchos años que ninguno puede comunicarse con su lobo, a pesar de que podemos transformarnos la comunicación con ellos ya es imposible – Dijo Aurora incrédula.

- Pues Alain puede hacerlo, se dieron cuenta en la cocina ¿No? – Dijo Astrid. – Es por eso que regrese, necesito encontrar al padre de Alain, para que me ayude, lo ayude a controlar a su lobo antes de que algo malo suceda – Comentó y bajo la mirada desanimada.

- ¿Quién es el padre? – Preguntó Frank.

Astrid levantó la mirada y negó ante esa pregunta.

- Por favor, Astrid, a estás alturas no debes seguir ocultándonos la verdad – Siseo Aurora.

- No les oculto nada, en serio no se quien es, la noche que estuve con él fue el día de la ceremonia, todo es confuso, ese imbécil me tomo por la fuerza cuando estaba en el lago que esta a las afueras de la manada – Dijo sin medirse en sus palabras.

Sus padres la miraron con sorpresa, no se imaginaban que su hija haya sufrido de abuso, solo pensaron que se dejo llevar por la venganza y se acostó con el primer hombre que se le cruzo en el camino, aunque esto último así fue de alguna manera.

- Quien sea, debo encontrarlo, es el único que puede ayudar a Alain, por favor, dejen que me quede un tiempo aquí en lo que encuentro alguna pista que me lleve con ese bastardo miserable – Dijo con súplica en su voz.

Frank y Aurora se miraron unos segundos y después se giraron a ella, por supuesto que no dejarían a su hija sola y mucho menos a su nieto, ellos necesitaban el apoyo que durante esos años de separación carecieron.

- Te vamos a ayudar en todo lo que sea necesario – Dijo finalmente Frank.

- Sabes, podemos empezar con la lista de invitados de la ceremonia, debió haber sido alguno de ellos ¿No? – Sugirió Aurora.

Astrid pensó por unos segundos la idea de su madre no estaba mal, solo esperaba que si fuera alguno de aquella lista y no un desertor por qué eso haría todo difícil e imposible.

- bueno, iré por esa lista, estoy segura que la guarde en la laptop – Aurora se levantó de inmediato y fue en búsqueda de su laptop.

Frank observaba a su hija, su mirada se centro en aquel collar que le dio aquel día, se sentía aliviado que aun lo conservara y lo llevara puesto.

- Hija, ¿Estás segura que no recuerdas quien era? – Cuestiono Frank.

Astrid se quedo pensativa, recordando esa noche, fue tan intensa que lo único que recordaba era como ese hombre la tomo con tanta fiereza y a pesar que fue contra su voluntad al final termino disfrutándolo, pero por más que lo intentara no lograba recordar su rostro, lo único que tenía en su mente era su color de cabello negro por eso sabía que Alain lo había heredado de él y también, esos intensos ojos escarlatas.

- Papá, créeme si así fuera no estuviera buscándolo, simplemente iría a él y decirle que me ayude con Alain – Dijo desanimada.

Durante el resto del día, Astrid con sus padres se encargaron de buscar en la lista, seleccionando a cada uno de los invitados que provenían de familias de altos rangos, desde alfas y betas, incluso aquellos que tenían rangos de deltas, hicieron una lista con los posibles candidatos para buscar a cada uno de ellos, si estaban cerca de Alain lo reconocerían fácilmente como su hijo.

- Mamá, por favor ¿Cómo que el rey? – Cuestiono Astrid al ver la lista de su madre, en el número uno estaba el rey.

- Bueno fue uno de los invitados y el más poderoso de todos – Dijo Aurora con seguridad.

- Ni siquiera asistió ese día, por favor, elimínalo – Soltó molesta- ¿Cómo crees que Alain sería hijo del rey?  Es imposible – Recalcó firmemente.

Aurora puso los ojos en blanco y elimino de la lista al Rey Lycan.

- Muy bien, mañana tendré que buscar la manera de reunirme con estos hombres – Dijo Astrid observando las listas, eran alrededor de cien hombres posibles como padres de Alain.

- Esto no será fácil – Susurro Frank con pesadez.

**********

Astrid estaba en su recamara revisando la lista que había sacado con sus padres, pensando en como encontrarse con aquellos hombres, todos de diferentes rangos y ella no era nadie ahí, dirigió su mirada hacía Alain, él dormía tranquilamente en la cama, todo lo hacía por él.

- ¿Rey Lycan? – Susurro leyendo el número uno de la lista, su madre si que se había sobre pasado al anotarlo. Él ni siquiera estuvo presente esa noche. – Pero su beta, si…- Susurró.

Recordó lo que hablo con su padre, sobre como el beta de rey estuvo buscándola después de que se marchó la idea de que él fuera el padre de Alain paso por su mente, después de todo no era un simple beta, era el Beta del Rey Lycan.

Encendió su laptop y empezó a buscar información sobre ese hombre, hasta encontrar una fotografía de él.

- No, él tiene el cabello rubio – Murmuro y la idea se encendió en su cabeza- Eso es, Alain heredo el cabello de su padre – Sonrió y claro que también recordaba que él tenía ese color de cabello.

Ahora solo tenía que buscar fotografías de los lobos de la lista para solo quedarse con aquellos que tenían el cabello negro, como Alain.

**********

Alain despertó muy temprano por la mañana, miró a su mamá dormir en el escritorio, hizo una mueca de desaprobación, no le gustaba cuando ella dormía fuera de la cama, no quería que se enfermara de un resfriado. Se levantó de la cama y camino hacia a ella, con mucho cuidado se subió al escritorio y miro la lista que tenía a un lado, había muchos nombres rayados con lapicero.

- ¿Qué es esto? – Se pregunto tomando la lista. Sin darse cuenta movió el mouse de la laptop y se encendió, mostrando imágenes de diferentes hombres. - ¿Mami quiere un novio? – Susurro mirando las imágenes.

Alain a su corta edad sabía leer, así que empezó a teclear el primer nombre de la lista que estaba rayado igual con lapicero, pero podía distinguir el nombre a diferencia de los demás.

- ¿Rey Lycan? – Murmuro.

Dio clic y apareció información sobre el rey, muchas cosas que aún no lograba entender y ni siquiera llamaban su atención, continúo bajando hasta encontrar una fotografía de él, eran pocas las que había.

- Tenemos el mismo color de cabello y es guapo como yo – Dijo analizando la imagen, mientras tenía sus brazos cruzados- Decidido, él será el novio de mami – Sonrió y dirigió su mirada a su mamá, quien seguía durmiendo. – Mami, te conseguí un novio guapo como yo – Susurró a su oído.

Astrid escuchó esas palabras lejanas, aunque no entendió del todo.

- ¿Alain? ¿Despertaste? – Pregunto soñolienta.

- Si, mami, buenos días – Dijo el pequeño con ternura.

Astrid se enderezo en su silla, miro la laptop encendida y de inmediato la cerro sin poner atención a la fotografía de aquel rey Lycan, Alain tenía en sus manos la larga lista que ella se paso revisando la noche anterior, había descartado a la mayoría de los hombres.

- Hay que lavarse los dientes y vestirnos para bajar a desayunar con los abuelos- Dijo Astrid, cargando en brazos a su pequeño.

- Como digas mami – Le dio un beso en la mejilla.

Astrid le devolvió el beso y caminaba rumbo al baño, se sentía cansada, pero tenía que empezar con la búsqueda del padre de Alain, además que anoche descartó a la mayoría de la lista, y no solo se fijo en el color de cabello, sino también en la complexión, ninguno de los que veía en imágenes, le recordaba a ese enorme hombre que la tomo varias veces aquella noche.