¿Dónde estoy?.
En el espejo había una persona diferente a mi pero eso no fue todo.
Ella fue la mala de su familia y ahora era expulsada.
¿Que será de mi si no sé nada de este lugar?.
Al menos debieron dejar que me comiera mis tacos antes de morir.
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Esfuerzo
El príncipe no participaría en ningún evento, ya que nunca le interesó.
Sin embargo, fue conocido por ser inteligente.
Él quedó segundo lugar en la tabla de calificaciones de primer año.
El shock de ver mi nombre arriba de él hizo que me mirara incrédulo.
Sus compinches quedaron en cuarto y sexto lugar.
Y la molestia de la hija del duque quedó en décimo.
No pude evitar tener una sonrisa.
En una novela que había leído anteriormente decía que el éxito también es una forma de venganza.
Al parecer era cierto.
Esa fue mi frase favorita.
La venganza es restregarles los logros.
Aunque no necesariamente lo hacía por eso pero aún así se sentía bien.
No le gustaba el príncipe desde que lo conoció y menos como pareja.
Un hombre que no vale la pena.
Lo único que le quedaba es irse del imperio y para eso necesitaba saber defenderse, había entrado en el club de combate por espada por esa razón.
En el torneo de combates de espada ella siendo una principiante no sé rindió y llegó a tercer lugar a nivel primer grado.
Siendo la primera mujer en quedar en uno de los tres lugares en primer año y eso le daba la oportunidad de participar en el torneo escolar.
Decir que no estaba nerviosa sería una mentira incluso tuvo miedo.
También es la primera vez de estar en un lugar donde mucha gente la ve.
Con una bocanada de aire subió al campo de combate para enfrentarse a un chico de tercer grado, estando en los cuartos del torneo.
"Saludos, señorita Sullivan".
Él fue cortés con ella desde el inicio.
El combate inició.
Después de dar todo en el campo perdí en los cuartos del torneo contra el hijo del marqués Villanueva.
"Hasta aquí llegó, señorita".
Lo dijo aún con cortesía y no pude evitar responder divertida.
"Sí, fue divertido".
"..."
El hijo del marqués Villanueva se sorprendió.
"Tengo que entrenar más, llegar aquí es un logro así que solo seguiré luchando".
Ubaldo Villanueva de tercer año se sorprendió al escuchar las palabras.
Aún aunque perdí no me rendiría.
"No es como todos dicen".
Ubaldo dijo mientras caminaba para salir del campo.
"Depende de las personas en querer saber cómo son las personas antes de escuchar algun rumor extraño".
La gente siempre hablará de ti, también el chisme no paraba porque les gustaba juzgar a la prometida del príncipe.
Así que no importaba lo que dijeran, si alguien se acerca y la conoce solo sería ella misma.
Solo así demostraría que no es verdad lo que dicen las demás personas.
Ubaldo solo se quedó observándola y después también se alejó.
A pesar de haber pasado la mitad del año nadie le habló y las veces que ella quiso hablar con alguien no funcionó.
La mayoría de los compañeros se quejaba de que una mujer que tal vez sea la futura esposa del príncipe estuviera ahí en el club de combate de espadas.
También sacaban comentarios de que cuiden sus cosas, si le robo a su hermana menor podría robarle a cualquiera, eso hizo que las personas cuidarán sus pertenencias.
Solo observé como todos se cuidan de mi.
No importaba.
El género no importaba en el torneo y lo demás tampoco había mucho que hacer.
Si su padre no le creyó, ¿ellos lo harían?.
La respuesta es tal vez no.
Tal vez haya gente que dude de los rumores pero se que la mayoría se mantuvo al margen por lo que salía de la boca de la hija del duque.
Siempre había estado sola y al parecer no cambiaría, por eso la solución es huir del imperio.
"Tengo que entrenar más".
Desperté del sueño mientras veía el techo de mi habitación.
No pude evitar suspirar una vez más.
Ximena disfrutó mucho practicar con la espada.
Su vida escolar abarcaba clases, prácticas y leer novelas en su tiempo libre.
Es como si viera mi poca vida universitaria que tuve.
Así había sido mi rutina.
Si Ximena hubiera tenido una amiga la vida sería menos pesada.
Con una sonrisa amarga terminé levantando de la cama.
Dejando de lado el sueño hoy es un buen día
"Hoy será un buen día".
El día de hoy se abrirá la primera tienda de ropa de la cima.
Jorge Vázquez se encargó de la propaganda y decir que la gente que trabajaba en hacer la ropa fueron avisándoles de la apertura.
La gente espero desde a primera hora para entrar.
Los precios accesibles y sin necesidad de que te preocupe el tamaño, había de diversas tallas para todo tipo de personas.
Con un suspiro pesado Jorge abrió las puertas de la entrada y la gente empezó a entrar.
El éxito fue grande que en menos de medio día la ropa ya estaba agotada.
Toda la ropa que fue hecha de lino y lana se vendió como pan caliente.
La sonrisa de Jorge fue divertida.
El negocio apenas empezaba y este sería un gran camino.
"Maestra, el reporte del joven Jorge fue que aumentará el número de personas para la realización de la ropa".
"Si".
"Que mantenga las condiciones que establecimos".
"Por supuesto".
Fred salió mientras seguía con el trabajo.
......................
En el ducado de Xaman.
"Limpiemos el ducado".
Al llegar todo era un caos.
Había nobles que esperaban al tío victorioso pero sus expresiones fueron de incredulidad a asombro.
"Hola a todos".
"¿Creyeron que soy un muerto caminando?".
La gente que observó al heredero del ducado Xaman se quedó en shock.
Aslan solo tenía una sonrisa divertida.
No trajo el cadáver de su tío, dejo que su hermana se deshiciera de él.
"¿Cómo es que?".
El conde que había ayudado en el complot de deshacerse de él, se había convertido en el ayudante principal del tío así que era normal que él estuviera en la mansión del ducado.
El color se le fue del rostro al verlo llegar.
Para el que fue siempre el heredero solo necesitaba regresar sano y a salvo.
"Saludos, joven maestro".
El mayordomo saludo a Aslan con un poco de incertidumbre.
"El tío ha muerto en el camino".
"Una banda de mercenarios lo atacó".
Con una sonrisa divertida entró a su residencia.
"¿Muerto?".
El conde murmuró.
"Atrapen a los traidores".
Uriel asintió y junto con Javier empezaron a eliminar a la gente del tío que tenía en la mansión.
El mayordomo quedó en shock después de escuchar a su joven maestro y ver lo que hacían los caballeros.
"Arreglemos esto y manda una solicitud al palacio imperial".
"Tengo mucho que preguntar".
El mayordomo cumplió con la orden, el joven maestro Aslan sigue siendo el heredero oficial del ducado, el solo fue neutral había visto crecer a todos los miembros del ducado.
No mucho después llegó la confirmación del emperador.
y con una salsa de Chile morirá... el manjar más exquisito
me sentiría como una usurpadora de ese cuerpo