El ranchero Carlos Paniagua se iba a quedar un poco tiempo en la ciudad.lo justo para conseguir algo de compañía femenina antes de regresar a casa
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capítulo 10
qué haces aquí Jeff? preguntó apretándole la mano a Carlo para indicarle que mantuviera la calma.
_vine a invitarte a almorzar respondió Jeff con un tono de voz sarcástico pero veo que ya has comido.
_levantó la cabeza con determinación impulsada por el orgullo y la ira ante el insulto implícito. con un sonido bajo casi un gruñido Carlos dio un paso al frente.
_no-ella tiró de su mano para contenerlo no vale ni tu tiempo ni tu energía miró a Jeff con desagrado ayer fui a ver a un abogado va a presentar una orden de alejamiento contra ti.
_zorra bramo Jeff-y cree que eso debería preocuparme? río con desdén-debería de haberte enseñado hace tiempo quién manda aquí.
-canalla cobarde dijo Carlos con voz muy suave controlada y al mismo tiempo aterradora. volvió a avanzar al tiempo que soltaba la mano de ella.
Luis sale aferró el brazo con la mano libre reteniéndolo a su lado
_te aconsejo que te marches Jeff mientras aún estás de una pieza gruño Carlo.
aunque este puso una mueca desdeñosa y una fachada de bravoconería como si no le impresionara el metro 95 de Carlos le lanzó una mirada despectiva a Luisa al volverse y abrir la puerta del vestíbulo: luego se detuvo para mirar atrás con clara expresión de miedo y furia antes de dirigirse a Carlos:
_no tienes ideas en el problema en el que te vas a meter, tengo amigos en esta ciudad.
_sí, sí sí acepto Carlos en absoluto impresionado o intimidado y todos ellos en lugares bien bajos estoy seguro, ya sabes lo que puedes hacer con tus amenazas y tus amigos ya lárgate.
la velocidad con la que había ido a su coche dejó bien claro que el hombre alto sí lo había intimidado a él.
_hijo de.... musitó Carlos lleno de tensión y con la vista clavada en el otro mientras se alejaba. solo al perderlo de vista la miró a ella. no soy un hombre violento Luisa expuso con voz a un colérica pero solo excepto esto dejo que me empujen a esto...
_hoy no ella sonrió con la esperanza de devolverle la tranquilidad.
_no? el enarcó una ceja-y quién lo dice? la atención y la furia habían desaparecido sus ojos la provocaban.
_yo_movió la cabeza lo que sea estoy lista para dar un paseo bajo el sol,, necesito una bocanada de aire fresco después de este desagradable encuentro.
desaparecida la atención mantuvieron una pequeña discusión sobre el coche de quién iban a usar. él ganó con el simple ofrecimiento de dejar a Luisa en el trabajo puntualmente.
las horas que pasaron juntos parecieron volar prácticamente charlaron todo el rato salvo cuando devoraran los perritos calientes con chile compartiendo una bolsa de patatas fritas y bebiendo té helado.
en una en el ringtone estuvieron eligiendo una bufanda de satén ya que Carlos quería regalarle una a su hermana gatriona por Navidad , Luisa no dudó en darle su opinión.
_está preciosa perfecta para el invierno, alzó una de brillantes tonos de verde bosque y rojo oro.
los dedos finos del acariciaron la extensión del suave tejido.
como si la estuviera tocando a ella la espalda de Luisa experimentó un ligero hormigueo al ritmo del movimiento de sus dedos, respiró profundamente antes de preguntar.
_sí?-no-?
él asintió.
_creo que tienes razón, es perfecta. hay algo que quieras mirar?
_no-movió la cabeza.
_no te gustaría una de estas bufanda para ti?
_me encantaría comentó, pero mi presupuesto para ropa no llega a nada de esta tienda.
por la expresión que apareció unos segundos en la cara de él, durante un momento temió de que que le ofreciera comprarle una de esas preciosas bufandas, suspiró aliviada cuando no lo hice.
estás lista para irte entonces?
_sí, dijo contenta de que no le hubiera hecho un ofrecimiento que habría tenido que rechazar.
apenas no toque caminaban por el exterior hasta que se detuvieron ante el coche que Carlos había aparcado solo entonces miró el reloj por primera vez desde que salieran de su apartamento.
la invadió una extraña sensación de tristeza cuando carro la condujo al restaurante de Víctor. el día junto ya casi había acabado. dudo de que se fueran a ver otro día porque las vacaciones de él estaban acabando y pronto regresaría a su rancho.
_he pasado un día fantástico Gracias Carlos.
_de nada Luisa, con la mano en el pomo de la puerta la miró mientras ella salía del coche con una cálida sonrisa en la cara. se inclinó hacia ella.
sin pensarlo Luisa fue a su encuentro.
el beso de Carlos fue tan suave como su sonrisa y delicado, sin un apetito súbito mi presión o exigencia.
naturalmente Luisa quiso más mucho más era evidente que también Carlos a regañadientes se apartó de ella con un gruñido de protestas ronco.
respiró hondo, la miró directamente a los ojos y dijo sencillamente:
_cuándo?
Luisa no necesito interrogarlo más, sabía perfectamente a qué se refería. la la deseaba y siendo sincera con ella misma reconoció que lo deseaba de igual manera pero.... porque invariablemente tenía que haber un pero? no obstante ahí estaba sentía que lo conocía de toda la vida no cambiaba el hecho de que lo había conocido hacía menos de una semana y en realidad no conocía al hombre interior sin adorno sociales.
_Luisa?
_al oír el sonido suave de su voz para padeó y lo miró a los ojos directos.
_lo siento Carlos dijo con decisión en La voz Yo no estoy segura yo.
Ssh-la tranquilizó alzando una mano para pasarla sobre su mejilla, está bien puedo esperar esposo una sonrisa humilde--.. bueno creo que puedo esperar_suscribí una agonía silenciosa.
_Luisa sonrió aunque sentía ganas de llorar.
_de verdad no es necesario que venga a buscarme a esta noche Víctor me llevará a casa.
ahí estaba su débil declaración de independencia Carlos la observó un momento pero supo que tenía que entenderlo se sentía presionada y le pedía que le concediera algo de espacio.
le dedicó una sonrisa y rodeó el pollo hacia el asiento del conductor.
_puedes puedo llamarte esta noche después de que llegue a casa del trabajo?
_sí por supuesto, miró la hora he de irme Carlos o llegaré tarde
_esta esta noche repitió ella, suspirando cuando él se sentó al volante y cerró la puerta.
llegó justo a tiempo aunque sabía que su jefe no le habría dicho nada por unos minutos de retraso, así como él era de flexible no hacía que ningún empleado tuviera que fichar: ella era una maniática de la puntualidad al llegar tarde no figuraba entre uno de sus defectos.
mientras colgaba la chaqueta en el porchero se preguntó qué tenía de estupendo ser puntual. le iría mucho mejor si fuera dura ya que de esa manera había llevado hace tiempo a Jeff a los tribunales por abuso y acoso.
pero no lo había hecho había tratado de razonar con él, para lo que le había servido, desde el principio debía de haberse dado cuenta de que era imposible razonar con ese canalla y moderado y narcisista.
además sabía que Jeff ignoraría cualquier orden de alejamiento y haría lo que le apeteciera, lo que significaba una cantidad de acoso para ella en particular después de que Carlos se marchara a casa.