Me Quedaré Con Mi Suegro

Lidia...

Conocer al príncipe me ha llenado de alegría, es tan lindo y atento que creo que me estoy enamorando de él, seré paciente y trataré de conquistarlo antes que regrese a su imperio. Soy una princesa estoy segura ser su mejor opción para esposa, además que estoy segura que mi padre me va a apoyar.

"Pobre princesa, ni siquiera tuvo una pequeña oportunidad, pero no lo sabe aún".

Julen.

El día paso sin mayor novedad entrenamiento, paseo, risas con todos los príncipes.

Al llegar la noche alegamos cansancio para ir a "dormir temprano" y salir del palacio así tendríamos alrededor de 12 horas para volver.

Nos arreglamos como plebeyos y cubrimos nuestros rostros, un soldado nos ayudó a salir a cambio de ayuda monetaria (soborno) teníamos que hacerlo para ir, si no todos iban a enterar.

Salimos a caballo a una fiesta en el pueblo, la música llenaba de alegría el lugar, niños bailando junto a varias parejas, había juegos para entretenimiento, y varios puestos de comida y venta de artículos.

Fue la primera vez que nos tomamos las manos en público, nadie nos reconocería, y podíamos ser nosotros mismos.

Bailamos, comimos, nos divertimos en los juegos, bebimos varias copas de vino.

Me acerqué a él y le dije.

_ Cipriano eres el hombre más guapo que han visto mis ojos, te amo y no tengo dudas de mi amor por ti, es por eso que ya decidí que no me casaré con Ivana, es una joven maravillosa pero no podré hacerla feliz, ni darle una familia.

-Julen te amo desde la primera vez que te vi, eras tan tierno y tus mejillas rosadas, sé que no debo pedirte nada, pero te amo y si ya decidiste no casarte espero lo cumplas, porque lucharé por ti. No me quedaré esperando en las sombras, deseo que estés dispuesto a luchar por nosotros porque yo sí lo haré.

_ eres un gran hombre Cipriano. Y quiero ser merecedor de tu amor.

_ ya lo eres al corresponderme del mismo modo.

Fue todo nos besamos con pasión, y nos abrazábamos fuertemente, quería más y no me iba a detener, por eso pagamos la última bebida que consumimos y buscamos un lugar donde dar rienda suelta a nuestra pasión.

Así llegamos a un pequeño hostal, era hermoso y lo mejor tenía cuartos independientes, unos lejos de otros por lo que nadie escucharía lo que haces ahí. 😏😏😏

Antes de entrar Cipriano me preguntó si estaba seguro y yo dije que sí.

A PARTIR DE AQUÍ TIENE CONTENIDO 🔞🔞🔞🔞. SI NO ERES FANS DEL CONTENIDO AVANZA AL SIGUIENTE CAPÍTULO.

Nos abrazando y besamos desesperadamente, como pudo abrió sin dejar nuestros labios, mis manos viajaron al filo de su ropa, y comencé a desnudarlo él también lo hacía, estaba nervioso por como sería iba a ir abajo o arriba, normalmente Cipriano era más dominante, que si tenía miedo por su puesto, jamás había estado con nadie pero ya no me iba a echar para atrás, sería mío y yo de él.

Comenzó a descender por mi cuello, chupando y saboreando, con su lengua tocaba levemente mi oreja, cuello y pezones, me estaba volviendo loco de lujuria. Retiro mis pantalones y con sus manos comenzó a masajear a mi amigo quien estaba listo, dolía pero sus caricias eran electricidad para mi cuerpo y comencé a hacer lo mismo.

Estaba cegado de pasión y no sé qué momento llegamos a la cama, pero él estaba encima de mí, besaba y chupaba, lamia mi intimidad hasta que sentí sus dedos entrando en mí, mi cuerpo pedía y más y así se lo hice saber uso algunos aceites para que el proceso fuera menos doloroso y comenzó a entrar en mí sentía tanta pasión que mi cuerpo pedía más, dolía un poco pero sabía como hacerme sentir amado, comenzó a moverse más rápido cada vez y yo me movía con él, cambiamos de posición cada cierto tiempo, había llegado al éxtasis varias veces con él, y aún no podíamos detenernos, grite su nombre cada tanto y gemí con devoción, él gruñía y me decía cuando me amaba, cuanto me espero a que estuviera listo, que se sentía en la gloria al estar dentro de mí.

Luego de la quinta ronda me llevó al baño, para limpiarme, toco mi cuerpo con tanta ternura que lo inste a seguir ahí el de pie y yo enredado en sus caderas, se mecia salvajemente y pedía más luego me bajo y giro, puse mis manos en la pared y él seguía apretando mis caderas a su sexo. Ahí llegué una vez más, fue entonces que decidí descansar apenas podía mantenerme de pie, ya no sabía cómo llegaría al palacio en unas horas.

Dios a este paso todos iban a darse cuenta que algo me pasó y no se como iba a responder esas incómodas preguntas.