CONQUISTANDO A UN MUJERIEGO

HENRY

Ese beso con Angie, fue tan dulce, tan exquisito, removió tantas cosas en mí que me convertí en un tornado de emociones, no sabía como ordenar mis sentimientos.

Sé que me pasa algo muy especial con Angie, pero no sé con exactitud lo que es, no conozco el amor, soy un mujeriego y no soy bueno para ella.

Por eso me fui a esa playa a tomar ahí fuimos tan felices sin pensar en sentimientos ni en nada, de niños simplemente disfrutábamos sin pensar en nada más, quisiera que eso nunca hubiera cambiado.

No creo ser el hombre que la pueda hacer feliz como pareja, ella se merece micho más, es una excelente mujer y amiga, no quiero lastimarla, jamás me lo perdonaría si lo hiciera.

Tome tanto alcohol que en cuanto desperté en mi departamento mi cabeza estaba que reventaba del dolor y no recuerdo como llegué aquí, con pesar me levante de la cama y me arrastro hasta la ducha en donde estuve un largo rato.

Al salir de la ducha saqué unas pastillas de mi mesa de noche, para el dolor de cabeza que me estaba matándome, después me vestí y fui a la cocina a preparar algo.

Al llegar a la cocina me encontré a Fabricio, quien ya había terminado de cocina, me hizo un gesto con la cabeza indicándome que me sentará y lo obedecí, pues, se veía realmente serio, solamente espero no haber hecho ninguna locura borracho.

—Come, te ayudará con esa resaca —indica Fabricio colocando un caldo de pollo frente a mí.

—Gracias, ¿y tu prima? — pregunto mientras tomaba la cuchara para comenzar a comer.

—Fue a comer con su madre —Apenas escuche eso, deje la cuchara de lado y me olvide de mi resaca.

—¿La dejaste ir sola? — pregunté un poco preocupado.

—Ella no necesita mi permiso para hacer sus cosas, además acepto ir porque quiere una última conversación con la mujer que le dio la vida antes de dejar el país definitivamente —responde Fabricio y yo siento que me acaban de dar un baño de agua fría.

—Ella no se puede ir — comenté aún más preocupado, no quiero dejar de verla.

—¿Por qué?, ella ya no tiene nada aquí, su familia no la va a apoyar nunca. Y su mejor amigo, el hombre al que ama, porque si no te habías dado cuenta ella te ama, es un idiota que no sabe definir sus sentimientos, ¿por qué razón se quedaría? —Fabricio, molesto y lo entiendo, soy un idiota, pero no puedo perderla, no pudo dejar que se vaya.

—¿En qué restaurante está? — pregunté mientras me coloco de pie para ir por mis llaves.

—En el que siempre visita la familia Suaza, pero si no estás dispuesto a todo por mi prima, mejor mantente lejos de ella —advirtió Fabricio y pues ahora no solamente estoy dispuesto a todo por ella, no voy a dejar que se alejara de mí nunca.

—Tome las llaves de mi auto, mi celular y salí de mi departamento rápidamente, no sé qué le pueda estar diciendo su mamá, yo solamente espero que no convenza de casarse o de hacer cualquier estupidez.

ANGIE

Al llegar al restaurante con mi madre ella actuó como siempre, con elegancia y sintiéndose superior a todos en el lugar, no sé cómo en este lugar siguen soportándola, supongo que es por la cantidad de dinero que gasta en este sitio cada que viene.

Como es costumbre en mi madre ordenó los platillos más costosos y exóticos del sitio, yo solamente quería que me dijera lo que tiene por decirme, para irme, buscar un departamento rentado y planear mi viaje junto a Fabricio.

Además, debo de llamar a la editorial para hablar de mir egreso y ver si consigo un puesto para Fabricio en lo que el estudio, administración, así que no tengo demasiado tiempo para perder con la mujer que me dio la vida.

—Podrías ir al grano de una buena vez —pedí a mi señora madre, quien espera la comida pacientemente.

—Podemos disfrutar de la comida primero —la comida llega y yo lo único que quiero es salir de aquí, pero como no pude comer antes de salir, pues ni modo.

Devoré la comida lo más rápido posible, porque quería que esta comida se acabe lo más rápido posible, pero mi señora madre lo hace todo con la mayor lentitud posible.

—Madre, si no me dices de una vez que es lo que quieres, me iré y no aceptaré otra comida contigo —le informe y ella con suma elegancia dejo los tenedores de lado.

—Bueno, ya que eres tan ansiosa, quiero que tú o Fabricio acepten el compromiso, no me importa quien lo haga solamente necesitamos un matrimonio entre ambas familias y el pacto quedará sellado, todos ganaremos buen dinero, tu primo y tú podrán irse con micho dinero y hacer de su vida lo que quieran después de un año de matrimonio —yo no podía seguir escuchándola, simplemente negué con la cabeza y salí molesta de ese lugar.

Por supuesto que mi madre trataría de convencerme de la dichosa boda, Fabricio y yo no nos cansaremos con nadie a quien no amemos y menos por capricho de nuestra familia.

Salí tan enojada del restaurante que comencé a caminar sin rumbo fijo, la verdad no quería ni volver al departamento, la confusión de Henry y mis problemas, son demasiado, tal vez me quede en un hotel y sea lo mejor.

Aunque antes de llegar a un hotel un motorizado se detuvo frente a mí y yo que estoy molesta, le dije algunos insultos.

—Sé que soy un mujeriego, pero nadie me había insultado tan feo —comenta Henry, con una gran sonrisa mientras se quita el casco y yo quedo de piedra viéndolo ahí frente a mí.

—Perdón, es que me asustaste y estoy molesta —me excuse y él simplemente sonríe y me ofrece un casco

—Lo sé me encontré con tu madre, quien tampoco está muy contenta, vamos que te quiero mostrar un lugar —me coloque el casco y subí a la moto con Henry, no sé a donde me lleve, pero con él siempre me siento bien aunque esté enojada por como reacciono a nuestro beso.