Después de un accidente de auto, quedé en sillas de ruedas, mi novia habia fallecido. Pasé años en depresión, hasta que un día, cuando mi hermana Antonella y yo salimos a la plaza y la vía ella, una chica sentada en una de las banquetas que estaba junto a la estatua del general.
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NACIMIENTO
YARA CORTÉZ
Fueron varias horas de labor de parto. Nunca pensé que traer un hijo al mundo era doloroso Pero al mismo tiempo algo reconfortante.
Adrián estuvo presente en el parto. Se veía muy impresionado. El escuchar el llanto de mi bebé me sentía pensar, sentir y creer que todo había valido la pena. Se llevaron a mi bebé a realizarle exámenes de rutina. La enfermera me limpió y me trasladó a una habitación. Adrián no se despegó ningún instante de mi lado.
Cuando la enfermera me puso en mis brazos a mi pequeña hija, mi mundo entero cambió. Ella pasaba a ser el centro de mi vida. Sus deditos pequeños apretaron mi dedo índice.
La enfermera acercó una silla para que Adrián se sentará, tomó a mi bebé de mis brazos y se lo puso en los brazos de Adrián. Él permanecía en silencio viendo a la bebé, tenía sus ojos húmedos.
ADRIÁN JONES
Mis pensamientos se aclararon en cuanto la enfermera puso a mi hija en brazos. No necesito a nadie más que a Yara y a mi hija.
Miré a Yara.
— Me voy a esforzar para ser mejor para ustedes dos. Sé que tengo mucho que decirte, perdóname por guardarme las cosas para mí. Tu embarazo era de riesgo, ya habías tenido dos amenazas de aborto y si te decía, posiblemente está hermosa bebé no hubiese nacido. Perdón, perdóname.
Ella solo miró muy seria y dirigió su vista a otro lado.
Mi silencio y mis inseguridades han hecho de mi un hombre tonto.
— Yara, gracias. Por darme esta oportunidad de ser padre. Es una niña hermosa.
— Estoy cansada, quiero dormir un rato después de amamantar a mi hija— ella se levantó de la cama y tomó a mi hija.
Me levanté con ayuda del andador. Me dirigí a la puerta.
— Espera Adrián.
YARA CORTÉZ
Ver como Adrián se iba con toda la dificultad de caminar, me hizo sentir un poco de lástima. Me acerqué a él.
— Tenemos una plática pendiente, Pero no quiero que te pierdas este momento con nuestra hija.
Él solo acercó su cabeza a mi frente.
— Gracias amor.
Después de un rato, Adrián salió de la habitación. Una de las enfermeras se llevó a la bebé para que yo pudiera descansar.
Por la noche regresé a la villa con mi hija, ya me habían dado de alta.
Había una cama extra en la habitación. Me acosté con la bebé en la cama. Ella estaba dormida. La luz del baño estaba encendida.
Adrián salió en toalla. Ya empezaba a bañarse con el andador. Me sentía feliz por él.
— El doctor me dijo que a las 8 salía y me iba a alistar para ir con ustedes, Pero la salida se adelantó.
— El doctor me dio de alta. Eso quiere decir que mi estadía en esta clínica terminó.
— ¿Tú te quieres ir? ¿Quieres dejarme? ¿Es eso?
— No es eso. Solo que si me dan de alta, que voy hacer aquí.
— Ser mi motivación. Quiero que estés en este proceso conmigo. Quiero estar con mi hija.
— Ya cálmate. No quiero irme. Solo pregunto por qué no sé que va a pasar después del alta.
Adrián se acostó en la cama a mi lado y me abrazó.
— ¿ Qué haces?
— Abrazó a mi mujer. Así me voy a quedar toda la vida contigo.
— Está bien— sonreí.
Me giré hacia él.
— Eres un tonto.
— Lo sé.
No puedo estar enojada con él todo el tiempo. Me ocultó lo de Mía, Pero creo que tiene razón. Yo era una bomba de tiempo, y si él me lo decía posiblemente hubiese sufrido un aborto. No quiero minimizar todo lo que él pasó, pues es notorio todo lo que ha vivido. Pienso que se ha esforzado por salir adelante.
— Te amo Adrián— mis pensamientos hablaron.
— Yo también mi niña. ¿Eso quiere decir que me perdonas?
— Eso significa que te amo. Quiero que estemos en paz. Cuando termines tu rehabilitación, quiero vivir en un lugar así. Es tranquilo, aunque debe ser más tranquilo sin tantos médicos.
— Podríamos vivir en Suiza. Aunque todos los bocetos que has hecho no sé si aquí se cumplan esos sueños.
— Soy diseñadora aquí hasta China. Quiero empezar a cumplir ese sueño aquí. Lejos de todos mis malos recuerdos.
— Está bien. Tendrás mi apoyo. Creo que la idea suena bien. Tal vez cuando caminé, hasta me contratas de modelo. Soy muy guapa para ese cargo.
— Sí que tienes el ego alto. Pero si es cierto, eres muy guapo y sexy.
— Mañana tendremos esa plática, no quiero posponerla más.
— Shhhhh. Mañana. Está noche quiero dormir abrazada y con mi pequeña familia.
— y siempre Adriana. Así quiero que se llame mi hija.
—Eso también lo hablamos mañana.
Solo quería un momento tranquilo. Sin escuchar el nombre de Mía. Solo quiero soñar en un futuro feliz con Adrián y "Adriana"