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¿Y Si Me Quedo?

¿Y Si Me Quedo?

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / Doctor / Maltrato Emocional / Atracción entre enemigos / Completas
Popularitas:113.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Raylla Mary

Thiago siempre fue lo opuesto a la perfección que sus padres exigían: tímido, demasiado sensible, roto por dentro. Hijo rechazado de dos renombrados médicos de Australia, creció a la sombra de la indiferencia, salvado únicamente por el amor incondicional de su hermano mayor, Theo. Fue gracias a él que, a los dieciocho años, Thiago consiguió su primer trabajo como técnico de enfermería en el hospital perteneciente a su familia, un detalle que él se esfuerza por ocultar.

Pero nada podría prepararlo para el impacto de conocer al doctor Dominic Vasconcellos. Frío, calculador y brillante, el neurocirujano de treinta años parece despreciar a Thiago desde la primera mirada, creyendo que no es más que otro chico intentando llamar la atención en los pasillos del hospital. Lo que Dominic no sabe es que Thiago es el hermano menor de su mejor amigo y heredero del propio hospital en el que trabajan.
Mientras Dominic intenta mantener la distancia, Thiago, con su sonrisa dulce y corazón herido, se acerca cada vez más.

NovelToon tiene autorización de Raylla Mary para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 18

 Miedo de Mejorar

La luz de la mañana se filtraba por las cortinas, suave, dorada, como si intentara iluminar una parte del dolor que la noche había dejado.

Thiago despertó despacio. Los párpados pesados, el cuerpo cansado, y el alma… silenciosa. El primer pensamiento fue de extrañamiento: no sentía dolor físico. Las vendas protegían los cortes superficiales, y la habitación estaba demasiado silenciosa para el caos que él recordaba.

Y entonces, él vio.

Theo estaba allí. Durmiendo con la cabeza apoyada en el colchón, aún sujetando su mano. Dominic también estaba presente, apoyado en el sillón, los ojos abiertos, observando en silencio.

Thiago parpadeó algunas veces. La garganta seca. El corazón apretado.

— ¿Ustedes… se quedaron? — murmuró, la voz ronca.

Theo despertó en el mismo instante, levantando la cabeza. Los ojos rojos de tanto llorar. Pero vivos.

— Nosotros siempre nos vamos a quedar — respondió.

Dominic se acercó, calmo, con un vaso de agua en la mano.

— Bebe despacio — dijo, ofreciendo el vaso. — Perdiste mucho líquido. Y energía.

Thiago obedeció. Pero el silencio entre ellos era un campo minado.

Hasta que él lo rompió.

— Yo no quería morir… — susurró. — Yo solo quería parar de sentir.

Theo apretó los ojos, conteniendo el llanto. Dominic, al lado, se sentó en la esquina de la cama.

— Lo sabemos. Y es por eso que nosotros queremos ayudarte — Dominic dijo. — Pero no solo con amor. Nosotros queremos traer ayuda real. Psiquiatra. Terapia. Cuidados que van más allá del dolor inmediato.

Thiago lo miró, asustado.

— Yo no sé si puedo… Yo tengo miedo de mejorar.

Theo frunció el ceño, confuso.

— ¿Miedo?

— Sí. Porque… si yo mejoro… ¿quién soy yo? — la voz de él fallaba. — Yo solo conozco este dolor. Yo soy el chico que fue abusado. El chico que tuvo miedo. Que fue rechazado. Que sobrevivió. Si yo quito todo esto… ¿qué sobra?

Silencio.

Hasta que Dominic respondió, con la voz más firme que nunca:

— Sobras tú. Sobra el chico que baila en el pasillo cuando cree que nadie está mirando. Que canta bajito mientras cocina. Que se emociona con películas idiotas. Que ama tanto al hermano que prefiere morir a herirlo. Ese eres tú, Thiago.

Theo se secó una lágrima y completó:

— El dolor no te define. La valentía de continuar, sí.

Thiago cerró los ojos. Las lágrimas vinieron de nuevo, pero esta vez, no eran solo de tristeza. Había alivio allí. Y miedo. Y esperanza. Todo junto, revuelto en el pecho.

— Está bien… — él dijo. — Yo acepto ayuda.

Dominic se acercó y pasó la mano por el cabello de él, con cuidado.

— Esta es la decisión más valiente que tú ya tomaste.

Theo besó la mano del hermano, como hacía cuando ellos eran niños y Thiago se lastimaba.

— Y yo voy contigo en cada paso. Todos. Hasta cuando tú no consigas andar.

El cuarto quedó en silencio de nuevo.

Pero ahora… era un silencio lleno de futuro.

Las horas pasaron con delicadeza, como si el tiempo también tuviera recelo de herir aún más. El sol ya se elevaba alto en el cielo, pero el cuarto aún guardaba sombras — no las de la mañana, sino las del alma.

Thiago estaba más despierto, pero cansado. Las palabras que dijera resonaban en los oídos de Theo y Dominic como promesas sagradas. “Yo acepto ayuda.”

Era el primer paso. Pero aún había muchos por delante.

Theo se levantó para buscar algo en la cocina. Dominic se quedó, sentándose al lado de Thiago nuevamente, ahora con una manta en las manos.

— ¿Tienes frío? — él preguntó suavemente.

Thiago asintió. Dominic lo cubrió con cuidado, y quedó allí, observando el rostro pálido de él, los ojos aún llorosos.

— Yo tengo miedo de decepcionarlos a ustedes — Thiago dijo, casi en un susurro. — ¿Y si yo desisto de nuevo? ¿Y si… yo no aguanto?

Dominic apoyó la frente en la de él, el toque leve como un voto silencioso.

— Nosotros vamos a estar aquí. Incluso si tú te caes. Nosotros levantamos contigo. Cuantas veces sea preciso.

Thiago apretó los ojos, el rostro contorsionándose de dolor.

— Yo me odio, a veces.

— Entonces yo te amo por nosotros dos — Dominic dijo, firme. — Hasta que tú aprendas a hacer eso solo.

Silencio.

Profundo. Denso.

Hasta que Thiago soltó un sollozo y apoyó la cabeza en el hombro de Dominic. Sin vergüenza. Sin escudo.

Theo volvió minutos después y encontró a los dos así. Y por primera vez en mucho tiempo… él sonrió.

Una sonrisa pequeña. Lastimada. Pero sincera.

Por la tarde, un equipo médico fue hasta el apartamento. Dominic, incluso fuera del hospital, usó sus contactos para proveer una visita de evaluación — y una psicóloga. Una mujer de habla dulce, ojos atentos y una manera firme que no forzaba, pero tampoco retrocedía.

— Yo no te voy a pedir para confiar en mí ahora — ella le dijo a Thiago, sentándose al lado de él en el sofá. — Pero puedo prometer que voy a respetar tus límites. Y oír con el corazón abierto.

Thiago quedó en silencio. Pero no desvió la mirada.

Era un comienzo.

Aquella noche, Dominic se preparaba para dormir en el sofá. Theo en el cuarto de huéspedes. Y Thiago… solo en el cuarto, por primera vez desde el brote.

Pero antes de que Dominic se acostase, Thiago apareció en la puerta.

— Dominic… — la voz era baja.

— Hola, pequeño.

— ¿Tú puedes… quedarte allí? Tipo… solo hasta que yo duerma?

Dominic se levantó en el instante. Agarró la almohada y la manta y fue con él hasta el cuarto.

Thiago se acostó y se volteó de espaldas. Dominic se sentó en el borde de la cama, de lado.

— Puedes quedarte en silencio, solo… no te vayas aún — Thiago murmuró.

Y Dominic quedó.

Con la mano sobre la cobija, próximo a la de él. Sin tocar, pero cerca lo suficiente para que él supiera: no estaba más solo.

Algunos minutos después, Thiago durmió.

Y por primera vez en muchas noches… sin pesadillas.

1
maylen urquiza
tu novela es simplemente maravillosa gracias por esa novela tan bella es la primera vez que leo una novela de ese género y te puedo decir que la disfrute muchísimo,me hiciste llorar mucho con el pobre de Thiago pero gracias que tenía un hermano que nunca lo dejo solo porque esos que le dieron la vida que no merecen que les digan padres nunca lo quisieron y no podemos menospreciar a una persona o ser humano por sus preferencias sexuales y menos si son nuestros hijos por ellos debemos de luchar hasta el fin
Karen Ochoa Ortiz
lo destruyeron aún más 😭😭😭😭
Lina.
👏
Michu
Me encantó mucho la historia, aunque se habla de temas muy delicados se narran con mucho respeto. La forma en que se abordan los personajes y la trama es muy realista y emotiva.
Gabriela Elia
Hermosa historia lamentablemente muchos padres lastiman más que un desconocido.
Maria emilia Aparicio villamar
Hay no, que horror de personas, esos no son padres son peor que las hienas, cómo es posible que traten así a su propio hijo, son unos desgraciados
Maria emilia Aparicio villamar
Felicidades por Theo, si que es un buen hermano, el único que verdaderamente se preocupa por Thiago, no como esos que se dicen sus padres, que bueno que Theo no los dejó entrar si no lo hubieran puesto peor
Maria emilia Aparicio villamar
Muy buena la novela, felicidades autora
Maria emilia Aparicio villamar
Muy interesante
Maria emilia Aparicio villamar
Hay Dominic claro que no mereces que te perdone, ojalá y cuando despierte ahora sea él quien te haga sufrir, que no te la ponga tan fácil, pues como dicen: lo bueno cuesta
Maria emilia Aparicio villamar
Uyy qué fuerte, pobre Thiago, debe ser muy triste tener que esconder su verdadero yo tan solo para ser aceptado, cuánto ha sufrido por el desprecio de sus propios padres y sumarle también todas las humillaciones de la persona por la que él tiene sentimientos. Haber ahora cómo va a actuar el Dominic cuando despierte Thiago
Andrea Pupo
sería aunque me lleve
Melquisedec Arbelaez Perez
la mejor manera es dejando fluir los sentimientos
Maria Marquez
jamás había leído una novela de este calibre ni habia 😭 tanto. Felicidades escritora
Alejandra Vanina Landaburo
triste, pero maravillosa historia, felicitaciones autora.
Maria Marquez
Que tristeza realidad
Maria Marquez
Osea, no he parado de 😭😭😭😭
Maria Marquez
Huyyyyyyy me ha hecho😭😭😭😭
Maria Marquez
uffff que locura de novela muyyyyy interesante 👏
Norma Vega
Excelente historia,la recontra recomiendo leerla.👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏🍷🇦🇷
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