¿Qué estarías dispuesta a hacer por salvar la vida de la persona más importante en tu vida?
María Bedoya era una joven que a tan corta edad tuvo que salir a trabajar para pagar los tratamientos de su madre que comenzó a sufrir insuficiencia cardíaca después de la muerte de su padre y hermano.
Hasta que todo se le vino abajo cuando le dijeron que su madre estaba cada vez más grave y necesitaba con suma urgencia un trasplante de corazón y la operación salía muy cara
Por lo que envuelta en la desesperación terminó entrando en un mundo de lujuria nocturno vendiendo su cuerpo. La realidad, el placer y el deseo de convertirán en una guerra interna para ella
Pero todo cambia cuando se entera que la persona con la que estuvo por dinero, esa que la llevaba hasta el cielo todas las noches por los placeres que le daba, era nada más y nada menos que Mariano Benítez el médico de su madre y del cual ella estaba enamorada secretamente
¿Qué pasará entre María y Mariano cuando descubran la verdad
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Cap 3 - Tristezas y arrepentimiento
Después de que él hombre se fue, intenté levantarme con cuidado, y tomé el dinero que había dejado sobre la mesita, cuando lo miro veo que eran muchos billetes de 100, y cuando vi la suma que me había pagado, casi me infarto, eran 3 meses de salario en el restaurante en una sola noche. Aún así no llegaba a cubrir el costo de la operación de mí madre y eso me deprimió, ya que eso significaba que tenía que seguir haciendo esto hasta llegar al monto para pagar la operación de mamá
Ya un poco más tranquila, me levanto de la cama con cuidado, me dolían las piernas horrores, así que me tomé la pastilla que él me había dejado, luego me coloco una bata que había colgada en un gancho de la pared y salgo de la habitación, nuevamente para el vestuario donde había dejado mí ropa
Al llegar me entró a dar una ducha, la necesitaba con suma urgencia, me sentía sucia y pegajosa. Una vez lista, me vuelvo a colocar mí ropa y salgo del vestuario para la oficina de Karry
— Karry ya me voy, estoy toda adolorida, quiero ir a descansar — le digo entrando una vez que me autorizó
— Ve baby y descansa bien, ya que mañana en la noche debes volver, el mismo cliente te reservo para mañana también — me dice sonriendo y yo abro los ojos bien grande
— Ma… mañana? — le digo asustada, ya que no creo recomponerme tan rápido para mañana en la noche
— Si, te recomiendo que tomes analgésicos cada 8 horas baby, así te recuperas más rápido — me dice muy tranquila — Este trabajo es así baby, por eso pagan muy bien los clientes, y este en especial paga mucho más si queda conforme con la sumisa, y si te volvió a solicitar para mañana nuevamente, es porque quedó conforme contigo, así que no lo decepciones — me dice y yo suspiro
“Aguanta un poco más Maria, todo esto lo haces por mamá, aguanta un poco más” — me digo a mí misma
— Está bien, después de mí trabajo estaré aquí — le digo resignada
Después de despedirme de Karry, salgo del club y me dirijo a la clinica donde mamá está internada. Necesitaba estar con ella, me sentía mal conmigo misma por lo que acababa de hacer. Nunca creí llegar tan bajo para conseguir un poco de dinero, pero sabía que esa era la única forma más rápida de reunir el dinero para su cirugía, Mariano había sido muy claro cuando me dijo que ella estaba empeorando y que necesitaba el trasplante cuánto antes y por eso no tuve más opción que aceptar este trabajo.
Al llegar a la clínica, me dirijo hasta su habitación, todo estaba en silencio, ya pasaban de las 3 am y casi no había mucho movimiento a esta hora
Cuando entro a la habitación, me siento al lado de mí madre que se encontraba dormida, apoyo mí cabeza a un lado de ella y mis lágrimas comienzan a salir silenciosamente hasta terminar quedándome dormida.
Me despierto nuevamente con el sonido de la alarma de mí celular. Al mirar la hora veo que son 7 am, me levanto y mí madre se encontraba despierta
— Buenos días mami, ¿Cómo te sientes hoy? — le pregunto tomando su mano
— Estoy bien cariño, me siento mejor que ayer, no te preocupes — me dice ella sonriendo
— Que bueno mamita, me pone muy feliz verte bien y muy pronto podrás salir de este lugar y vivir una vida normal — le digo con una sonrisa de felicidad
— Mari, la cirugía vale muy cara hija, no puedes reunirla tan rápido, por favor, no te endeudes con nadie por conseguir esa plata, yo estaré mejor si muero hija, ya no te compliques más la vida por mí — me dice con tristeza y yo me levanto enojada de la silla
Estaba cansada de qué siempre estuviera mencionando la muerte, acaso ella no entendía lo importante que era en mí vida y que ella era lo único que me quedaba aquí, además de mí tía, pero ella estaba demasiado lejos
Comencé a llorar sin poder contenerlo, no podía con tanta angustia que sentía, ¿acaso ella no se ponía en mí lugar?
— Basta de decir que te deje morir — le digo enojada y llorando — Si fuese al revés. Si fuese yo la que estuviera en esa cama al borde de la muerte, ¿Me dejarías morir? — le pregunto con mucha angustia
Ella se quedó en silencio y bajó la mirada, sabía que yo tenía razón, si la que estuviese en esa cama fuera yo, ella jamás me dejaría morir, y al igual que yo, haría cualquier cosa por salvarme
— Por favor, no vuelvas a mencionar la muerte mamá, porque si tu te mueres, yo me voy contigo — le digo llorando
— Ya no llores cariño, solo me siento triste de que te estes sacrificando mucho por mí, quiero que seas feliz y no que estés estresada por todo lo que me pasa a mí — me dice ella con tristeza
— Yo entiendo lo que me dices, pero quiero que tu también entiendas, que eres lo único que tengo mamita y no seré feliz sin ti a mí lado — le digo volviéndome a sentar y tomando su mano nuevamente
— Lo siento hija, ya no volveré a decir eso, solo no quiero que te agotes — me dice ella con una sonrisa apagada
— Yo estoy bien mamá, el que tu estés viva me da fuerzas para continuar, tu eres mí mundo y mí pilar, y siempre será así — le digo levantándome y dándole un abrazo — Ahora me voy, debo entrar a trabajar a las 8, vendré al mediodía cuando salga — le digo dándole un beso en la frente
— Cuídate mí niña — me dice sonriendo y yo asiento con la cabeza antes de salir de la habitación
Cuando salgo de la habitación me encuentro con Mariano que venía llegando a revisar a mí madre
— Maria, ¿ya te vas? — me dice mirándome a los ojos
— Si, ya me iba, entro al restaurante a las 8, ¿Por qué? ¿Necesitabas hablar conmigo? — le pregunto mirándolo
— Tranquila, no es algo muy importante, hablamos al mediodía cuando vuelvas, si no llegarás tarde — me dice con una sonrisa y mí corazón comienza a latir con fuerza, ya que cuando dijo “tranquila” me hizo acordar al hombre de anoche más que nada por su tono de voz
Me gustaba Mariano , desde hace mucho, pero ya no era digna de él, después de lo que había hecho la noche anterior, me sentía sucia y usada, ya no era digna de estar con una persona tan buena como él
Agache la mirada, recordar lo de anoche y que había dejado de ser pura e inocente, me hacía sentir miserable, pero sabía que todo lo hacía por mí madre, por su salud y por el bienestar de ella
— Está bien, salgo a las 12, vendré directo hacia aquí — le digo sería
— Bien, te espero en mí consultorio entonces — me dice sonriendo y yo asiento con la cabeza para luego pasar por su lado e irme de la clínica
Sentía vergüenza al mirarlo a los ojos, y debía sacarlo de mí corazón, ya no podía seguir pensando en él como alguien diferente, ya me sentía impura para todos
Al llegar al restaurante, me coloco el delantal y comienzo con mí día laboral
A media mañana en mí tiempo de descanso, me tomo otro analgésico, ya que sentía pequeñas molestias en mí parte íntima, cuando de repente se me acerca Luli, me toma de la mano y me lleva nuevamente al callejón al lado del restaurante
— Dime, cuéntame, ¿Cómo te fue anoche? — me dice emocionada indagando en lo que había hecho anoche
— ¿Qué quieres que te cuente? No pasó nada de otro mundo, solo tuve sexo con un desconocido — digo avergonzada
— Ay por dios María, ¿Pero te gustó? ¿Lo disfrutaste? ¿Cuánto te pagó? — me pregunta demasiado emocionada
— No lo sé, mitad y mitad, ya que en parte los nervios no se me iban y con respecto al pago, jamás había visto tanto billetes juntos, en una noche gané lo que ganaría acá trabajando 3 meses — le digo sorprendida
— Wow Maria, a este paso tu mami se podrá operar mucho antes de lo que te imaginábas — me dice feliz
— Si, lo sé, por eso accedí a hacerlo, todo por ella amiga — le digo sonriendo
Hablamos un poco más con Luli y luego volvimos a trabajar, ya que aún nos quedaban dos horas más de trabajo.
Ya al mediodía, me despido de Luli y me voy nuevamente a la clínica
Al llegar me dirijo hasta el consultorio de Mariano, golpeó la puerta y unos segundos después él abría la puerta
— Maria, bienvenida, adelante — me dice sonriendo y haciéndome pasar
— Gracias Mariano — le digo pasando al consultorio y sentándome en la silla frente al escritorio
Él cierra la puerta nuevamente y se sienta en su sillón frente a mí
— Bueno Maria, lo que te quería decir es que ya se programo la fecha para la cirugía de tu mamá, será dentro de una semana, ya hablé con todo mí equipo médico que son los que me asistirán en la cirugía, todo ya está arreglado. Este es el total de lo que cuesta la cirugía — me dice pasándome una hoja con todos los detalles de la cirugía y el costo de la misma
Casi sé me sale el corazón al ver el costo, ¿cuánto más debía hacer esto que estaba haciendo para llegar a ese precio?
— Yo se que es muy poco tiempo para que reunas la plata, pero la salud de tu mamá cada día está peor, tenemos un corazón y antes de que se lo den a otra persona debemos ocuparlo, porque luego será más complicado volver a conseguir otro — me dice él con preocupación
— Entiendo. — solo logro decir, ya que se me había formado un nudo en la garganta de la angustia que sentía
— Maria, escúchame, sé lo que estás pensando y lo que te preocupa, yo puedo poner la plata para la operación de tu mamá, luego me la vas devolviendo a mí, yo no tengo apuro con eso — me dice él y mis lágrimas comienzan a salir, ¿Por qué no me lo había dicho antes a eso? Y yo no hubiera cometido el error que cometí anoche, ahora ya es tarde, lo hecho, echo está
— No te preocupes, suficiente haces atendiendo a mí madre para que aún siga con vida, yo me ocuparé del dinero y antes de la cirugía ya la tendré — le digo levantándome de la silla para irme
— Espera Maria, ¿Qué te sucede? Desde la mañana que te noto fría y distante conmigo, ¿acaso dije o hice algo que te molestara? — me pregunta confundido y yo comienzo a llorar nuevamente, ya que me sentía sucia después de lo que hice anoche
— Lo siento Mariano, no tuve una buena noche, solo necesito descansar un rato antes de volver al trabajo en la tarde, solo es eso, cansancio — le miento, ya que no podía decirle el porque
Después de disculparme con Mariano, salgo de su consultorio y voy hasta la habitación de mí madre, al llegar ella se encontraba almorzando, hablamos un poco y luego me recosté un rato en el pequeño sofá que había en la habitación.