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Amor Bajo Contrato

Amor Bajo Contrato

Status: En proceso
Genre:Posesivo / Matrimonio arreglado / Hija rica en bancarrota / Juego del gato y el ratón
Popularitas:7.2k
Nilai: 5
nombre de autor: America Blancas

Violeta Meil siempre tuvo todo: belleza, dinero y una vida perfecta.
Hija de una de las familias más ricas del país M, jamás imaginó que su destino cambiaría tan rápido.

Recién graduada, consigue un puesto en la poderosa empresa de los Sen, una dinastía de magnates tecnológicos. Allí conoce a Damien Sen, el frío y arrogante heredero que parece disfrutar haciéndole la vida imposible.

Pero cuando la familia Meil enfrenta una crisis económica, su padre decide sellar un compromiso arreglado con Damien.
Ella no lo ama.
Él tiene a otra.
Y sin embargo… el destino no entiende de contratos.

Entre lujo, secretos y corazones rotos, Violeta descubrirá que el verdadero poder no está en el dinero, sino en saber quién controla el juego del amor.

NovelToon tiene autorización de America Blancas para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Citas con el enemigo

**Capítulo 14:**Citas con el enemigo

(Desde la perspectiva de Violeta Meil)

Volví a entrar a la casa con el corazón acelerado, intentando disimular la rabia y la frustración que hervían dentro de mí.

Aún podía escuchar las palabras de Damien repitiéndose en mi cabeza, como un eco insoportable:

“Este matrimonio tiene fecha de caducidad. Un año, Violeta. Solo uno.”

¿Quién se creía que era para hablarme así?

Apretaba los puños mientras cruzaba el pasillo principal, recordando su mirada arrogante, su voz cargada de desprecio, su postura tan perfecta que daba ganas de romperle algo encima.

Lo peor fue que no podía mostrar mi enojo.

No frente a las familias.

No frente a las apariencias.

Tenía que seguir fingiendo, una vez más.

Al entrar al salón principal, lo vi.

Sentado en uno de los sillones de cuero, con las piernas cruzadas y ese aire altivo que tanto detestaba, Damien conversaba tranquilamente con mi padre.

Ambos tenían copas en la mano, y mi padre sonreía como si de verdad estuviera hablando con su futuro yerno ideal.

El contraste fue tan fuerte que sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo.

¿Cómo puede parecer tan encantador con todos menos conmigo?

Era un misterio que jamás entendería.

Me obligué a respirar y caminé hacia el otro lado del salón, donde mi madre y mi abuela conversaban animadamente con Aurora Sen y Rosa Sen.

Las cuatro mujeres reían, compartiendo historias de sociedad y viajes, como si este matrimonio fuera el mejor acontecimiento del año.

Yo me acerqué despacio, intentando no llamar la atención, pero la mirada de Rosa Sen me encontró de inmediato.

—Ah, aquí está nuestra futura novia —dijo con voz amable y clara, extendiendo su mano hacia mí—. Ven, querida, siéntate con nosotras.

Obedecí, más por educación que por gusto.

Tomé asiento junto a mi madre, y una sirvienta me ofreció una copa de vino blanco.

Apenas la toqué.

Rosa me observó con una sonrisa cálida, pero sus palabras me cayeron como un balde de agua fría.

—Me alegra tanto que seas tú, Violeta, la futura esposa de mi nieto. —Tomó su copa con elegancia—. De verdad espero que pronto nos den una buena noticia… como un bisnieto, por ejemplo.

El vino se me fue por el camino equivocado.

Literalmente.

Comencé a toser tan fuerte que las cuatro mujeres me miraron preocupadas.

—¡Violeta! —exclamó mi madre, dándome palmadas en la espalda mientras yo me ahogaba en mi propio vino—. ¿Estás bien?

—S-sí —alcancé a decir con la voz entrecortada, intentando recomponerme—. Solo… se me fue mal.

Mi madre, visiblemente nerviosa, trató de suavizar la situación.

—Rosa, quizá eso es algo muy pronto para hablar. Son jóvenes, todavía tienen tiempo.

Pero Rosa Sen negó con la cabeza, sin perder la sonrisa.

—Para nada, querida. Cuando el destino une a dos personas, no hay por qué esperar. Además, quiero ver a mi nieto feliz… y a mi bisnieto también, mientras aún puedo sostenerlo en mis brazos.

Tragué saliva.

¿BISNIETO?

¿En qué mundo estaba viviendo?

Aurora intervino con voz amable.

—Mi madre tiene razón. Sería encantador que pasaran tiempo juntos antes de la boda. En realidad, Rosa ya tiene algo planeado.

—¿Algo planeado? —pregunté con cautela, porque ya sospechaba que nada bueno saldría de eso.

Rosa asintió con orgullo.

—Sí. He decidido que, durante este mes antes de la boda, voy a organizarles citas a ti y a Damien.

Cenas, paseos, actividades… algo para que se conozcan mejor. —Su sonrisa era tan dulce que daba miedo—. Será divertido, ¿no crees?

Fun… ¿divertido?

Tenía que estar bromeando.

La idea de “citas” con Damien Sen era tan absurda como meterme en una jaula con un león hambriento y esperar salir ilesa.

Mi madre soltó una risa nerviosa.

—Bueno, sin duda es… una idea interesante.

—Y necesaria —añadió Rosa—. No quiero una boda sin amor, ni nietos que se odien. Así que haré todo lo posible para que esa chispa surja.

Yo sonreí. O al menos lo intenté.

Por dentro, gritaba.

Si supiera que la única chispa que hay entre nosotros es la que podría incendiar la mansión completa…

El resto de la tarde transcurrió entre conversaciones falsas, halagos diplomáticos y sonrisas que dolían.

Damien apenas volvió a dirigirme la palabra.

Lo observé a la distancia, riendo discretamente con mi padre, con esa seguridad que me exasperaba.

Tenía la capacidad de dominar una habitación sin siquiera intentarlo.

Y lo odiaba más por eso.

Cuando finalmente la familia Sen se despidió, sentí una mezcla de alivio y agotamiento.

Las sirvientas cerraron las puertas, los autos se marcharon y el silencio volvió a la mansión Meil.

Mi madre se acercó y me abrazó con ternura.

—Lo hiciste muy bien, hija. Estoy orgullosa de ti.

Asentí, sin fuerzas para responder.

Solo quería desaparecer.

Subí lentamente las escaleras hasta mi habitación.

Al cerrar la puerta, me dejé caer sobre la cama, soltando un largo suspiro.

Las lágrimas me quemaban los ojos, pero las contuve.

No podía seguir llorando por algo que ya no tenía solución.

Encendí mi celular y marqué el número que más necesitaba escuchar.

A los pocos segundos, la voz alegre de mi mejor amiga llenó la línea.

—¡Violeta! ¿Cómo estás? ¿Cómo fue la cena con los ogros? —preguntó Olivia, usando su tono sarcástico habitual.

—No me hagas reír, que lloro —respondí con voz quebrada.

—Ay no… —su tono cambió de inmediato—. ¿Qué pasó, Vi? Cuéntame todo.

Tragué saliva.

—Pasó de todo, Olivia. Damien piensa… que todo fue un plan mío. Que desde que fui a trabajar al país N todo fue una estrategia para atraparlo.

—¿Qué? —exclamó, indignada—. ¡Ese hombre está enfermo!

—Eso ya lo sabemos —susurré, dejando escapar una risa triste—. Pero además me dijo que me hará la vida imposible… y que nuestro matrimonio tendrá fecha de caducidad. Un año.

—¿Un año? —repitió ella, furiosa—. Qué arrogante.

—Y lo peor —continué, tapándome la cara con la mano— es que su abuela… su abuela… va a organizar “citas” todo este mes para que nos conozcamos mejor.

Olivia soltó una carcajada incrédula.

—¿Citas? ¡Por favor! Eso suena como un castigo del infierno.

—Exactamente. —Me dejé caer de espaldas en la cama—. Estoy atrapada, Oli. No sé qué hacer.

Hubo un silencio breve al otro lado de la línea, y luego escuché su voz más suave.

—Ven conmigo.

—¿Qué? —pregunté, sorprendida.

—Sí. Escúchame. Vente al país Z. Nos escapamos, empezamos de cero. Yo tengo contactos, puedo conseguirte algo allá. No tienes que casarte con él, Vi.

Sonreí con ternura, aunque las lágrimas ya me nublaban la vista.

—Ojalá pudiera. Pero no puedo. Mi familia lo perdería todo.

—¿Y tú qué? —dijo con rabia contenida—. ¿Tú vas a perderte a ti misma solo por salvar un apellido?

Sus palabras me dolieron.

Porque eran verdad.

Pero también sabía que no tenía elección.

—No quiero que sacrifiques tus sueños por mí, Oli —le dije con voz baja—. Sé que tu restaurante está creciendo, que trabajaste demasiado para llegar ahí. No puedo pedirte que vengas.

Olivia suspiró, frustrada.

—Sabes que iría sin pensarlo, ¿verdad?

—Lo sé. Y eso es lo que más me duele.

Hubo un silencio largo, hasta que ella cambió de tono, intentando animarme.

—Bueno, ya que estamos en tragedias románticas… tengo algo que contarte.

—¿Qué cosa?

—Caleb ha ido mucho a cenar a mi restaurante últimamente.

Me quedé en silencio un segundo, intentando procesarlo.

—¿Caleb? ¿El mismo Caleb, el asistente de Damien?

—Ese mismo. —Su voz sonó emocionada—. Y no solo va a comer… se queda platicando conmigo. A veces me ayuda a cerrar. Incluso me llevó flores el viernes.

Sonreí por primera vez en todo el día.

—Olivia… eso es genial.

—No quiero ilusionarme —respondió, aunque se notaba que ya estaba ilusionada—, pero… no puedo evitarlo. Ya sabes que me gusta desde hace dos años.

—Y se nota que él también te está empezando a ver diferente —dije con sinceridad—. Me alegra tanto por ti. De verdad.

—Gracias, Vi. Pero tú… prométeme algo.

—¿Qué cosa?

—Que si el día de la boda cambias de opinión, si decides no hacerlo, no importa la hora ni el lugar… yo voy a tener un auto esperándote y boletos de avión listos. Solo tienes que decirme “vamos”, y nos vamos.

Las lágrimas rodaron por mis mejillas.

—Te amo, Oli.

—Y yo a ti, loca. No estás sola, ¿ok?

Asentí aunque no podía verla.

Cuando colgué, me quedé mirando el techo, abrazando la almohada.

El silencio llenó la habitación, solo interrumpido por mi respiración entrecortada.

Pensé en Damien.

En su mirada, su voz, su desprecio.

En las “citas” que vendrían, en el matrimonio forzado, en la cadena invisible que me ataba a una vida que no pedí.

Y por primera vez en mucho tiempo… sentí miedo.

No del matrimonio.

Sino de lo que ese hombre podía despertar en mí.

1
Jessica Gonzalez
espero que no se quede con el
Jessica Gonzalez
asta ahora me gusta mucho está novela el ego de Damien es muy grande pero se encontrará con ella que no se dejará pasar a llevar
maria alejandra landaeta
excelente 😘
maylen urquiza
por favor querida escritora no me hagas sufrir más a nuestra querida violeta deja que ese mamón se de cuenta de la arpía que es esa mía pero que sea demasiado tarde y que ya violeta se le haya borrado ese amor y que le pongas a alguien que si la ame de verdad y que ese idiota de Damien se coma su hígado cuando se de cuenta que perdió a la mejor mujer que pudo tener a su lado gracias y espero su actualización 🥰🥰🥰
bela
por favor en lo mejor...espero que se valla que mande todo por un caño un asco de hombre.....espero que actualicé y que conozca la bruja que esta poniendo en su propia casa No aguanto esto ....que asco
maylen urquiza
uf querida escritora me tienes con los nervios de puntas y loca por ver cómo termina está belleza de novela que me tiene loca desde que la empecé a leer por favor actualiza rápido y que tan lindo como hasta ahora gracias 🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
Gladys Torin
Que horror, me dejas en ascuas, no se vale
maylen urquiza
hola querida escritora me tienes loca con esta novela espero que nuestra querida violeta no sufra tanto y espero que el idiota de Damien se de cuenta de lo que está perdiendo por ser un tonto de lo peor y que cuando se de cuenta de no sea demasiado tarde para recuperar a nuestra querida violeta espero que siga así de linda y hermosa tu novela como hasta ahora la cual me gusta mucho 🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
querida autora me tienes enganchada con la novela por favor sigue actualizando así rápido 🥰🥰🥰🥰🥰🥰
maylen urquiza
hasta ahora excelente escritora espero y hagas que ese estúpido se arrepienta de haberla tratado como lo hizo y que cuando quiera regresar ella ya lo haya olvidado que se encuentre un hombre que la ame de verdad y la respete por lo que es y por favor no la embarazes de ese estúpido porque no se la merece ella merece algo mejor
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