Ayelen lo entrego todo por amor, pero termino marcada por la humillación y el rechazo.
Expulsada de su manada, tuvo que criar sola a sus gemelos. Mientras el mundo licantropo la señala como traidora.
El destino la lleva a encontrarse con el rey lobo frío y maldito, cuya herida no solo está en su cuerpo, también en su alma. Entre tratamientos y silencios empieza a descubrir un lazo entre él y sus gemelos.
Lo que parecía un nuevo comienzo se convierte en un juego de poder, secretos familiares y tradiciones.
¿Podrá renacer como la gran luna, frente a las manadas o volverá a ser destruida por quienes mas odian verla brillar?
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Primer destello de ternura
El crepitar del fuego en la chimenea era lo único que rompía el silencio de la sala real, Hendrix, recostado en su silla de respaldo alto, mantenía la mirada fija en la ventana que daba al bosque.
Afuera, la luna bañaba la noche con su resplandor frío y aunque sus guerreros lo respetaban y los humanos lo temían como un empresario poderoso, en aquel instante parecía un hombre solitario, atrapado entre deberes y recuerdos.
---¿Qué información tienes de ella?\,--- pregunto de pronto\, sin apartar la vista del cristal empañado.
El beta Alfred, que aguardaba de pie detrás de él, no necesitó aclaraciones, sabía perfectamente a quién se refería su rey.
---- Majestad\, hemos investigado lo que hemos podido\, la joven es la hija menor de Lidia Cortes y Hernán Montes\, quien fue uno de los mejores guerreros de su manada. ---- respondió Alfred
El nombre resonó en los labios de Hendrix como un eco lejano, cerró los ojos por un instante, recordando vagamente a Lidia. Había sido una loba valiente, e espíritu indomable, reconocida incluso fuera de su manada y la única loba qué rechazo su propuesta de ser su luna elegida.
---¿Por qué la hija de Lidia está viviendo en la ciudad?\, es una omega indefensa\, con un gran don\, ¿por qué Hernán dejaría sola a su hija?\,--- la pregunta se deslizó como una orden\, cargada de la autoridad qué lo caracterizaba.
Alfred bajo la cabeza, con un dejo de incomodidad,--- eso no lo sabemos, majestad, nuestro informante no ha encontrado registros claros. Solo sabemos que estudio fisioterapia, tuvo gemelos, se desconoce al padre y que trabaja en un hospital pequeño, la gente de la ciudad la respeta mucho ... algunos incluso dicen que sus manos son milagrosas.---
Un murmullo de satisfacción, apenas perceptible, escapó de los labios de Hendrix, "Milagrosas", repitió en silencio. Él había sentido aquel cosquilleo extraño cuando Ayelén lo tocó, algo que no se parecía a ningún tratamiento, a ningún don conocido. Una chispa distinta que se había colado bajo su piel, pese a la coraza que llevaba años forjando.
--- Sigue investigado\, quiero cada detalle\, --- ordenó Hendrix\, girando apenas el rostro hacia Alfred.
El beta asintió, aunque no pudo evitar preguntarse por qué su rey, tan frío y distante, se interesaba tanto por una simple fisioterapeuta.
Al otro día temprano en la mañana, Ayelen entro en la sala de tratamiento del castillo.
Mary se había quedado en el ala este con los gemelos y Zulay vigilaba que nada les faltara.
Hendrix estaba allí, esperando sentado con la pierna dañada extendida, su porte era imponente como siempre, aunque una mueca de dolor atravesaba su semblante cada vez que intentaba mover el músculo atrofiado.
--- Buenos días\, majestad\, --- saludo Ayelen con respeto\, dejando su bolso en la mesa auxiliar.
Él asintió apenas, seco, sin regalarle más que un gruñido qué bien podía pasar por saludo, Ayelen no se dejó intimidar. Había aprendido a lidiar con hombres orgullosos, qué veían en ella solo una mujer débil, ahora, frente al rey no estaba dispuesta a flaquear.
Colocó sus manos sobre la pierna de Hendrix, al contacto, un calor eléctrico recorrió la piel de ambos. Hendrix contuvo el impulso de apartarla, pero algo más profundo lo mantenía inmóvil.
Ayelen Cerró los ojos un instante, concentrándose, sus dedos se movían con precisión, masajeando los tendones tensos, pero debajo de esa técnica había algo más, su don. Una energía luminosa que se filtraba desde su loba Irem y recorría sus manos hasta el cuerpo del rey.
Hendrix lo sintió de inmediato, un hormigueo distinto, una corriente que parecía aliviar no solo el dolor físico, sino también una parte de su espíritu endurecido. La joven estaba tan concentrada, con el ceño fruncido y los labios apretados, que no parecía darse cuenta de que estaba despertando en él sensaciones que llevaba años enterrando.
Ayelen levantó la mirada y ahí estaba Irem, sus ojos color plata sorprendieron a Hendrix.
---¿Tus ojos?\,---- pregunto sorprendido el alfa.
Ayelen cerro los ojos, volviendo a su color habitual, --- lo siento, majestad, mi loba estaba presente, pero ya no volverá a pasar, ---
El silencio se extendió, Ayelen continuó con su tratamiento, y Hendrix por primera vez en mucho tiempo, se permitió observarla de verdad. Su cabello castaño caía como un río sobre sus hombros, sus ojos reflejaban determinación y en cada movimiento transmitía una fuerza que contrastaba con su apariencia delicada.
Al terminar, Ayelén retiró lentamente sus manos.
---¿como se siente?\,--- pregunto con profesionalismo.
Hendrix movió la pierna, sorprendido al notar que el dolor había disminuido más de lo que esperaba.
--- mejor... mucho mejor\, --- admitió Hendrix\, dejando escapar una sonrisa casi imperceptible.
Ese gesto, breve y sincero, fue como un destello en medio de la muralla de hielo que lo rodeaba.
Ayelen lo notó, sintió como un nudo se apretaba en sí pecho, porque aquel hombre, tan severo y temido, acababa de mostrar un lado humano, vulnerable, casi cálido.
---Con constancia\, la recuperación será más rápida\, --- dijo Ayelen recogiendo sus cosas.
Él la miró partir, en silencio, hasta que la puerta se cerró tras ella, durante un largo rato permaneció inmóvil, con la pierna aún vibrando por el eco del calor que había dejado en su piel.
"Lidia tu hija no es como las demás:, pensó...
Alfred regreso esa misma noche con un informe más detallado,---- Majestad, hay algo que quizás le interese, hemos descubierto que Ayelen fue repudiada y rechazada por su alfa, estando embarazada, su familia no la apoyo, al parecer, hubo conflictos internos, acusaciones de deshonra, nadie en su manada la apoyo, al llegar a la ciudad, Elides la reina de las hadas del bosque fue quien la salvo,---
Hendrix apretó la mandíbula, conocía muy bien la crueldad de las manadas cuando se trataba de lobas qué no cumplían con las expectativas. Din embargo, escuchar que la hija de Lidia había sido tratada de esa manera encendió en él una chispa de ira contenida. ¿Cómo Hernán se atrevía a desamparar a su hija?, la hija de Lidia, la única loba que él llegó a abrir su corazón, aunque ella jamás lo acepto y siempre fue sincera con él.
---- Y aun así sobrevivió y dio a luz a gemelos\, sin apoyo de un alfa\,---- murmuró Hendrix
Por primera vez en mucho tiempo sintió un respeto genuino qué iba más allá de las formalidades, esa mujer había soportado lo que pocos podrían y aun así estaba allí, de pie con la frente en alto y dos hijos a los que cuidar.
Alfred lo observo con disimulo, había servido al rey durante décadas, y pocas veces lo había visto hablar con ese tono, quizás pensó, Ayelén estaba despertando algo que el propio Hendrix se había prometido no volver a sentir.
Esa noche, en su habitación, Hendrix volvió a repasar en su mente cada gesto de Ayelén durante el tratamiento, la calidez de sus manos, la determinación en su mirada, la dulzura contenida en su voz. No era común que alguien lo impresionara, mucho menos que despertara en el, el deseo de volver a verla, no por deber, sino por algo mas.
Apoyo la mano sobre su pierna y cerro los ojos, el cosquilleo aun estaba allí, como si una parte de ella se hubiera quedado impregnada en su piel.
Por primera vez en años, el rey lobo se permitió sonreír sin mascaras, era apenas un destello, pero suficiente para marcar el inicio de algo que ni el mismo estaba dispuesto a admitir.
Mary comete ese manjar 🤭
Ya empiezan con la cizaña..... a qué Señora es que llaman ??? .... La Luna de Hendrix está viva ???
y confíe en ella y la proteja ahora vien esa ama de llaves a quien llamó espero no sea otra piedra en el zapato si a si ya tienen bastantes enemigos como para que salgo otro más