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●Abiel: Después de terminar de arreglarnos, comenzamos a bajar las escaleras. Al hacerlo, mis ojos se posan en un chico extremadamente guapo y elegante que está sentado junto a Valentino. Me doy cuenta de que este chico está completamente embelesado al mirar a Noah. Esto me hace pensar que podría haber un interés por su parte hacia mi amigo, y creo que esta podría ser una excelente oportunidad para que Noah empiece a dejar de pensar en Luca, así como yo intento por todos los medios olvidar a Valentino.

Sin embargo, la situación es un poco complicada. Valentino siempre me ha considerado como el hermano pequeño de su hermano, por lo que nunca he tenido el valor de mostrarle mis verdaderos sentimientos hacia él. Creo que por ese lado, estoy en una buena posición; no hay expectativas de su parte. Pero a la vez, siento que he perdido mucho tiempo al no expresar lo que realmente siento. En resumen, mientras intento ayudar a Noah a seguir adelante, también lucho con mis propios sentimientos de querer superar a Valentino y dejar atrás esa ilusión, Ingresamos a la sala y, con una sonrisa cordial, dirigimos un saludo a todos los presentes. Decimos: Buenas noches a todos, ¿cómo han estado últimamente?

●Valentino: Hola, Abiel. ¿Cómo has estado? He notado que tu viaje te ha hecho muy bien, porque te ves realmente hermoso. Me doy cuenta de cómo se sonroja ante el cumplido, al punto de que ni siquiera se atreve a mirarme a los ojos. Ya había notado anteriormente que se interesaba por mí, pero como es el amigo de mi hermano, siento que no puedo acercarme a él con esos sentimientos en mente.

●Noah: Así es, hermano. Abiel se ve realmente hermoso y, si observas bien, notarás un brillo especial en su rostro. Les cuento que ya tiene novio y creo que no tardará en llegar, ya que lo invitamos a la cena. Espero no incomodarlos con esto. Abiel me sostiene la mano con mucha fuerza, ¿será que no quería que dijera nada sobre su novio? Además, he notado que la expresión de mi hermano cambió sutilmente al enterarse de que Abiel tiene pareja. ¡Qué maleducado soy! Marco, permíteme saludarte; te ves muy guapo. Si todos están de acuerdo, podríamos pasar a la mesa.

●Marco: Gracias por tu cumplido, ¡tú también te ves muy bello hoy! Claro que sí, vamos a la mesa. Además, es un placer poder verte de nuevo, Abiel. ¡Qué grande y hermoso has crecido! No te reconocí de inmediato.

●Federlis: Querido Abiel, me llena de alegría saber que las cosas están marchando tan bien en tu vida. ¡Qué maravilla que finalmente hayas encontrado a un buen hombre! Por lo que puedo observar, Valentino se ha dejado ganar de estos pequeños. ¿No crees, querida Merieht, que tu hijo se va a quedar soltero para siempre?

●Merieht: Estoy de acuerdo contigo, querido. Sin embargo, ¿qué podemos hacer? Oh, parece que alguien está tocando la puerta. ¿Podría ser el novio de Abiel? Esperen un momento, voy a ver quién es. Abro la puerta y me encuentro con un joven alto y atractivo, que irradia una fragancia intensa que indica que es un Alfa. -Hola, ¿cuál es tu nombre y qué es lo que deseas?

●Briar: Hola, buenas noches, señora. Mi nombre es Briar. Disculpe la molestia, pero quería preguntar si esta es la casa de los Bernard. Mi novio me había indicado que debía venir a esta dirección.

●Merieht: Si esta es la dirección, entonces tú eres el novio de mi querido Abiel. Adelante, no te quedes ahí parado, todos estamos adentro. Al entrar, un profundo silencio envuelve el ambiente. De repente, veo a Abiel levantarse. Su rostro se ilumina con una hermosa sonrisa dirigida a su novio, y con ternura, toma su mano entre las suyas.

●Abiel: Hola, cariño. Perdona por no haber podido ir a buscarte; la verdad es que Noah no me lo permitió. En ese momento, llamo a Noah, quien se acerca rápidamente hacia nosotros. Entonces le digo: Mira, te presento a Briar; él es mi novio.

●Noah: Bueno, déjame decirte, amigo, que tienes un excelente gusto. Tu novio es realmente muy apuesto. Pero, por ahora, tomemos asiento. Familia, les presento a Briar Amaris, el novio de Abiel. Espero que todos podamos llevarnos muy bien y que esta velada sea agradable para todos. Así comenzó una noche llena de conversaciones y risas, aunque de vez en cuando notaba que mi hermano miraba con mucha intensidad al novio de Abiel. Es extraño que él actúe de esa manera, así que decidí tomarlo del brazo y le pedí que me acompañara. Él me siguió sin dudar, Cuando estamos a solas en el balcón, me vuelvo hacia él y le digo: Hermano, ¿qué te está pasando? Te noto un poco extraño, como si algo estuviera perturbándote. ¿Está ocurriendo algo que debas compartir conmigo?

●Valentino: ¿De qué estás hablando, hermanito? No está ocurriendo nada; solo son tus propias ideas. Lo mejor sería que regresáramos, no podemos dejar a los invitados solos por tanto tiempo.

●Noah: Oye, te conozco... o mejor dicho, todo lo que he leído sobre Valentino me hace pensar que le ha sucedido algo, ya que está actuando de manera tan extraña. Así que lo agarro del brazo y le digo: hermano, sé que algo te pasa, pero si no quieres hablar, lo entiendo. Estaré aquí para cuando decidas hacerlo. Lo dejo en el balcón mientras me dirijo hacia donde todos están riendo y bromeando entre sí.

●Marco observa que Noah se está acercando, así que decide acercarse a él. Con un gesto amable, toma la mano de Noah de manera suave y le dice: ¿Podrías regalarme un momento de tu tiempo? Creo que hay un asunto importante del que deberíamos hablar, ¿no lo crees?

●Noah: Siento una ligera inquietud al notar el roce de la mano de Marco sobre la mía. Las palabras no fluyen de mis labios; en cambio, simplemente asiento en señal de acuerdo a lo que él me está diciendo. Antes de que nos dirijamos al jardín, me vuelvo hacia mis padres y les informo que voy a dar una vuelta con Marco por los alrededores.