La Princesa Antiguo Desafía A Los Dioses

De repente los 6 hombres abrieron los ojos al mismo tiempo revalando diferentes colores de pupilas, rojo, púrpura, azul, gris, verde, oscuros.

—son…—las palabras de Aying fueron interrumpidas por una mano que sostuvo su cuello con fuerza—¡ugh!—gimió de dolor mirando los ojos rojos carmesí—¡Es el, la primera figura de roca! ¿Qué hice mal?—se preguntó entre sus pensamientos mientras sostiene su brazo con las dos manos.

La mirada asesina del hombre recorrió el rostro de Aying como si fuera a matarla en cualquier momento.

—¿Dónde es este lugar?—una voz llena de frialdad se filtró en los oídos de Aying.

Aying quien no podía hablar solo miró al hombre hasta que su mirada terminó sobré el suelo, se sorprendió un poco al ver que ya no se encontraba sobre el suelo sino en el aire sostenida por una mano larga que aprieta con fuerza su delicado cuello blanco incluso si quisiera hablar las palabras no salen de sus labios.

Unos pasos se escucharon, es uno de los hombres que avanzó su rostro está lleno de un encanto malvado como un zorro milenario que ha salido a buscar su próxima presa, cabello rojo largo hasta la cintura, piel casi bronceada, el lunar al lado de su ojo derecho lo hace ver encantador como un verdadero astuto zorro seductor.

—¡hermano! No va hablar

—¡por fin alguien que entiende!—pensó Aying con un tono alegre.

—¡hay que matarla!

La palabra”matarla” hicieron que Aying sintiera tanta ira en su corazón.

—¡aléjense de mi maestra!—gritó el pájaro saliendo del escondite.

Usando su poder activó toda la fuerza de sus habilidades, extendiendo las alas miró con intenciones asesinas a los 6 hombres, una llama blanca que arde con una energía tan pura se precipitó hacia los hombres incluso la tierra bajo sus pies comenzó arder.

La mirada del hombre que sostiene el cuello de Aying miró al pájaro—¡molesto pájaro!—se quejó, usando su mano derecha la agito directamente al pájaro.

El pájaro que se veía amenazante con las llamas blancas se detuvieron al instante no solo eso todo el tiempo alrededor se detuvo, las hojas que caían al exterior, los animales, solo los 6 hombres se mantuvieron intactos.

—¡muere!—dijo el hombre mientras apretaba con fuerza su mano, una energía misteriosa roja dorada absorbió lentamente a Aying.

El hombre que mantiene una expresión indiferente aunque un poco aburrida sintió un toque frío, volteó a ver abruptamente al frente.

—¡Tu, estás despierta!

—¡imposible!—dijo el hombre de apariencia encarandora como un zorro milenario.

Aying apretó con ambas manos su brazo perforando su carne—¿quieres matarme? ¿Te lo he permitido? “Yo Aying nunca moriré en las manos de los dioses y menos en las de cualquier humano como yo aun así no moriré en tus manos nunca”—dijo con dificultad, sus pupilas se volvieron completamente plateadas, estallando con un poder aterrador derribó al hombre lanzando su cuerpo contra la pared de roca.

Los hombres restantes no resistieron al final fueron lanzados, el tiempo que se había detenido volvió a la normalidad siguiendo nuevamente su curso.

El cuerpo de Aying cayó de manera abrupta tratando de sostenerse logró no ser derribada al suelo del todo—¡coff!—tosió tocando su cuello, los ojos de Aying miraron a los hombres que se han levantado.

—¡ah! ¿Qué pasó con mi fuego? ¿Maestra qué sucedió?—gritó el pájaro guardando las llamas blancas nuevamente en su cuerpo, sin más remedio se apresuró ayudar a Aying a levantarse.

El hombre de apariencia encantadora como un zorro miró a la joven—¡hermano! Ella…fue capaz de revertir tu habilidad del tiempo y el espacio, en este mundo no hay nadie con esta habilidad no más bien ninguna existencia puede obtenerla sin importar cuánto reencarnen o traten de mejorar sus habilidades ¿cómo puede una mortal no ser afectada? ¡Derribó tu habilidad en cuestión de segundos!—le susurró.

Los 4 hombres de atrás se cercaron con una expresión asesina, uno de ellos avanzó al frente mirando a los dos que hablaban del asunto.

—¡Es mejor matarla!—expresó con frialdad, sin importar lo que vayan a decirle camino con lentitud hacia la joven.

En el lugar que se encuentra Aying no hay mucha luz solo es como una raya la que muestra luz, los pasos eran oídos por Aying hasta que la figura inminente de un hombre apareció lleva una túnica blanca su atuendo es como un ángel, su cabello castaño ondulado es bastante hermoso incluyendo sus rasgos visibles en los rayos de luz piel blanca, ojos púrpura como pequeñas galaxias en el planeta tierra.

—¿dime cómo deseas morir?—le preguntó con indiferencia.

Aying frunció el ceño como si estuviera viendo a una persona desquiciada, miró de reojo al pájaro que vuela en el aire—¡Escapar!

El pájaro asintió al escuchar el llamado en su mente.

—“me gustaría estar con ustedes, chicos guapos pero tengo asuntos que atender”—lo dijo con un tono travieso hasta que salto directamente hacia la gran roca.

El hombre angelical al ver que ha saltado directamente solo pudo sonreír con nitidez—¿escapar? ¿Te lo he permitido?

Antes de que Aying pudiera cantar por la libertad asintió como una mano sostuvo su tobillo al bajar la mirada se sorprendió.

—¡Es ese hombre loco!—lo pensó.