El Cielo Contigo

Ya detente de una vez Dylan ...

Le decía An mientras Dylan caminaba rápidamente fuera del hospital sin soltarla del brazo.

-! ME LASTIMAS¡

Grita Ann mientras le arrebata su brazo de vuelta con toda su fuerza. Dylan está en silencio mirando sus pies mientras An se masajea la muñeca que estaba roja, con los dedos de Dylan impresos en ella.

- ¿te gusta?

- ¿qué?

Annette perpleja ante la pregunta, guarda silencio. Pero Dylan la mira a los ojos, cuando An ve la mirada perdida e inexpresiva de Dylan, se preocupa.

¿- Estás bien? An intenta tocar el rostro de Dylan, pero este se aparta del alcance de su mano.

- Tú sabías de mis sentimientos An.

- Dylan... Yo...

¡- No digas nada! ¿Acaso pensaste qué por el hecho de irte a lejos podría haberte olvidado? ¿O que no esperaría a que volvieras?

- Dylan todo este tiempo estuvimos en contacto, constantemente hablando como siempre lo hacíamos. Pensé que...

- ¿qué seríamos amigos como siempre? ¿Eres tan inocente o lo haces a propósito para volverme loco? ¿Cómo podría preocuparme como amigo por la mujer a la que amo? ¿Cómo podría mirarte de lejos y abrazar a otro, verte hacer tu vida con otro?.

La mirada inexpresiva de Dylan había cambiado a ser una mirada llena de lástima por sí mismo, An estaba cada vez más ansiosa, el ambiente se pensaba cada vez más, de pronto Dylan la tomo fuertemente de la cintura y presionó sus labios contra los de ella en un movimiento desesperado. An estaba impactada, intentaba separarse de el, pero Dylan la sostenía con fuerza, como si su vida dependiese de ello. An ya comenzaba a lastimarse, sentía el sabor metálico de la sangre en su boca, era tanta la fuerza con la que Dylan la sostenía que su propio diente le había roto el labio. Cuando Dylan cede un momento An se aparta de un empujón y abofetea a Dylan.

Agitada, triste y con sus ojos inundados en lágrimas, An mira a Dylan.

- Lo lamento, no quería perder a mi mejor amigo.

Le dice mientras seca sus lágrimas, se da la vuelta y se marcha. Dylan se toca la mejilla, el lugar que había recibido una bofetada se siente caliente y su corazón se aprieta como si quisiera estallar en agonía.

El camino a casa se hace más largo de lo habitual. An camina por inercia, no sabe en qué momento salto en el tiempo y llegó a su casa, abre la puerta, entra y se desploma en el piso y estalla en llanto abrazando sus rodillas con fuerza, como si intentase darse algo de consuelo, pensaba en lo mucho que apreciaba a Dylan como amigo, entendía los sentimientos de el, así que no podía odiarlo ni culparlo, es más, se culpaba a sí misma por ser tan patética, todo sería mejor si se hubiese enamorado de él, pero jamás se ha enamorado, no sabía lo que era eso o como se sentía, tenía miedo, miedo a la soledad.

Esa noche An lloro hasta quedarse sin lágrimas.

*****

- Lo lamento Asher, no podré continuar viniendo a ayudarte, no te preocupes yo hablaré con Giss.

Asher miraba el rostro sombrío de An, se notaba que había llorado mucho, su piel estaba algo pálida y sus ojos aún estaban inflamados y sin el brillo de siempre. Asher intuía que tenía que ver con el día de ayer cuando Dylan la saco a la fuerza del hospital, pero creía que era mejor no preguntar.

- ¿Por qué no vendrás más? ¿te estoy tentando demasiado? Le pregunta Asher con una mirada coqueta a modo de burla.

An esboza una leve sonrisa, da un suspiro y mira a Asher, tenía una sonrisa de niño travieso.

- Pronto mis vacaciones acabarán y debo prepararme, solo me queda este año, debo esforzarme más.

- Aja ... Si lo entiendo, espero que al menos me des tu número telefónico, eres la única que viene a verme aparte de mi madre, te extrañaré.

An sonríe mientras asiente.

An ya se marchó y Asher está mirando su teléfono, viendo las fotos de las redes sociales de An mientras sonrie y suspira fuertemente... - Aún le quedaba un mes de vacaciones...