Reina Luna

Byron estaba en la base central, había llegado desde muy temprano junto con Emilio y Fabián, pues tenían que preparar todo para la visita de aquel rey Alfa.

- ¿Cómo vas con la seguridad? - Pregunto Byron sentando en su lugar mientras revisaba unos informes.

- Todo está listo, los alrededores están perfectamente cubiertos, el palacio estará rodeado e incluso infiltre algunos guerreros con el servicio, sobre la seguridad de Reina Luna, he decidido encargarme personalmente, espero no te moleste- Explicó Fabián, Byron dejo aquellos informes sobre el escritorio y lo miro.

-Estoy de acuerdo con él, aunque Irina y las guerreras sean fuerte, no podemos confiarnos, el Rey del reino Clover tiene una mala reputación tratándose de mujeres y Reina Luna es hermosa y aún no la has marcado, mejor no nos arriesguemos – Lo respaldo Emilio.

-Bien, ¿Hablaste con el doctor? - Preguntó Byron.

-Sí, llegará después del desayuno, Irina estará acompañándola, pero me dijo que no es muy recomendable unos medicamentes más fuertes para ella, por lo que una vez las visitas se vayan, ella deberá suspender el medicamento unos días, por su bien – Dijo en tono preocupante.

-Entiendo, me encargare de eso después, ahora tenemos que enfocarnos en esto, confío en ustedes, aunque no me agrade ese rey, tenemos que cumplir con nuestro deber y firmar el trato de paz – Dijo mientras se ponía de pie.

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Aitana estaba acompañada de Irina, el doctor le había hecho un chequeo rápido y le entrego un nuevo frasco de pastillas.

-Solo durante la mañana y en la noche, por favor Reina Luna – Dijo el médico en tono preocupante, era un hombre que rondaba los cuarenta años, alto de cabellos castaños al igual que sus ojos.

- Si, doctor, gracias- Dijo aquella chica, el doctor salió de la recamará quedando solo ella con Irina quien estaba revisando su teléfono.

- ¿Todo bien? - Preguntó al ver como Irina fruncía el ceño.

-Sí, estamos un poco nerviosos por las visitas- Respondió acercándose a ella- ¿Qué usaras para recibirlos? – Pregunto, con aquella mirada sorpresiva, pudo deducir que ella no sabía que también participaría en el recibimiento de aquellas visitas. – Debe ser algo formal y que no muestre tanto- Continuo, también había escuchado aquellos rumores sobre el rey de Clover.

Aitana miro el atuendo que Irina le ayudo a elegir, era un vestido negro corte A de mangas largas y cuello tortuga, sintió que era demasiado cubierto, pero no le quiso tomar importancia, se acercó al balcón y salió a tomar un poco de aire, su loba tenía deseos de salir y ser libre por un rato, lo dudo, pues estaban en un lugar totalmente desconocido y normalmente estaba aquel grupo de guardias mujeres que la custodiaban, incluso Irina, aunque se había marchado por unos instantes a realizar algunos pendientes que tenía, se dirigió de nuevo al armario y se cambió rápidamente por unos pans y una de las sudaderas negras de Byron, sabía que salir por la puerta no era opción pues la seguirían y no quería que nadie que no conociera viera a su loba, miro la altura del balcón, era una altura considerable, solo un par de pisos, se aseguró que nadie la viera y saltó al jardín, escabulléndose entre los arbustos, hasta llegar al inicio de lo que parecía ser un bosque, se adentró y camino lo suficientemente lejos, se aseguró que no hubiera nadie alrededor se quitó la ropa y la dejo debajo de un árbol y se transformó, su loba se sentía muy emocionada de poder ser libre, comenzó a correr en aquel bosque, adentrándose más y más, el tiempo así paso volando y ella ni siquiera lo notó, tanto ella como su loba estaban tan felices que se olvidaron de incluso donde estaban.

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Irina llegó casi corriendo a la central, había buscado a Aitana por todas partes y no la había encontrado, estaba preocupada, las visitas del reino ajeno podrían llegar en algún momento, trato de comunicarse con Emilio de todas las formas posibles, incluso por medio de la telepatía que existía entre ellos dos al ser parejas, era parte de su vínculo, pero su adorado hombre incluso la bloqueo sin dejarle siquiera decir una palabra.

-Lo voy a matar – Soltó mientras caminaba hacia la oficina del rey Alfa sabía que ahí lo encontraría, pero antes de siquiera llegar hasta la puerta se encontró con Fabián quien acababa de salir de aquella oficina.

- ¿Qué te sucede? ¿Por qué tienes esa cara de querer matar a Emilio? – Pregunto en tono de burla, a pesar de ser el Gamma del rey, Fabián era demasiado relajado, aunque cumplía a la perfección como tercero al mando.

- Fabián, perdí a Reina Luna- Dijo angustiada sabía que podía confiar en él, Fabián soltó una maldición al escuchar aquellas palabras.

- ¿Cómo carajos pasos? Te deje a las mejores guerreras a cargo, ¿Cómo es que se les perdió? - Soltó molesto, pero sin gritar, miraba a los lados esperando que nadie los estuviera escuchando.

- La deje en la recamará del rey, salí a afinar detalles para la llegada de las visitas y cuando regresa ya no estaba, debió escaparse por el balcón, debemos decirle a Drave – Dijo tratando de entrar a la oficina, Fabián la detuvo y suspiro.

- Está en una llamada importante justo ahora, además si le decimos que su amada pareja no marcada se perdió, perderá el control, justo aquí en la central, no por nada la llamamos la central- Explicó Fabián, aquel lugar la base principal del rey Alfa o la central como era conocida mayormente, se ubicaba justo en el centro de la ciudad, había muchas vidas que arriesgarían si dejaban que su Rey tuviera un ataque de ira ahí.

- ¿Qué hacemos? - Pregunto demasiado nerviosa.

- Necesito que se lo digas a Emilio por medio del enlace, sabes que yo no puedo debido a que mi enlace está conectado directo a Drave- Le ordeno.

- Ya lo intenté, pero él muy imbécil me bloqueo…- Dijo molesta, Fabián se lamentó.

- Eso te pasa por usar el enlace para jugarles pesadas bromas- La regaño, Irina bajo la cabeza decepcionada. – Entra por la fuerza, rompe el bloqueo, siendo su pareja podrás hacerlo, mientras iré a buscarla – Dijo alejándose, dejando a Irina nerviosa, suspiró largamente y preparó su enlace, rompería el bloqueo a cualquier costa.

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Dentro de la oficina, Emilio estaba sentando en el sofá negro, mientras revisaba unos archivos desde su tableta, sentía como Irina trataba de comunicarse con él, pero no tenía tiempo en ese momento, el enlace era la forma de comunicarse entre parejas destinadas, aunque también estaba el enlace con el Alfa, aunque este estaba vinculado entre tres personas, el Alfa, Beta y Gamma, los tres al mando. Sentía a Irina insistir, suspiró, le había prohibido usar el enlace durante el trabajo, ya que ella en ocasiones lo utilizo para hacerle pesadas bromas, la última que le hizo fue tener pensamientos lujuriosos mientras él se encontraba en una reunión de suma importancia, con los Alfas y Betas del reino, recordó que salió hecho una fiera en búsqueda de ella para saciar aquel deseo de poseerla, fue un golpe sucio y vergonzoso para él.

-¡¡Mierda!!- Grito furioso, sintió una horrible punzada en su cabeza y después llegaron los gritos de su tan amada pareja- La voy a matar- Soltó molesto, mientras sacudía su cabeza de un lado a otro.

Byron observó la reacción de su fiel amigo, estaba finalizando la llamada importante que tenía, suspiro, sabía que aquel estado de su amigo podría ser obra de su pareja, aquella mujer era realmente una amenaza para su pobre Beta, recordó la última vez que le hizo una broma por medio del enlace, ese hombre salió de la sala de reuniones excitado en búsqueda de su pareja, tan grande fue la excitación que no logró llegar a casa y la llevó a uno de los hoteles más cercanos de la central, tomando una habitación sin quiera solicitarla, después de eso, tenía entendido que le prohibió usar el enlace entre ellos cuando estuviera trabajando, Irina se había tardado mucho en obedecer aquella orden.

-Que carajos- Soltó Emilio al escuchar las palabras de Irina, miro a Byron quien termino su llamada y lo miraba, si le decía que amada pareja había desaparecido, podía perder el control. – En serio, te matare- Susurro a Irina por medio del enlace.

- ¿Necesitas algo de tiempo? – Preguntó Byron, Emilio asintió y se dirigió a la puerta- Solo no olvides, ellos llegaran dos horas- Advirtió, su beta asintió molesto.

Al salir de la oficina, Emilio miró a su bella pareja hecha un manojo de nervios, se acercó a ella de manera amenazante, Irina al verlo así retrocedió y trago en seco, por supuesto que había momentos en que su pareja podía ser intimidante y ese era uno de esos momentos.

-No me mates, me amas – Dijo ella frotando sus manos en forma de oración.

- Si, da gracias a ello…Debemos encontrarla lo más rápido posible, antes de que Drave se dé cuenta- Dijo sin pensar, Irina abrió la boca de sorpresa, mirando detrás de su pareja, Emilio maldijo por debajo.

- ¿Encontrar a quién? – Pregunto Byron, ya que Emilio había decidido tomar un receso él también lo pensó, ansiaba ver a su pareja, en la mañana solo pudo apreciarla mientras dormía y desde entonces, aunque había estado ocupado no había podido dejar de pensar en ella. - ¿Dónde está mi Aitana? – Reclamó al notar a Irina palidecer, ella debía estar con su mate en esos momentos y al escuchar aquellas palabras podía deducir a quien debían encontrar.

- ¡Beta! - Llegó un guerrero, Emilio lo miró- Lo siento, pero hemos detectado intrusos en el bosque, cerca del palacio, es un grupo de lobos – Explico mostrando una tableta que daba la imagen de un radar.

Byron miro las coordenadas efectivamente había un grupo tres lobos juntos, pero también había un punto rojo alejado de ellos, tal vez era ella, su lobo empezó a enfurecer.

-Aquí no…- Dijo Emilio al ver el cambio instantáneo en el color de los ojos de Byron.

- Fabián fue a buscarla, podría llegar a tiempo con ella- Sugirió Irina, Emilio asintió y se enlazo con Fabián para darle las coordenadas, quien no dudo en adentrarse al bosque.

Byron tampoco pensó mucho, salió corriendo de la central, sin dejar que su lobo tomara el control, iría a buscarla, si era ella la que estaba en el bosque, estaba en peligro con aquel grupo de tres desconocidos, no podía permitirse que algo malo le sucediera.

-Déjame salir- Soltó su lobo furioso.

-No, podrías lastimar a personas inocentes- Dijo mientras corría ya fuera de la central y se adentraba a la ciudad repleta de personas.

-Idiota, ella es más importante que cualquiera de estas basuras- Gruño, Byron ejerció más su autocontrol, Aitana era lo más importante para él, pero no podía aun así arriesgar a su manada.

- Cállate y concéntrate, debemos encontrarla- La velocidad de Byron aumento, aquel hombre se dirigió a la entrada del bosque, estaba lejos de las coordenadas, pero confiaba en su fuerza, en su velocidad, su lobo se calmó y le cedió su poder para que aun sin transformarse se volviera más veloz que una persona normal.

-No siento su aroma- Soltó molesto Byron, pensó en rastrearla con su aroma, pero no fue posible, había desaparecido por completo.

- Siento tu aroma más delante de nosotros- Dijo su lobo, Byron se sorprendió de aquello no era posible, aunque su lobo tenía un buen olfato no era posible percibir un aroma hasta el palacio en los lugares que el habitaba con mayor frecuencia. – Es ella- Aseguró, Byron se dejó guiar por aquel aroma el cual se hacía más fuerte.