Juliette Bernard DuPont tenía la familia más amorosa del mundo, fue una niña muy feliz hasta que un fatídico accidente le quitó a sus padres.
La jovencita tuvo que irse de su país y de su vida para mudarse con la tía de su madre, la joven cambió su estilo de vida y ahora solo sobrevivía con una mensualidad que le daba para vivir bien.
Juliette se enamora de Ethan King, hijo de una de las familias más ricas de Inglaterra, pero este solo la ve como el gusto que se quiere dar porque es muy poca cosa para él y para eso hasta le propone matrimonio.
Luego de dos años de noviazgo, él la humilla en el altar y ella desecha y lista para recuperar su antigua vida, decide ir antes a una boda con su amiga, lo que no se imagina es que pasará de ser invitada a la novia y nada más y nada menos que del hermano de su ex, el cual está en silla de ruedas y por eso es plantado.
¿Podrán estás dos almas rotas unir sus pedazos y ser felices, o solo se unirán para cobrar venganza?
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Gala parte uno
El día de la gala había llegado Elijah le pidió a su abuela que fuese una semana después y así ella lo hizo él planeó todo para que ese día ya su adorada esposa tuviese el control de su herencia, todo el mundo los esperaba o al menos esperaban al lisiado en silla de ruedas y con cara desfigurada, pero se llevarían una gran sorpresa.
Dos días antes, en la mañana, Elijah entró a la habitación donde se encuentra su esposa dormida, con un violín en su hombro le tocó una hermosa melodía y así comenzó el día de su cumpleaños.
Ella lo miró y se tapó la boca, quería llorar, él sonrió y siguió tocando para ella, al terminar ella corrió y lo abrazó muy fuerte y él selló el momento con un beso.
—Ten mi Luz, aquí está tu primer regalo. —Dijo, mientras le entregaba una pequeña cajita de color azul, esta tenía un hermoso collar relicario con una esmeralda en el centro como los ojos de ella, tenía dos iniciales, una J y una E y adentro una foto de ellos besándose.
También había un brazalete, decía Juliette King, te amo, era toda de diamantes y esmeraldas.
—Amor, esto es hermoso, demasiado hermoso, gracias mi vida. —Dijo comiéndose sus labios.
—Amor ve y arréglate para desayunar si te espero pequeña luz. —Ella lo besó y se fue duchar, una vez lista se colocó un vestido floreado, suelto, hermoso y bajó a desayunar, pero no veía a nadie…
—Amor… Elijah… Amor donde estás. . . Se dirigió a la sala y cuatro personas gritaron.
—sorpresa. —Era Elijah, Alex, la nana y ama de llaves de elijah Sofía y su amiga Kiara.
Esta vez, si la hicieron lloran, la joven abrazo a su esposo al ver la hermosa decoración, había globos, luces, un hermoso pastel y varios regalos.
—Gracias mi vida, gracias muchachos. —Dijo abrazándolos a todos.
—Mi reina, vamos a fuera, quiero enseñarte algo. —Elijah le tapó los ojos y todos salieron afuera y allí estaba su otra sorpresa, la joven escuchó un relincho y un hermoso caballo blanco estaba frente a ella.
—Dios, pero qué hermoso. —abrazo a su esposo y luego corrió hacia el animal, era precioso, ella le dio sentimiento al acordarse de uno que sus padres le regalaron de niña, ella se lo contó y él le regaló uno.
—Eres un amor mi vida. —Se lanzó a sus brazos. —No sabes cuánto te amo. —Los ojos de Elijah al igual que su corazón se querían salir.
—Repite eso.
—te amo mi amor, te amo demasiado. —Lo volvió a besar y todos sonreían felices por la hermosa pareja.
—Hay un regalo más. —Dijo mostrando el auto que se acercaba. —De este bajó un hombre de más de cuarenta años y él la miró con nostalgia, luego corrió hacia ella.
—Damiano…
—pequeño ángel eres tú. —Dijo abrazándola.
—No sabes cuánto añoré está llamada feliz cumpleaños, cariño, ten este regalo es mío y este otro es de parte de tus padres.
La joven lloró y cuando se calmó fue adentro para ver el video que estaba dentro del sobre con los papeles que le dejaban el control de todo y le devolvían su vida.
Julie fue a su habitación y al poner el vídeo sus padres ofrecieron tomados de la mano hablando y sonriendo.
* —Si estás viendo esto, hoy es tu cumpleaños, felicidades, princesa como quisiéramos estar allí contigo 21 años cumples hoy mi niña. Eso lo dijo su padre.
—Te amamos mucho, pequeña lucecita nos fuimos antes o mejor dicho nos enviaron, queremos que seas fuerte y logres lo que nosotros no pudimos. —Dijo su madre.
—Si este video llegó a tus manos, nos asesinaron, estábamos cerca de descubrir y a gran red de mentiras que tienen que ver con la muerte de tus abuelos. —Hablo su padre.
—Aquí encontrarás las pruebas que tenemos y Damiano te entregará otras que imaginamos que pido recolectar a lo largo de los años, tú puedes librarte de esas alimañas y sé feliz mi niña. —Fijo su madre.
—Queremos que seas feliz y fuerte para que nadie te pise hora, nuestro imperio es tuyo, no te dejes hermosa. Te amo demasiado, te amo como el día que supe que venías, como cuando te cargué, te amo preciosa. —Dijo su padre sonriente.
—Perdón por dejarte sola, pero siempre te cuidaremos y desde donde estemos trataremos de enviarte ayuda, también te amo, mi pequeña luz, mi niña valiente, te amo Juliette.*
—También los amo papás. —Dijo y besó la pantalla.
Elijah quien le había su espacio, la abrazó y la besó, ese día recibió su herencia, su nombre de vuelta y las pruebas para condenar a las ratas, ella seguiría indagando, pero los quería ver sufrir y sin nada para luego meterlos en una cárcel.
Elijah la lleno de detalles, le regaló un Lamborghini y muchas otras cosas más, ese día fue maravilloso e inolvidable.
Dos días después.
La hermosa Julie fue maquillada y peinada, el hombre ya estaba listo mirando el proceso de su esposa, la maquilladora le quería quitar su aspecto angelical, pero él andaba eso de ella.
El hombre siguió observando como se veía su amada esposa porque en el tiempo que llevaban juntos se había obsesionado con esa mujer, era su mujer y el saber que había sido del idiota de su hermano lo llenaba de satisfacción, ese idiota dejó el diamante más hermoso de todos por un trozo de vidrio.
La mujer terminó de arreglar a su esposa y luego comenzaron a vestirla, la joven se sentía incómoda aunque siempre tuvo dinero, jamás la habían vestido, ella siempre lo hacía.
El vestido de la hermosa joven era color crema con dorado, parecía creado para una diosa griega, tenía un escote de corazón cruzado, sus tirantes tenían un hermoso detalle parecido a espigas.
Era ajustado y con un detalle en un costado en color dorado, el vestido tenía una abertura en la pierna que iba desde un poco más abajo de la zona del bikini dejando toda su pierna expuesta, el vestido se arrastraba un poco con una cola redonda y un detalle dorado en la orilla.
La joven miró a su esposo expectante, ella no usa a cosas tan atrevidas, se le acercó y le pregunto.
—Que te parece amor, está muy descubierto, cierto, no te molesta eso. —Él sonrió y luego la besó.
—Estás preciosa y si está algo descubierto, pero me encanta que vean a la hermosa mujer que tengo de esposa, todos pueden ver, pero solo yo te voy a tener mi luz. —La besó de nuevo, la joven estaba muy sonrojada, sus palabras le encantaban.
Por su parte, el guapo hombre llevaba un traje negro, una camisa blanca y un lazo negro en el cuello, un reloj Rolex y su cara perfectamente curada.
—Extraño tus cicatrices te hacían ver más sexy. —Le besa el rostro.
—Me encantas, sabes lo hice por ti, ya me había acostumbrado a ellas. —Ella le besa la nariz.
—A mí no me incomodaban para nada desde que te las vi me gustaron.
Ambos se ríen y salen del brazo hasta llegar abajo, donde Alex lo espera del brazo de Kiara, la amiga de Kiara, quien lleva un hermoso vestido negro.
—Amigas estás hermosa… —Dice Kiara
—Tú también lo estás Kiara y tu igual Alex.
—Gracias cuñada, cuida mucho a mi amigo esta noche. —Dice.
—Lo haré.
Las dos parejas van hacia los autos y durante muchos minutos conversan amenamente, ya los guardaespaldas están más que alertas para cuidar al tesoro del heredero King.
Minutos después bajan del vehículo y los flashes los ciegan, todos están deslumbrados por ver tan recuperado a Elijah King y a su esposa que de verdad es hermosa.
—Señor King, que bueno que esté mejor, que tiene que decirnos sobre su matrimonio, no era otra la novia. —Él sonríe y contesta.
—Mi esposa es esta maravillosa mujer quien me deslumbró con una mirada y mi recuperación fue gracias a ella, mi enfermera personal. —Dijo y la besó, luego siguieron al salón principal.
Lujo, brillo, elegancia, eso abundaba en el espacio grande, cortinas doradas, cenefas rojas al igual que la alfombra, lámparas con diamantes colgados y mucha clase por donde se viera.
Todas las miradas cayeron en ellos, la gente más poderosa de Inglaterra se encontraba allí, la crema y nata estaba concentrada en ese salón.
Ellos caminaron hacia donde se encontraba su familia.
La abuela tenía una gran sonrisa en su rostro, se acercó casi que llorando a dónde estaba la joven y la tomó de las mejillas.
—Eres tan parecida a mi amiga Jullia y a su hija Julianna y un poco parecida a Janna su hermana—Habló olvidándose de todos.
—Usted… Conoció a mi madre y a mi abuela y a mi tía… —La señora asintió un poco sentimental.
—Tú eres la pequeña Julie—Ella asintió.
—Si señora, yo soy Juliette Bernard DuPont. —La abuela de Elijah la abrazo.
—No sabes cuánto te busqué, tenemos tanto de que hablar… Bienvenida a mi familia, el sueño de mi amiga y mío se cumplió, somos familia. —Todos miraban con atención los abrazos, pero nadie escuchaba y tampoco veía porque la señora cubría a la joven con su espalda, todos querían saber quién era.
Alex.
Kiara.
abuela de Elijah