Valeria Ibarra es una chica de 19 años a punto de graduarce como medico veterinario. En una visita a su tía se entera del oscuro secreto de su origen y el culpable de la muerte de su madre. El interés que mueve a su padre no tendrá límites.
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15- La pelea con mi tía.
--Por fin hasta que llegas.
--Lo siento tía se me paso el tiempo y yo...
--Te dije que esta casa no es un motel para que entres a la hora que te dé la gana... A no disculpa ya te fuiste a otro motel verdad.
--Tía no me ofendas, él y yo solo hablamos.
--Pues no te creo, eres igual a tu madre una puta zorra.
--Tía por favor... No ofendas a mi madre así.
--Por favor nada y ahora pretendes que yo te reciba en mi casa después de todo lo que acabas de hacer afuera.
--Tía yo...
(Se me acerca y me voltea la cara de una bofetada que casi me hace caer al piso y al voltear a verla ella está tan enojada, pero no sé que fue lo que hice mal, ella está muy enojada, pero no me deja ni hablar).
--Quiero que te largues de mi casa.
--Claro que si tía, es más desde hace mucho he querido hacerlo... (Subo al cuarto y cierro la puerta, pero a ella le vale y entra).
--Esta es mi casa y quiero que te largues de una puta vez.
--¿Puedes salir en lo que yo arreglo mis cosas?
--No, esta es mi casa y quiero ver que es lo que empacas, no sé si te lleves algo de mi casa que no te pertenece.
--No soy una ladrona.
--Yo no creía que fueras una puta y mira, si lo eres.
(Tarde se me hace para terminar de alistar mis cosas y hasta en una bolsa de basura puse mis cosas, así baje todo y lo subí a la camioneta).
--Adiós.
--Ya Lárgate de una vez hija de...
--Mamá ya cálmate... No puedes correrla solo por esto.
--Claro que sí, es mi casa y esta zorra no va a mancharla.
--Mamá cálmate te escuchas como una loca.
--Marcos yo no estoy loca y esta se tiene que largar ya de mi casa.
--No te preocupes Marcos yo ya tengo a donde ir.
--Si, con el vejete ese.
--Mamá no le digas así.
--Yo le digo como quiera, ese vejete vino a cambiarla, el la cambio para su beneficio y ella calló en sus redes.
--Tía... ¿A qué te refieres con eso?.
--Ese viejo mato a su propia hija y ahora quieres correr a su lado a eso es a lo que me refiero.
--Tía tú no te enteraste de muchas cosas que pasaron entre mis padres y mi abuelo así que no puedes opinar.
--Claro que puedo opinar él es mi hermano y no tiene la culpa de nada.
--Todos tienen un poco de culpa tía, hasta tú.
--Ahora resulta. Yo, yo no tengo culpa de nada, toda la culpa aquí es de ese viejo.
(Trata de echarse encima mío, pero Marcos la detiene antes de eso, mi tía tiene tanta rabia y tanto rencor no sé porque y no sé a quién va dirigido todo ese coraje y creo que se está desquitando conmigo).
--Vete prima por favor.
--Si me voy lástima por ti que tú te tienes que quedar con ella.
--Lástima dices... Él es mi hijo y jamás me va a abandonar como te abandonaron a ti pequeña zorra.
--Adiós.
(Me subo a mi camioneta y me dirijo a la casa del abuelo ya pasan de las tres de la mañana, me estaciono afuera y no sé si entrar sea bueno mejor me quedo a dormir aquí en mi camioneta. No puedo creer que mi tía haya cambiado tanto y este tan mal como para llamarme de esa forma, pobre ella está sola y le hace falta un hombre a su lado, pero con esa locura que se carga será misión imposible tener uno. Me tocan el vidrio)
--Omar que haces despierto a estas horas.
--Tengo el sueño ligero y te escuché llegar.
--¿Todo está bien?.
--Si, yo me vine a vivir para acá, ¿Crees que haya inconveniente?.
--No, ¿Por qué lo habría?.
--Por la hora.
--Tu abuelo está dormido y últimamente duerme más desde que estás tu, cerca de él.
--Iré a la casa de mis padres.
--Puedes quedarte en esta casa si quieres.
--No, primero quiero hablar con él de esto y después ya veremos.
--Ok, te ayudo.
--Gracias.
(Hasta el sueño se me fue, que decepción me lleve de mi tía y tal vez ella de mí, según como ella lo ve, pero fue más mi decepción sobre la única tía que tengo. Cambio mucho su actitud desde que supo que yo ya estaba viendo a mi abuelo, pero ¿Por qué su cambio? ¿Por qué tanto odio hacia mí? Porque, la cachetada que me dio fue tan fuerte que hasta terminé mareada y aturdida, pero porque, no entiendo. Entro a la casa, he igual que en la casa de mi abuelo hay cuadros de mi madre, el sí que la amaba y su perdida fue tan grande como la mía. Busque un cuarto para dormir, pero se me fueron las horas pensando en mi tía, en su actitud y no quiero pensar en ella, pero no puedo dormir se supone que ella me cuidaría y estaría al pendiente de mí mientras mi padre arregla sus cosas, pero no y que bueno que ya salí de su casa, estar ahí ya me estresaba demasiado y con tanto trabajo por hacer pues, es mejor que esté lejos de ella, sí, será mucho mejor alejarme y seguir con mi vida. Mañana tengo mucho que hacer y a la hora de acomodarme veo como empieza a salir el sol, ya es tarde para dormir mejor iré a darme una ducha y alistarme para ver a mi abuelo. A la hora de verme al espejo veo el enorme moretón en mi mejilla y así como se ve duele. Estoy muy confundida y no sé que le pasó a mi tía, pero ni modo tengo que salir de esto y trato de maquillar ese morete y es algo complicado, pero espero y no sé vea mucho por qué ahora voy a ver a mi abuelo y comentarle que me voy a instalar en la casa qué le daría a mi madre).
--Hola Omar, buenos días.
--Buenos días, ¿Estás bien?.
--No pude dormir nada anoche y...
--¿Quieres café?
--Si por favor y con urgencia.
--Ven vamos a la cocina, el aún no ha despertado es muy temprano.
--Ok, tú dime si me conviene esperar o mejor en la tarde hablo con él.
--Creo que será mejor en la tarde, ya sabes por si él se llega a molestar no le haga daño para su diabetes.
--Sí, tienes razón.
--Ven desayuna de una vez antes de que te vayas.
--Si, Hola chayito buenos días.
--Buenos días, hoy hice omelette gustas.
--Si gracias.
--Oye.
--M.
--Tu tía... ¿Te golpeó?.
--Si, ¿Por?.
--Se te ve una parte del morete entre la oreja y el pelo.
--O! No, pence que lo había tapado bien y...
--Se ve muy poco si prestas atención, pero no mucho.
--Mi tía me reinicio la vida anoche.
--En serio.
--Si, se volvió loca por que llegue algo tarde y en compañía de...
--¿De quién?.
--De... Un amigo.
--¿Fue por ese amigo que no aceptaste mi invitación?.
--Si, yo ya tenía el compromiso desde la semana pasada y no pude cancelar ni nada.
--Ok, de pronto pensé que me evades porque yo soy pobre.
--¿Qué? No, no, no es eso.
--Tranquila es una broma.
--Ja. Ok.
-- me voy debo ir a ver a tu abuelo.
--Si, yo también ya me voy al trabajo... (Estuve mal todo el día, muy distraída y el doctor lo noto, tanto que me pidió ir a casa a descansar. Pensó que me había develado en la feria. Si supiera que fue gracias a mi tía. Llego a casa de mi abuelo).
--Hola hija hoy viniste temprano.
--Si, anoche no dormí muy bien.
--¿Por qué?.
--Me peleé con mi tía y me corrió de su casa.
--Esta es tu casa y lo sabes, las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para ti en cualquier hora que tú lo necesites.
--Lo sé abuelito y me quede en la casa qué iba a ser de mi madre.
--Muy bien, me da mucho gusto que por fin se usará esa casa
--Yo quería pedirte permiso y.
--Alto, no me debes pedir permiso mi nena esa casa te pertenece y la puedes usar como tú quieras, pero si quieres puedes mudarte aquí conmigo.
--Gracias abuelito te quiero mucho por todo lo que haces por apoyarme.
--Ese es mi deber, cuidarte y apoyarte en todo lo que yo pueda.
--Oye el otro dia fue el comandante y me arreglo la camioneta... Hasta me regreso mi licencia... ¿Qué le dijiste?.
--Como ya te había dicho... Él me debe mucho y no pude reusarse a ayudarme él a mí, hasta me prometió que su hijita se iría de la casa de tu amigo.
-Gracias Abuelito tú sí que resultaste un ángel guardián para mí.
--Ve a dormir hija te ves muy cansada, luego seguimos hablando de lo que quieras.
--¿Me dirás que le dijiste a ese señor?
--Es mejor que no lo sepas hija.
--Ok... (Me voy a dormir y sí que es cómoda esa cama, me hundo en ella para dormir por fin).
...