Ivis vivía con du madre, se tenían una a la otra y vivían de la venta de fritos; cuando Ivis cumplió los 18 comenzó a buscar trabajo para ayudar a su madre y pagar sus estudios, pero nada le salía como quería.
Por otro lado había otro joven de 20 años casi en la misma situación, con la diferencia que ella tenía casa propia, el también por medio de su abuela, pero por alguna razón la pierden.
Descubre que pasa desde el inicio hasta el final.
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El domingo llego, con él un día de descanso diferente para Ivis, ese día todos descansaban, Antonia no hacía fritos los domingos. Antonia y Nirida hicieron el desayuno, Abel se sentó a desayunar y después lo hizo Ivis en completo silencio, cuando terminaron Ivis se fue a su cuarto, quería hacer un buen aseo.
Mientras ella organizaba su cuarto Abel se dio cuenta que no podía seguir negando sus sentimientos hacia Ivis, no entendía como, pero se había enamorado de ella en pocos días, pensó que depronto era porque nunca se había interesado en acercarse tanto a una mujer, el pensó en acercarse más a ella y mostrarle su interés, si era correspondido por ella, sería su primera experiencia, nunca había tenido novia, su objetivo principal era velar por su abuela y por él.
Después que ella terminó su aseo se fue a la sala, allí vio a Abel viendo televisión, en ese momento Antonia salía de su habitación y dijo.
ANTONIA: Hija, voy a comprar las cosas para mañana, voy temprano para salir de eso.
IVIS: ¿Te acompaño?
ANTONIA: No... voy con Nirida, pero si quieres ir vamos.
NIRIDA: No... quédate para que descanses, hiciste aseo en tu cuarto y mañana vas a trabajar, nosotras nos encargamos.
IVIS:Bueno, como quieran.
Las mujeres se fueron y ella quedó con Abel, no sabía qué hacer o decir, él estaba en las mismas, pero rápidamente encontró tema de conversación y dijo.
ABEL: ¿Mañana te vas a la misma hora?
IVIS: Si, aunque creo que mi jefa va a estar en casa, pero igual tengo que estar temprano allá.
ABEL: Mañana voy a buscar trabajo nuevamente, si no consigo nada habló con tu mamá para que haga más frito y yo los vendo hasta que se acaben, ya no quiero estar sin hacer nada.
IVIS: Pero en ese punto llega el sol muy temprano.
ABEL: No importa, yo me las ingenio con algo, la cosa es no estar sin hacer nada.
IVIS: También es verdad, ¡tu no sabes que yo tengo pensado reunir dinero para alquilar un local!.
ABEL: ¿Sí? sería bueno.
IVIS: Por el momento tengo quinientos libre y solo alcanzaría para un mes, y si hay que remodelar algo no hay.
ABEL: Pero se empieza como se pueda y después se va arreglando, voy a hablarlo con mi abuela para que le diga a tu mamá.
IVIS: Sí... porque se puede pagar un mes y después que me paguen se paga el otro.
ABEL: No... debe haber otra forma que no sea con tu sueldo, Mm... quizás se puede vender los fritos y almuerzos.
IVIS: ¡Qué buena idea! Bueno, ahora que lleguen se lo comentamos y se empieza a buscar un local, nos quedaría bien el que está cerca de donde espero la buseta, ese tiene rato de estar cerrado, si mi mamá y tu abuela aceptan vamos y averiguamos.
ABEL: Está bien, tenemos que convencerlas.
Ellos se miran y él se acerca dándole un abrazo y agradeciendo por el apoyo que ella y su madre le estaban brindando a su abuela y a él, ella no sabía qué hacer y se quedó quieta dejándose abrazar, pero su corazón se le quería salir; él se separa de ella, la mira a los ojos y la besa, se besan por primera vez y comienzan a explorar sus sentimientos. Para los dos es el primer beso que han dado en su vida, nunca habían tenido una relación de noviazgo.
Los dos explotaban su primera vez, ella se da cuenta de que no puede seguir luchando contra sus sentimientos y entiende que se había enamorado, él se separa de ella y le dice.
ABEL: Ivis, se que solo tenemos días de conocernos, pero no se... me gustas, me enamore de ti y quiero que intentemos una relación, quiero que seas mi novia.
IVIS: Ah... yo... nunca he tenido novio.
ABEL: Yo tampoco he tenido novia nunca, nunca había besado a una mujer.
IVIS: ¿A un hombre si?
ABEL: Ja ja, tan chistosa, Ivis vas a ser mi primera vez en todo, así como yo lo voy a ser para ti si me das la oportunidad.
IVIS: Está bien, pero por ahora no le vamos a contar a nadie, esperemos.
ABEL: Como tú digas.
Él la volvió a besar y le dijo que no se iba a arrepentir, pero los dos tenían que poner de su parte para que la relajación funcionara.
Cuando llegaron Antonia y Nirida ellos las ayudaron a organizar las cosas, Ivis miró a Abel y el le dijo con un movimiento de cabeza que no, no era el momento adecuado, Nirida comenzó a preparar el almuerzo, eran las once de la mañana, ya las dos mujeres habían quedado en hacer una sola comida para que quedara para la cena, Ivis se puso a ayudar al igual que Abel, entonces Antonia ayudó en el almuerzo para que fuera más rápido, mientras Ivis lavaba la carne y el pollo para dejarlo listo y cocinarlo cuando desocuparan los fogones, Abel cortaba la verdura, el se sentía feliz porque ya era parte de la familia junto a su abuela, estaba viviendo en la casa de su novia.
Cuando terminaron todo dejaron que el almuerzo estuviera para servir y cocinar la carne y el pollo de los fritos, se fueron a la sala y cuando todos estaban sentados Ivis dijo.
IVIS: Mami, les tenemos una propuesta.
ANTONIA: De que se trata mi amor.
Ella miró a Abel y el suspiro, después contó los planes que tenían, a Antonia le gusto la idea, pero les dijo que no había mucho presupuesto para todo, porque los almuerzos tenían gastos y hasta allá no le alcanzaba, pero Nirida se levantó y les dijo que ya regresaba, todos la miraron dirigirse a la habitación, al entrar ella buscó algo en una gaveta de su mesita de noche y salió encontrándose con la mirada de todos.
Ella mostró lo que llevaba en sus manos, eran cuatro anillos de oro gruesos y una cadena.