Mi Vida, En Una Flor?

El mes en qué no estuvimos entrenando ni salíamos del palacio los asuntos de Cerezo parecían tediosos y aburridos pero era lo único que podíamos hacer aunque tuvimos peticiones de distintas flores para vernos rechazamos a todos incluyendo a Billy quien según iba por parte de Lorelei ya que ella se sentía muy enferma y debía guardar reposo absoluto, sabía que era mentira, estaba enfadada porque la había descubierto y ahora no quería darme la cara.

-No estamos en condiciones de recibir a nadie, aunque todos saben sobre el enmascarado no quiero que sepan del daño que ya nos han hecho y si ellos se involucran podrían salir más heridos.

-Pero si son tus aliados puedes derrotarla porque asi ya no estarías sola.

-No, no es tan sencillo. Entre más magia haya en un solo lugar es más fácil acabarla de un tajo, asi que si vienen los demás reyes y me ayudan puede quedarse con muchas flores a la vez sin tener que moverse de dónde está.

No podía darme el lujo de que lastimara a otras flores si su coraje era contra mi. Quería abrazar a mi padre, contarle lo sucedido pero mi condición no me lo permitía asi que suspiraba y añoraba el día que caminara de nuevo para expresarle todo mi sentir.

Recordaba muy bien como mi padre me había presentado al pueblo de Cerezo, me incluyo en todas las actividades para que llegado el momento yo supiera ayudar y guiar a quienes venían detras de mi. La gente era muy amable, me enseñaba y mostraba cada una de sus aportaciones a Cerezo asi que cuando tome el trono la gente no se puso en mi contra porque seguí los paso que mi padre me inculcó, ayudar, cuidar, amar y proveer a la gente del reino porque sin ellos no existimos, eso es algo que Lorelei y su aliado jamás entenderán.

-Esta equivocada, mi reino, el reino de mi padre jamás será un objeto, no es un artículo de mercado que puedes comprar regateando con la gente más necesitada. Este lugar es mi hogar y su gente mi familia asi que aléjate de nosotros de una vez por todas.

-Tis palabras tan cursis me dan asco, no se cómo puedes decir eso se simples pueblerinos. Nosotros estamos por encima de ellos, solos más, nacimos en mejores condiciones, nos lo deben todo. Odio tener que respirar el mismo aire que ellos, incluso debería cobrarles por eso pero como no me está permitido debo aguantarlos asi que por ahora me complazco viéndote sufrir a ti.

La gigantesca criatura no dejaba de buscarme, me correteaba, intentaba apretarme con sus patas y estaban tan afiladas si garras que ya habían rasgado el vestido de entrenamiento que usaba, los verdes juntos a los beige estaban regados sobre el piso pero no importaba, se podía volver a coser.

Estaba cansada, agotada y con sueño por el gas que liberada esa águila si eso era pero no podía rendirme, tenía que continuar asi que tropecé intencionalmente para hablarle a David y crear un plan, basico pero con mucho resultado.

-Levantate y pelea. Si, ver tu horrendo rostro suplicar y humillarse antes de morir será el mejor espectáculo que jamás haya podido presenciar.

-Me encantaría darte ese obsequio pero lamento decirte que eso no va suceder hoy.

Una cuerda plateada disparada hacia el cuello del ave disparada por mi brazalete pero está ya se encontraba ligada al extremo que David sostenía, el ave se elevó para liberarse pero como su objetivo era atraparme siguió persiguiendo, era justo lo que quería.

-Es nuestra oportunidad David, no dejes que se suelte y al fin sabres la verdad sobre nosotros dos.

-Nunca me decepciona cuando se trata de obtener respuesta princesa Violet, la admiro pero siga corriendo un poco más.

-Correr?, está muy mal David, para eso tengo la magia.

Con la pulsera del pie cree un disco transparente con el cual podía elevarme, era más rápido que esa ave pero no había podido usarlo antes ya que no lo había perfeccionando pero en estos momentos el riesgo era mas grande que una pierna rota. Estaba cerca del pétalo de la casa abandonada, debía llegar para ejercitar mi plan pero olvide un gran detalle.

-Veo que tiene Atodo calculado Violet pero parece que yo gano porque tengo a tu prometido.

-Adam. Damelo en este momento Lorelei, sabes que el no tiene nada que ver en todo esto, tu pelea es conmigo.

- Pues te informo que al ser tu prometido pasa a ser heredero al trono lo cual no me beneficia asi que ahora también es mi enemigo y tienes dos opciones, rendirte y darme cerezo o luchar y verlo morir, tu eliges.

Ese tono arrogante, sin una pizca de humanidad era detestable, David seguía jalando al ave mis tras el enmascarado tenía en una burbuja a Adam quien seguía inconciente. No me detenía porque sabía que el ave me podía tragar pero me preocupaba el bienestar de Adam, que podía hacer?, que debía hacer?